" MALA CHICA"

III.

Despierto repentinamente y me siento en la cama.
Me levanto y me dirijo a mi armario. Tomo un vestido color carmín, un saco color negro y unos tacos del mismo color.
Entró en el cuarto de baño y cierro la puerta a mis espaldas.

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Busco el contacto de Anne y presionó llamar.

Un tono...dos tonos.. y contesta.

—Clarisse, ¿sucede algo? .- pregunta aún dormida

—Muchas cosas, estoy en tu casa en diez minutos.

—Claro, solo entra despacio. La llave está en la planta .

—No tardó .- cuelgo la llamada

         Llamada finzalizada

Dejo mi móvil a un lado y conduzco hasta la casa de Anne.

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Al llegar a la casa de Anne busco la copia de la llave y la inserto en la cerradura.
Entro lentamente sin hacer ruido y subo las escaleras. Camino por el pasillo hasta la habitación de Anne sin hacer mucho ruido. Siento un agarre en  mi brazo derecho y me giro al saber de quien es el agarre.

Ruedo mis ojos al tenerlo en frente y me cruzo de brazos.

—¿Que quieres?.- pregunto

—¿Donde crees que vas? .- me mira fijamente

—No me respondas con otra pregunta.

—¿Por que me evitas?

—Otra vez el mismo tema .- ruedo mis ojos

Me toma de mi cintura y me acerca a el. Siento su respiración muy cerca de la mía mientras mantiene la mirada fija en mis ojos.

—Tu sabes lo que siento por ti, tu sabes cuanto deseo besar estos hermosos labios .- toca mis labios con su pulgar

Christian Morales, hermano mayor de mi mejor amiga. Es un chico muy guapo tiene los ojos claros, cabello rubio y un físico estupendo.

—Tu sabes que no puedo hacerle esto, aunque me muera de ganas.

Dicho esto, beso su mejilla y salgo de la habitación. Entro en la habitación de Anne y ahí la veo durmiendo con su pijama de ositos.

Me río silenciosamente y quito mis zapatos. Me acuesto a su lado y me acerco para dormir.

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—Clarisse .- escucho la voz de Anne

Me muevo en el mismo lugar y poco a poco abro mis ojos.

—Despierta, son las tres de la tarde.

Me siento en la cama y froto mis ojos.

—Lo siento, no me aguante el sueño.

Anne busca ropa en su armario mientras me pongo mis tacones.

—¿Que piensas si vamos a la playa?

—Me parece genial .- dice con una sonrisa de oreja a oreja

—Dicho y echo .- ambas sonreimos

Anne busca un bolso y bajamos las escaleras. Al llegar a la primera planta una voz gruesa nos interrumpe.

—Se puede saber ¿Donde van?.- pregunta Christian sin quitar la vista de Anne

En ni un momento voltea a mirarme y pensar que hace poco no podía quitarme la mirada de encima, bien disimulado.