El accidente.

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Recién había despertado, me había cepillado los dientes y quitado el pijama, una bonita pijama de color celeste que me habían traído mis padres de uno de sus viajes. Cuando bajé a desayunar, estaban mis abuelos, mis padres y mi tía Merry, estaban todos esperando que llegara para empezar a desayunar, dí los buenos días y me senté, vi a Spott sobre las piernas de mi tía, ella me sonreía con muchas ganas y pues, eso me alegraba. Habían preparado huevos, tostadas y beicón acompañados con un jugo de naranja, me los comí con muchas ganas.

En la tarde, luego del almuerzo, mis tía se había ido y mis abuelos con ella, mamá había preparado galletas de chocolate tal como dijo. Y papá había armado mi telescopio, resulta que había 2 piezas parecidas y yo las había puesto en su lugar incorrecto. 

En la noche, a eso de las 07:00 p.m, nos fuimos al Central Park, me llevé mi cámara. Había muchos árboles, bancas, una pequeña laguna y un puente muy hermoso. Había tomado muchas fotos en todo el invierno, pero no tan hermosas como las que tomé esa noche. Quería tomar una foto desde un árbol grande y hermoso que estaba allí, justo en frente de mis ojos. Llegué a la copa del árbol, la vista era más hermosa de lo que esperaba, estaba tratando de que no me vieran porque de seguro me bajarían, así que empecé a tomar fotos, a pesar de que mi cámara era antigua y no tomaba fotos con calidad, me la había regalado mi abuela Alissa, mi abuelo Petter  se la había regalado para un día de San Valentín y ella me la regaló a mí en mi cumpleaños número 13, ellos eran padres de mi madre, Ashlyn, es natal de este país al igual que mi tía Merry, mientras que mi padre, Ángel, no interactuaba con su familia. 

Tomé 5 fotografías, sólo me faltaba una, tenía que ser muy cautelosa con las ramas que estaban algo flojas, pero para tomar la foto de la laguna debía subir a otra de las pequeñas ramas que nacían desde el hermoso tronco del árbol. Monté una pierna sobre ella y intenté impulsarme con los brazos para montar la otra, pero me tropecé. 

Mi cámara estaba rota...


 ...


La cámara se cayó, ahora estaba destrozada. Traté de bajar con mucho cuidado y lo logré, nadie me vio, pero ahora estaba triste porque mi cámara tenía un gran valor sentimental, ya no sabía cómo podría explicar el accidente, la metí en uno de los bolsillos de mi camiseta blanca.

Llegamos a la casa y aún no había dicho nada sobre eso, cenamos y decidí guardar la cámara en un cofre dorado de terciopelo rojo que estaba sobre mi mesa de noche, a ver si se podía reparar de alguna forma, pero eso sería un milagro porque realmente estaba horrible. Me preparé para ir a dormir porque la verdad me sentía mal por haberla roto, no quería hablar con nadie sobre eso porque tendría que decir que me subí sobre el árbol y eso me traería problemas. Sin embargo no pude dormir pensando que en 2 días empezarían las clases en la preparatoria «Columbia Preparatory School», no quería tener que interactuar con nadie aún debido a que no estaba acostumbrada a hablar con nuevas personas, mi familia era mi único círculo social y yo no solía tener amigos. 

