Vecinos -Yoonseok

21: "Super con mamá"

- ¡Es tan frustrante! -Hoseok simplemente gritó aquello sin importarle que la mayoría de personas cercanas se dieran la vuelta a mirarlo con curiosidad-, es la segunda vez que un chico visita a YoonGi y se queda en su casa por todo el día, no salen, ¿Entiendes? ¡Quién sabe qué cosas pasen ahí adentro!, pero oh, eso no es lo peor, ¡Sigue diciéndome que es malditamente heterosexual cuando hasta el momento no lo he visto con una sola maldita mujer salvo su hermana! Ash -el castaño se tomó de los cabellos y tironeo de ellos dejando en vista su enfado, quería golpear a alguien y lo peor es que él no sería capaz de matar una hormiga sin llorar de la culpa luego, lo cual volvia todo aún más frustrante.

- ¿Me pasas la leche?

- ¡Mamá!

La mujer rodó los ojos.

- ¿Qué sucede cariño?

- ¡No me estas escuchando!

- Claro que te escucho tesoro -ella misma tuvo que acercarse a la sección de lácteos para tomar una caja de leche dado que su hijo no hacia amago de ayudarla-, ¿Pero qué quieres que haga?

- ¿Aconsejarme, consolarme, decirme que YoonGi es un idiota y que no me merece?

- YoonGi no es un idiota, tu solo estás celo...

- ¡No lo digas, no te escucho, no estoy celoso de ese idiota rubio sin neuronas!

- Ajá... -la señora tomó el carrito de compras y comenzó a andar ojeando la lista de productos en su mano, su hijo la perseguía de cerca aún quejándose en voz alta.

- ¿Ya te dije que ese chico venía con tres enormes maletas? Ni siquiera es lindo, no sé que le ve ese tonto.

La mamá de Hoseok supo que era suficiente, ¿Por qué debía ella soportar todas las quejas de su hijo? Vale, que sí, que era su hijo y era su trabajo como madre, pero lo único que había estado deseando desde el momento en que se vistió para salir y Hobi le preguntó si podía acompañarla, era hacer sus aburridas compras en paz.

- Cariño, bebé, mi cielo... -suspiró- ¿Quieres un consejo?

- Sipi.

La madre de Hoseok no podía creer que ese adorable joven frente suyo estuviera a punto de cumplir la mayoría de edad, si se comportaba como de nueve.

- ¿Qué sientes por YoonGi?

El castaño bajó la cabeza avergonzado y no dijo nada, no necesitaba, su madre ya lo había comprendido.

- ¿Quieres que YoonGi sea tuyo?

- Nunca sucederá -susurró mirando hacia otro lado.

- Exacto, nunca sucederá si solo te quejas y no actúas, has que sea tuyo, de manera sutil obviamente, no solo te lances a él, tienes que... hacerlo desear.

Hoseok se detuvo y la miró con una ceja alzada, ¿Podría ser que su madre fuera de ayuda por una vez en su vida?

- ¿Cómo hago eso?

- No lo sé Hobi, gánate la vida de una vez, ya me siento lo suficientemente extraña dándote consejos de amor.

"Hazlo desear"

Obviamente como era común en Hoseok interpretar todo diferente a lo que es, su mente comenzó a divagar entre millones de posibilidades para hacerse desear, sin saber que su madre no tuvo intensiones de decirlo con connotaciones sexuales, ella solo pensaba en YoonGi rogando por una cita en el cine, no por el cuerpo de su hijo.

El castaño tuvo una idea que inevitablemente lo hizo sonrojarse.

- Mamá, eres una genia, te amo.