Parte 73.

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Que voy hacer, me siento muy frustrada hoy tengo que ir con el a comprar el vestido para la joven quinceañera. Ella tambien va con nosotros, pero o Dios, me siento una traicionera con Justin, esto no lo va a perdonar.

Me sente en la sala de ní casa y siento que alguien entra, me asuste un poco ya que no hay nadie en casa.

-Hola estúpida. -Era Amairanie.

-Hay, mensa me asustaste. -Toque mí pecho.

-?Que tienes te veo preocupada? -Se acerco a mí.

-Tengo un compromiso. -Fruncí mi seño.

-Que tipo de compromiso. -Se sentó a mí lado.

-Ya te habia contado del comandante Andres verdad. -Ella me miro acercándose a mí.

Asintio tomando mí cabello.

-Él gran galán, que tenemos cómo autoridad. -Subió y bajo sus cejas.

-Él me invito a una quinceñera que es de su sobrina, quiere que yo sea su acompañante, y pues acepte, pero ahora siento que estoy traicionando a Justin.

-Oh ¿es enserio?

Asentí.

-Mira sí tú lo quieres así esta bien, no pasa nada solo acompáñalo un rato.

-Hoy voy a ir con el a las 2:00 a comprar el vestido de los Xv.

-Solo hazlo por cortesía pero si se pasa, ahí sí le paras el alto bebe. -Me sonrió.

-Ya se, vayan conmigo tú y Alex, así no me sentiré tan desprotegida y me vengo con ustedes.

-Si eso quieres lo aré por ti, cuándo es -Me sonrió.

-El sábado a las 6:00. -La abrase.

-Perfecto ahí estaremos, ya sabes que a mí y Alex nos encanta bailar.

-Por supuesto, bueno ya estoy un poco mas relajada. -Sonreí, hacia mucho que no lo hacía.

Después de platicar por mucho tiempo con mi bella prima, subí para arreglarme un poco.
Opte por ponerme una falda de mezclilla, medias negras botines y mí chaqueta de cuero negra, deje mí cabello suelto me puse un gloss transparente y perfume. Tome un bolso negro eché mi celular, dinero, gloss y otro perfume de repuesto.

Baje las escaleras esperando a que llegara por mí.
En cuestión de segundos fue eso, toco el timbre y me dirigí hacia aya.

-Hola ______-' estas muy hermosa como siempre.

-Gracias Andres. -Le mostré una sonrisa falsa.

Me abrió la puerta de su coche, después me presento a su sobrina, que mas al rato nos saludaríamos bien.

-Andres, crees que Justin logre salir mas pronto. -Solté rápidamente sin temor y rodeos.

-No lo se _____-' el esta enlazado con el narco. -Espeto seriamente.

-Oh no, yo pensé que podría salir mas pronto. -Pero sabía que el no me decía la verdad, Fredie me contó que Justin podría salir mas rápido de lo esperado. Pero el no me quería decir la verdad, quizá él pensaba que me podría enamorar de él, y así podría olvidar a Justin.
Pero eso era totalmente imposible, Justin sera él amor de mí vida siempre. Lo esperare hasta que salga.

Todo el camino fue silencio, la sobrina de Andrés iba con sus audífonos puestos y Andrés llevaba los puños apretados hacia él volante.

Nos bajamos a un local de vestidos exclusivamente para los 15 años, Andrés nos abrió la puerta, ahí ya pude apreciar bien a la señorita, esta muy bonita, alta, morena, ojos cafés y cabello negro largo.

-Me tienes que ayudar a escoger mí vestido, porfa. -Sonrió y junto sus manos en forma de suplica.

-O claro que sí, pero no tengo mucho conocimiento de moda. -Le sonreí de vuelta.

-Dices, ¿qué no tienes conocimiento? Deberías observarte luces, muy bien y hermosa, bueno estas hermosa. -En ese momento entramos al local.

-O que linda eres, gracias y tú también eres hermosa. -Me sonrió en forma de agradecimiento.

-Escoge él que tú quieras cariño
-Feron las palabras de Andrés, que se sentó en una silla a esperar.

La joven Marcella (así era su nombre)
Empezó a buscar y a buscar, le dije que por su tono de piel, escogiera algo claro y no muy vivo.

Dijo que lo quería rosa bajó, o azul cielo.

Término de escogerlo y estaba muy bonito, (Vestido en galería) creo que ella quedó encantada, Andrés se acercó a pagar y nos marchamos a una joyería, a esta hora ya me sentía fastidiada ya quería volver a casa.
Espero qué ya nada más sea la joyería y me llevé a casa.

-Listo, aquí es. -Nos abrió la puerta de su coche.

-Tío que tengo que escoger, porque yo no lo se. -Preguntó Marcella revisando su teléfono.

-Lo que tú quieras cariño.

-Okey tío. -Le sonrió de nuevo.

-Quiero éste anillo y esta pulsera. -Se veían realmente costosos, tenían diamantes por todos lados y era una especie de oro, que se destacaba por su gran valor según nos dijo él joven ya que se encontraba muy forzosamente, pero al comandante Andrés no pareció importarle él valor solo pago lo que le dijeron.

-Adelántense al coche, ahora las alcanzó. -Nos dio una mirada cálida.

Nos dirigimos al auto a platicar unos minutos, hasta que Andrés apareció por las puertas de aquella joyería.
Lo observe por unos instantes, es muy atractivo, su look tan despreocupado lo hacia lucir aún más joven. Su barba sus ojos y su manera de decir las cosas hacen que él se vea un hombre maduró y sin pensarlo dos veces lo es.

Se subió al coche, al instante empezó a conducir.

-Quieres algo de comer muñeca, se dirigió a Marcella.

-Si tío, muero de hambre.

-Y tu ____-' ¿quieres algo? -Espeto con una sonrisa.

-No, Andrés muchas gracias. -Lo que quería era llegar a mí casa, quizá dormir, no lo se pero lo que quería era estar en mí hermoso hogar.

Tomo la comida rápida y la entregó hacia la joven, él camino a una colonia que no conocía se torno en silencio.

Bajo a su querida sobrina, lo cual ella me dio un beso de despedida.

-Nos vemos pronto. -Fue lo único que le dije.

-Te llevaré a un restaurante muy bueno. -Fue lo único que alcanzó a decirme, sin ninguna expresión en su rostro. No me agrada la forma en que él actúa, dice las cosas con la forma de mandar.

Debo de entender pues él es un comandante vive dando ordenes día a día.
Pero no dije nada, solo dejé que condujera, mientras mis pensamientos estaban en la única persona que habita en mí cabeza persona a la cuál amo, Justin Bieber.

¿Que estará haciendo? Miles de recuerdos se me vinieron a la mente con él, mi persona favorita.

-Hemos llegado. -Sus palabras estropearon mis hermosos pensamientos.

Nos bajamos camino al lugar, se veía elegante, no me gustan las cosas elegantes, normalmente Justin me traía a locales de pizzas, hamburguesas, locales que se sentía la familiaridad.

Nos sentamos en una mesa, pedimos la comida.
Él no tenia conversación nunca, Justin siempre la tenía, de cualquier cosa o situación.

-Ten. -Fue lo único que le escuche decir en un par de minutos mostrando una caja pequeña color plateada.
Después de eso la abrió, dejando ver un brazalete de color dorado, lleno de diamantes, muy hermoso.

-Pero yo no puedo aceptar eso Andrés. -Fueron mis turbias palabras, piensa que con regalos sedere a sus pies, pero esta equivocado.

Muy equivocado.

Enamorada de mí hermanastro. © Justin Bieber y tu. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora