La enfermedad de Luke y la desesperación II

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—Ilina… I-Ilina.

Ina abrió los ojos inmediato. No dormía casi nada por la preocupación y si lo hacía, era un sueño tan liviano como un pajarillo.

Se sentó en el colchón y miró a Luke. Estaba pálido y sus ojos presentaban ojeras y manchas oscuras alrededor. Parecía aturdido y sudaba mucho. Despertó a Ashton casi a los gritos y salió corriendo al baño. Otra sesión de agua helada.

—¡ASHTON, ASHTON, LUKE EMPEORÓ!

—Lo desnudaré y lo llevaré a la tina, sal de ahí que no quiero que veas nada.

—No hay nada que no sepa o haya visto, Irwin.

Ashton lo estaba quitando de la cama como a un bebé, cuando Michael y Calum entraron a la habitación e inmediatamente lo ayudaron.

Entre los tres sacaron a la castaña del baño y la dejaron esperando afuera junto a Isla y Savannah.

—No podemos hacer nada aquí. Quitemos las sábanas y busquémosle alguna ropa. No podemos dejarlo aquí y encargarnos nosotros, esto tiene que estar en manos de un profesional —dijo Savannah tallándose los ojos.

Isla se levantó y buscó en los cajones del ropero blanco de Luke un pantalón de lino u algodón y una musculosa. Encontró un pantalón pijama de Luke y una musculosa negra un tanto holgada. Tomó unos bóxers blancos y tiró la ropa en la cama mientras corría a buscar las prendas de las chicas y sus zapatos.

Al volver el panorama seguía igual excepto que Savannah e Ina estaban peinándose un poco más “decentemente”.

—Empeoró. Empeoró, maldición.

—Tranquila, Ina… Ya sé que cuesta, pero Luke es como esos hombres de acero, ¿sabes? —le respondió Savannah masajeándole los hombros.

Isla abrió la puerta del baño y les dejó la ropa para Luke. Calum se opuso pero ella los enredó con sus palabras y los obligó a que lo vistieran.

Al salir del baño, se dirigió a las chicas y les avisó que iría a buscar las llaves de la camioneta de Luke.

Súbitamente la voz de Mike interrumpió los pensamientos de Ilina y Savannah.

—¿Qué harán?

—Lo llevaremos al hospital. Sav anotó todo los síntomas que tuvo hasta ahora y la hora a la que despertó delirando, hace un rato —respondió Ilina. Sus ojos estaban apagados y se le notaba el rostro cansado.

—Fiebre alta de hasta cuarenta y un grados, sensibilidad en la piel, manchas en los ojos, sudoración excesiva, pérdida de consciencia, confusión, temblores, falta de apetito —enumeró Savannah ayudando a Ashton a vestir a Luke.

—Vaya… —susurró Calum—. Es peor de lo que imaginaba.

Ilina miró a Luke con detenimiento quién se hallaba un poco mejor, y notó sus labios hinchados y casi azulados.

—Savannah… anota “falta de oxigenación en sangre”. Tiene los labios de un color azul muy claro, casi no se nota.

Luke murmuró un “me duele todo”.

—¿Qué es “todo”, Pengüin? —susurró Ash mirándolo mientras le ponía un par de medias.

—Cabeeeza y cueeerpo. Los ooojos —susurró Luke.

Michael lo cargó en sus hombros junto a Calum, y bajaron a planta baja. Savannah iba pisándoles los talones con una frazada en sus manos. Lo sostuvieron mientras ella lo tapaba como si de un bebé se tratase y lo cargaron en la camioneta que Isla conduciría.

AshtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora