Capítulo 6

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Jude POV'S

Realmente, mientras subo una escalera tras otra del hotel, no se siente como si acabara de ganar seis mil dólares en una noche. La victoria no se siente como tal. Tan solo Trevor quedó herido, pero el hecho de que hayamos estado tan cerca de cagarla tanto, hace que el pensamiento del dinero fresco que nos espera no me emocione ni satisfaga como debería.

No quiero pensar en lo que podría haber pasado, más que nada porque no puedo permitirme más que vivir en el presente, en este que he escogido para mí. En cada momento al tiempo que respiro. La vida me ha demostrado que eso es justo todo lo que tenemos; todo lo que otros muchos nunca tendrán más. Como mi madre. La herida latente que nunca me deja del todo, presiona mis músculos desde dentro hacia afuera, enviándome lejos, tan lejos que puedo notar el dolor alcanzándome.

Cierro mis ojos por un breve lapso de tiempo y una cruel imagen se forma delante de mí. Primero es algo distorsionada, demasiado blanquecina como para poder distinguir algo de ella, pero poco a poco, la neblina toma forma y en su contorno dilucido resalta el rostro de mi madre. Igual que como la veo en mis sueños, igual que como la suelo recordar: ojos almendrados y dulces, con pequeñas arrugas y patas de gallo acompañándolos cuando sonríe; delgada nariz, frente ancha y pelo largo y castaño; en su boca, sus labios descansan en forma de corazón.

Una llamarada de esperanza resurge de pronto, busco alguna señal de que ella esté verdaderamente aquí, en frente de mí. Real y viva. Pero sus ojos permanecen estáticos en sus cuencas, sin brillo; sus labios sellados juntos... Cuando abro de nuevo mis ojos toda la ilusión ha desaparecido como el polvo. La dichosa luminosidad ha dejado paso a la oscuridad, y mis pupilas tardan en volver a adaptarse a ella, al vacío. No obstante, en seguida me doy cuenta de que no estoy solo.

Al lado del siguiente bloque de escaleras hay alguien sentado. Bueno no del todo, más bien apoyado sobre sus manos y rodillas. Las luces de emergencia situadas en lo alto de la pared gris emiten una débil y empobrecida luz naranja, aunque la suficiente para poder deducir que se trata de la amiga de Ash, ¿Mel? Lo que sea, me digo. La he encontrado a pesar de todo.

Camino hacia ella esperando que de un momento a otro salga corriendo huyendo de mí aterrorizada, pero no se mueve ni un milímetro. La cortina castaña oscura de su pelo tapa la mitad de su rostro, parece que no ha escuchado que me acercaba. Me paro frente a su silueta y me agacho con cuidado.

En voz baja, digo:

-Tienes que venir conmigo.

No espero que reaccione, solo avanzo un poco más hacia ella, y cuando hablo otra vez veo como el aire que sale de mi boca acaricia las hebras de su cabello agitándolo ligeramente.

-Ash me ha dicho que te lleve a casa.

Ante la mención de su amiga, levanta un poco la cabeza –el pelo libera su cara dejándome ver unas delicadas facciones junto con unos extraordinarios ojos-, pero mantiene sus manos pegadas en el suelo y el resto de sus articulaciones tensas. Pestañea con un costoso esfuerzo que no entiendo, y después me mira con unos grandes y furiosos ojos.

-Voy a llevarte a casa,-repito.- si no me das problemas no voy a hacerte daño.

Sin mediar palabra todavía, trata de poner unos centímetros de distancia entre nosotros, pero sigue mirándome fijamente, como si no compartiéramos el mismo idioma y estuviera tratando de descifrar cada palabra que digo. No obstante, no parece que tema de mí, por la forma en que luce yo diría que en absoluto está asustada simplemente está en una especie de shock o aturdimiento.

InsaciableWhere stories live. Discover now