12: Snape y Gringotts

11.8K 1.2K 26
                                    

Fui corriendo hacia las escaleras que daban hacia las mazmorras y alcance a Harry y a Ron, agitada.
—¿Y...y como les fue?—pregunté agarrándome de las rodillas, recuperando el aliento.
—Bueno, tenían razón, es un pesado siempre favorece a los de Slytherin—dijo Ron con una mueca.
—He perdido dos puntos para Gryffindor ¡ y es mi primera semana!—me dijo Harry
—¿Tan malo es pociones?—pregunté sorprendida, ellos asintieron.
—Pero anímate—le dijo Ron a Harry—. ¡Snape siempre les sacaba puntos a Fred y a George!
—Bueno a mi madre cuando estaba en Hogwarts le sacaban más puntos de los que pudieses contar y todos la querían—dije lo ultimo con tristeza—. De todas formas puedo apuntarme a lo de Hagrid?—pregunté al recordar que él iba a la cabaña.

       
🌌

Cinco minutos antes de las tres salimos del castillo hacia la cabaña de Hagrid. La pequeña cabaña de madera se situaba en el borde del bosque prohibido. Una ballesta y un par de botas de goma sucios estaban afuera de la puerta del frente.
Cuando golpee la puerta escuchamos unos frenéticos rasguños y ladridos. Luego se oyó la voz de Hagrid.
—Abajo Fang abajo.
La gran cara de Hagrid aparecio al abrirse la puerta.
—Entren—dijo, tomando al perro—. Atrás, Fang.
Nos dejó entrar, forcejeando para sujetar del collar a un enorme perro negro que era adorable.
Había solo una habitación, del techo colgaban jamones faisanes. Una paca de cobre hervía en el fuego y en un rincón había una cama enorme hecha con retazos.
—Siéntense como en su casa—dijo Hagrid soltando a Fang que se tiro contra Ron y comenzó a lamerle las orejas, luego se tiro encima mío a lamerme la cara, era tan tierno y me hacía cosquillas por lo que le rasque detrás de las orejas y se apretujo en mi regazo, eso sí; era perro pesado, unos minutos y no sentiría mis piernas.
—Este es Ron—dijo Harry a Hagrid que vertía agua caliente en una tetera y partía pedazos de pastel.
—¿Otro Wealey, eh?—dijo Hagrid mirando el cabello y las pecas de Ron—. Me he pasado la mitad de la vida espantando a tus hermanos mellizos del bosques.
—Y ella es...—pero Hagrid no lo dejó terminar.
—Laila—interrumpió—. Te pareces a tu madre, pálida y bonita, me retracto de lo que dije de los mellizos, he pasado la mayoría de mi vida espantando a tu madre y a sus amigos del bosque—me dijo con afecto observando cómo le rascaba las orejas a Fang, parecía a punto de llorar.
—¡Eres un perrito tan agradable!—le dije a Fang, levante la mirada y vi a Ron y a Harry mirándome extrañados.
—Muy bien un perro no perrito—me retracte.
La torta casi me rompe todas las muelas pero simule que me gustaba, por Merlin debería ser actriz, e inevitablemente supe que Harry y Ron pensaban lo mismo, mientras contábamos lo referente a nuestras primeras clases a Hagrid. Y fue tan divertido oír a Hagrid llamar a Filch "ese viejo bobo"
—Y en cuanto a esa gata, la señora Norris, me gustaría presentársela un día a Fang. ¿Saben qué cada vez que voy al colegio esa gata me sigue todo el tiempo? No me puedo librar de ella...Filch la manda a seguirme.

Los chicos le contaron a Hagrid sobre la clase de Snape. Hagrid, como le dijimos a Harry, le dijo que no se preocupara, que a Snape no le gustaba ninguno de sus alumnos.
—Pero él parece realmente odiarme.
—¡Tonterías!—dijo Hagrid—. ¿Por qué iba a hacerlo?
No quería leerle la mete a Hagrid, ya que quería respetar su intimidad sin embargo había mirado hacia otro lado cuando dijo eso.
—¿Y cómo está tu hermano Charlie? —preguntó Hagrid a Ron—. Me gustaba mucho, era muy bueno con los animales. ¿Y tu abuelo Newt, Laila?
Lo mire con las cejas alzadas al ver que estaba cambiando de tema a propósito. Mientras Ron le hablaba a Hagrid del trabajo de Charles con los dragones, Harry miró el recorte del periódico que estaba sobre la mesa y me acerqué, era de El Profeta.

RECIENTE ASALTO EN GRINGOTTS
Continúan las investigaciones del asalto que tuvo lugar en Gringotts el 31 de julio. Se cree que se debe al trabajo de oscuros magos y brujas desconocidos.
Los gnomos de Gringotts insisten en que no se han llevado nada. La cámara que se registró había sido vaciada aquel mismo día.
«Pero no vamos a decirles qué había allí, así que mantengan las narices fuera de esto, si saben lo que les conviene», declaró esta tarde un gnomo portavoz de Gringotts.
Los gnomos tan adorables como siempre, pensé.  Además mi abuelo siempre me decía que no hay lugar más seguro que Gringotts, excepto tal vez el hogar de un dragón, pero al decirme eso se rió un poco.
—¡Hagrid! —dijo Harry—. ¡Ese robo en Gringotts sucedió el día de mi cumpleaños! ¡Pudo haber sucedido mientras estábamos allí!
Nota mental: el cumpleaños de Harry es el 31 de julio, y además aquella vez no tuvo dudas: Hagrid decididamente evitó su mirada. Gruñó y le ofreció más pastel. ¿Como pudo haber sucedido un robo así? Sin que nadie se enterara.

Mientras regresábamos al castillo para cenar, con los bolsillos llenos del pétreo pastel que fuimos demasiado amables para rechazar; pensé en que había sido robado, y por qué no querría hablar de ello, ¿guardar su reputación? ¿Su estatus? No tenía idea, pero si algo es robado de Gringotts, era algo que yo quería descubrir como la metiche que soy.

Laila Scamander y La Piedra FilosofalWhere stories live. Discover now