A Cat (KaiSoo)

Capítulo 1

-¿Qué fue eso?

-No lo sé. Seguro es un ave

-Bueno Jongin, me voy nos vemos mañana en la escuela

Llevo varias noches escuchando sonidos. Normalmente en la madrugada siento que alguien me observa. Veo una sobra pasar, pero cuando me asomo, no hay nada.

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-Wo! Kai ¿qué te pasó?

-No tuve buena noche

-Se nota. Te ves muy cansado

-No importa solo vayamos a clases

Durante la noche me la pasé despertando cada 20 o 30 minutos. Las clases son muy aburridas. Soy alguien con buenas notas, pero lo hago para no decepcionar a mi familia.

El timbre suena luego de casi todo un día y me siento aliviado. Solo deseo ir y dormir.

-Adiós Luhan. Saluda a Xiumin

-Adiós Jongin

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No sé si hay algo pero mi cama en estos momentos se siente tan suave. Cierro mis ojos despacio y logro captar el sueño. Pero odio tenerlo tan ligero.

Allí está otra vez esa mirada y esos ruidos.

-¿Podrías parar? Siento que terminaré sin fuerzas

Y sé que no voy a obtener respuesta. Vuelvo a cerrar los ojos y de nuevo los ruidos. Me levanto con rabia y me dirijo a la ventana, para abrirla con fuerza.

-Para! Déjame descansar. Solo déjame dormir

Y como si eso fuera la solución, no sentí más ruidos en toda la noche. El alivio llegó.

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-Kai! Hola, ¿has visto a Luhan?

-Hola. No, supongo que está en la biblioteca

-Gracias, iré a buscarlo

Xiumin y Luhan son novios desde hace 1 año. Se llevan muy bien juntos. Yo tengo malas y pocas experiencias. Soy algo frío, pero cuando algo me gusta cambio por completo.

Las clases pasan normales y el sueño recuperado ha sido bueno.

-Kai nos vemos mañana. No olvides tu trabajo de Matemática

-Ok! Luhan, no te preocupes. Adiós Xiumin

-Adiós Kai

Y ni bien la pareja feliz se aleja, yo me voy a casa a descansar.

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Lo primero que hice fue el trabajo. Terminé temprano y aproveché en dormir. No pasó mucho para sentir esa mirada penetrante sobre mí. Perezoso abrí mis ojos, volteé la mirada hacia la ventana y me encontré con unos ojos muy grandes, pelaje castaño oscuro. Un gato estaba sobre la ventana mirándome fijamente.

Todos estos meses me desvelé porque un gato hermoso y tierno me miraba. Oh Dios! Debí hacer algo mal. Evitando mis pensamientos, me dirigí hacia él.

-Hola gatito. ¿Así que tú haces que me desvele eh?

Esperé una respuesta que sabía que nunca vendría. Solo recibí que su cabeza se inclinara un poco. Su mirada era confusa. Se acercó despacio, alzó la pata y la posicionó sobre mi mano.