Vecinas

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La última clase ya había terminado y el pasillo comenzaba a llenarse.

-¡Lena!-dijo Dante caminando hacia mi rápidamente.

-¿Qué pasó?- le dije cuando llegó hacia mi. Todas las miradas se colocaron en nosotros.

-Llegaré un poco tarde. Es seguro que Damon esté ahí, comes, te duchas y haces la tarea.- me dijo como si fuera mi papá. Alissa y Tyler nos miraban en estado de shock.

-De acuerdo... nos vemos- dije con una sonrisa falsa. Empecé a caminar junto con Tyler y Alissa.

-¡Nos vemos más tarde en casa!- gritó Dante. Me paré en seco y volteo a verlo, él se despedía alegremente con su mano.

Todos los que estaban en el pasillo nos miraban, como si se hubieran puesto de acuerdo empezaron a susurrar. Olía algo... ah si. Problemas.

-Maldición...- arrugue la frente y comencé a caminar otra vez.

-¿Qué fue eso?- me preguntó Alissa mientras caminaba junto a mi. Suspiré.

-Les explicaré llegando a mi casa- hice una mueca. Dante maldito, ¿lo habrá hecho a propósito?

-¿Tu casa está muy lejos de aquí?- me preguntó Tyler.

-Ah, no, no mucho, de hecho podemos ir caminando- lo miro y él me mira a mi.

-Alissa, si quieres puedo cargarte- le dijo Tyler a Alissa, y ella lo miró.

-¿Bromeas? No gracias, estoy bien.- se cruzó de brazos con el ceño fruncido.

-¿Estas segura?- le preguntó acercándose un poco a ella.

-¡Lo estoy! ¡No soy una inútil, si puedo caminar!- le gritó y empezó a caminar más rápido. Me quedé parada debido al shock, ¿que acaba de suceder?

-No te preocupes por eso, Lena, está bien...- dijo Tyler un poco desanimado, debe querer mucho a Alissa.

-¿Por qué... se puso así? no quiero decir ahora, quiero decir hace un rato...- miré fijamente a Tyler, me miro a los ojos, su mirada era muy fuerte.

-Creo que no me corresponde decirte- bajó la mirada.- Mejor vamos, ella nos esta esperando.- señaló con la cabeza a Alissa que nos esperaba en la esquina.

* * *
–¡Oh!– dijo Alissa de la nada, Tyler y yo la miramos.– Esa es mi casa...– dijo señalando una casa beige que estaba justo a un lado de la mía.

–¡Eso es genial, somos vecinas!– tome sus manos, que seguían frías.–Esa ventana de ahí, ahí está mi cuarto.

–Genial, incluso nuestros cuartos están cerca–me sonrió y regrese la sonrisa.– Bueno, entremos, entremos.

-Ya llegué...- dije mientras abría lentamente la puerta.

-¡¿Lena, eres tú, querida?!- dijo la voz de Damon y se asomó, tenia un delantal rosa con flores blancas.

-Si...- dije un poco confundida al verlo así.

-Querida, ¿cómo te fue en tu primer día de clases?- preguntó con un tono femenino y pellizcó levemente mi mejilla, miró a Tyler y Alissa.- Oh, ¿no me vas a presentar a tus amigos?- dibujó una sonrisa en su rostro.

-Ah si, chicos, él es Damon...- lo señalé.

-Soy el padre de Lena, un gusto- se presentó.

-¿Qué...?- preguntó Alissa con confusión.- ¿no habías dicho que tus padres fallecieron?- frunció el ceño. Damon me miró como si quisiera llorar.

El arte de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora