Te Quiero

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-He dejado embarazada a Phasma

-¡Qué! ¿Pero no estabas con Rey?

-Si y no, la verdad es que no se lo que somos pero eso es lo último que me preocupa.

-La pregunta es ¿cuándo paso eso?

-¿Te acuerdas de aquella fiesta en la que me entregué?

-Si, no creo que la vaya a olvidar. Fue demasiado épico.

-Pues ahí fue pero estoy seguro de que use protección, siempre la uso.

-¿Estás seguro de que es verdad?

-Me enseño el test de embarazo

-Es Phasma, mentir se le da demasiado bien y un test de embarazo es fácil de manipular

-No creo que sea mentira

-Plantéate lo siguiente: cuando estás embarazada tienes náuseas

-Hasta ahí llegaba

-¿Pero cuantas veces fue al baño porque se encontraba mal?

-Ninguna.

-Ahí tienes la respuesta, aunque si no estás seguro siempre puedes ir al médico con ella para confirmarlo.

-Y voy como que soy el padre para que se entere todo el mundo ¿no?

-Hay algo que se llama secreto de profesión y si eso no funciona siempre puedes sacar el láser

-¿Pero que pasará con Rey?

-Cuéntaselo

-Tanto deseas mi muerte.- suspiro exasperación mientras me paso la mano por el pelo.

-No, pero si se entera por una tercera persona va a ser peor.

-Tengo que encontrar la manera de decírselo.

-Vete al grano o mejor aún, confirma si es verdad.

-Mejor voy a pedir hora

-Te tengo que recordar que son las cuatro de la mañana

-Pues iré con Rey

-¿Se lo vas a contar?

-No, le pediré algo que tendría que haber hecho hace tiempo.- Digo sonriente mientras me marcho.

Diez minutos después llego a su puerta y llamo, abre medio dormida llevando un ligero pijama que marca perfectamente sus curvas.

-¿Kylo?- Pregunta

-¿Puedo hablar contigo?

-Si, pasa.

-Podemos ir a dar un paseo mientras hablamos, me gustaría enseñarte algo. Claro si no te importa

-Por supuesto, dame cinco minutos.-Paso cerrando la puerta, me siento en el sofá nervioso de como decírselo.

-¿Nos vamos?

Estaba tan enfrascado en mis pensamientos que ni siquiera me había dado cuenta de su presencia. Levanto la mirada y veo que lleva unas botas bajas de color marrón, un pantalón magenta, una camiseta blanca, un abrigo de color verde militar y sus cabellos castaños recogidos en una trenza.

-¿Eh? Ah si claro, pero antes necesito que cierres los ojos

-¿Por?

-¿Confías en mi?

Al preguntárselo cierra inmediatamente los ojos. Sonrió y la llevo al exterior de manera que pueda ver toda la vista.

-Ya puedes abrirlos.-Al hacerlo se queda estupefacta

-Es precioso, se pueden ver la gran mayoría de estrellas y a la vez sus constelaciones y planetas.

-Siempre que estoy mal vengo aquí para olvidarlo todo y solo centrarme en la vista que me rodea.

-Entonces es tu escondite secreto.

-Creo que si.- le sonrio

-¿Cuantas personas lo conocen?

-Tú, es algo importante así que quería que fueras la primará en conocerlo

-Gracias por confiar en mí

-Pues esto solo acaba de comenzar

-¿A que te refieres?- pregunta extrañada

-Rey, se que no te lo he pedido y tengo miedo de lo que puedas contestar pero creo que después de todos los momentos que hemos pasado juntos ha llegado el momento. Rey, ¿te gustaría ser mi novia?

-Sí.- Contesta sonriente antes de besarme.

Le agarro la cara con las manos para profundizar nuestro beso, me separo por la falta de aire y junto mi frente con la suya para preguntarle.

-¿Te quedarás conmigo pase lo que pase? - No quiero separarme de ella, perderla, no quiero imaginarme mi vida sin ella porque desde que apareció soy diferente, soy yo mismo.

-Siempre- me contesta

-¿Pero si te fallo?

-No lo harás

-¿Y si hago cosas que no te gustan?

-Me dará igual porque te quiero tal y como eres. No cambies nunca.

Por suerte antes de salir cogí una manta para abrigarnos y quedarnos hasta el amanecer.

-Nos tenemos que ir.- Le digo mientras la beso en la cabeza.

-Pero no quiero...-me agarra de la mano suplicando que no me vaya.

-¿Crees que yo si?

-Eres el jefe,¿No puedes hacer que tengamos un día de descanso?

-Me gustaría,pero tengo asuntos urgentes de los que encargarme...-sonrío,me acerco a ella y le digo- Hoy a las cuatro en mi oficina.

-¿Ahora si quieres que vaya?- se cruza de brazos

-No es por que quiera per te recuerdo que tienes que entrenar.- le doy un tierno beso en la nariz.

Se pone de puntilla pasando sus brazos por mi cuello y me besa,le correspondía el beso a la vez que la abrazo por la cadera pegándola más a mí. Vamos caminando de la mano hasta que llegamos dentro y nos vamos por caminos separados, ella se va a descansar y yo a pedir hora con el ginecólogo para Phasma... Menuda la que me espera.







La Historia de Reylo Where stories live. Discover now