Siempre me he considerado una chica solitaria, la cual tiene muchos sueños para cumplir y pocos momentos para divertirse, siempre he estado ocupada pensando en las estrategias posibles para lograr lo que deseo en un futuro, he tenido muchas ideas acerca de lo que quiero hacer con mi vida, amo muchas cosas. Aunque por fuera parezca una linda flor delicada como dice tía Merry, nunca demuestro mis sentimientos a los demás, no suelo hablar ni interactuar con nadie, siempre estoy observando pequeñas cosas de las que nadie se percata y mi amor por ellas es más grande de lo que podría describir. Tengo un pequeño diario, es mi único amigo, en él escribo muchas cosas sobre mí, pero siempre está oculto, he escrito mucho acerca de mí, siento que podrían escribir libros sobre las cosas que amo, porque son muchas, siempre escribo cosas que me inspiran;  ¿nunca oliste las hojas de un libro? Cada estrella que está en el firmamento me hace querer subir y entender por mí misma lo que se siente estar tan lejos y resplandecer aún desde la distancia. Los árboles entienden y saben dar buenos consejos a quiénes se percatan de ellos, ¿o jamás te preguntaste cómo un par de pequeñas raíces llegaron a convertirse en algo mucho más grande? creo que es porque cada una de ellas estaba llena de vigor, se volvieron mucho más grandes de lo que las estimaban. Por esto pienso, la naturaleza es la base de un ser humano, ella sigue siendo hermosa a pesar de los desastres que pueda haber, si estás lleno de vigor y no hay nadie que te detenga, podrás cumplir lo que te propongas definitivamente, por esto no me limito a lo que quiero, por esto y mucho más sueño en grande.

Tantos pensamientos que no me dejan dormir, quiero salir a explorar, quiero ver el cielo, no me importa la hora ni lo cansada que estaría al día siguiente, no me importa la cámara en este momento, es de noche y quiero contemplar las estrellas, mi corazón lo anhela. Tomé mi telescopio, abrí las puertas y me fui al balcón. 

¡Qué hermoso se veía! Contemplé un hermoso firmamento que se encontraba lleno de estrellas brillando a lo lejos, aunque ciertamente hace tiempo había leído en una revista que aveces sólo vemos su luz porque algunas han desaparecido, me encantaba mirarlas, aunque algunas no estuvieran ahí, su brillo seguía estando. Las consecuencias de tener sueños tan grandes nos marca con un resplandor perpetuo—pensé.

Ya eran las 12:30 a.m en el reloj de mi habitación, el tiempo había pasado más que volado, cuando hacemos lo que nos apasiona, el tiempo suele atravesar el espacio de nuestros momentos como una estrella fugaz. Debía ir a dormir, recogí mis cosas y me lamenté mucho de no haber podido tomar ni una sola foto desde el telescopio, pero era mi culpa, ya no podría regresar el tiempo, así que me acosté aún si poder pegar un ojo y me dormí sin darme cuenta. 


...


Pasaron los días y yo no había comentado nada acerca del accidente de la cámara, tenía miedo de las consecuencias que me podía traer el haber subido en el árbol sin permiso, siempre era estricta en cumplir las reglas y esta vez no lo hice, es una gran decepción para mí de mí misma.

Ya faltaba sólo un día para ir a la preparatoria, mi madre me había comprado muchos útiles y ropa, se le veía emocionada ya que era su hija unigénita. Sin embargo, no esperé que se hiciera tarde para contarles a mis padres lo que había sucedido, aproveché la cena para contarles lo ocurrido: Mamá, papá, debo confesarme. He subido a un árbol del Central Park y se me ha roto la cámara que me dio abuela, está hecha trizas. Lo siento, lo siento mucho de verdad, castígenme si eso creen que es lo correcto, me pude haber hecho daño.—Me lamenté.

—Tranquila pequeña, te entendemos. Nunca hiciste algo mal, Estella. De seguro tu abuela entenderá que fue un accidente y, a pesar de que la que se pudo caer y dañar fuiste tú, todos hemos violado las reglas alguna vez. No te castigaremos hija, porque te arrepientes del acto y entiendes el significado de un castigo, el cual es aprender.—Respondieron tranquilamente.

  —Muchas gracias de verdad, no lo volveré a hacer sin autorización.—Les agradecí, dando un suspiro de alivio y marchándome a mi habitación.

Así terminó mi día y ya faltaba poco para comenzar la preparatoria, jamás pensé en la aventura que tendría, no me imaginaba lo que me esperaba al día siguiente.



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⏰ Last updated: Jan 22, 2017 ⏰

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Capullo Invernal.Where stories live. Discover now