Adiós

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Sostén mis manos... -susurró Mikaela entregando su tacto a Yuuichirou-

Y obedeciendo así lo hizo.

-Estoy contigo... -agregó mostrándole una sonrisa llena paz mientras reposaba su rostro sobre el de éste-

-...

Yuuichirou se mantenía en silencio preso de su propia contradicción, ya que en su mente la acción de detenerlo le gritaba que lo hiciera... porque sabia muy bien que no saldría nada bueno de esto.

Pero el deseo que recorría por todo su cuerpo, le pedía que continuara hasta el final, sin que objetar cualquier orden que recibiera.

Y cuando creyó que le tomaría más tiempo calcular cual sería la decisión correcta.

El calor de los labios de Mikaela silenciaron sus pensamientos.

-Ngh... Nn.. Ah.. hah...

Gemidos impacientes por más placer eran los que se liberaban de sus bocas...

Como si nadaran dentro de una enorme ola, los golpes de esta marea eran representados a través del movimiento que ejercían, los cuales eran lentos y al mismo tiempo salvajes... Causando pequeños remezones en sus paladares llevándolos a tal placer que era imposible separarse.

El corazón de Yuuichirou se transformó al igual que un péndulo que se mueve de lado a lado, el cual iba cayendo desde un cielo que jamás conocería hacia una tierra desconocida que era el cuerpo y afecto de Mikaela.

Entendiendo la gravedad de sus sentimientos, el miedo de aceptar tal cálida y honesta sensación...

Desaparecía.

Y cuando ya no pudo más, su frágil corazón reconoció el gran poder que tenía el primer amor.

Mikaela sonreía y Yuuichirou también lo hacía, pero la diferencia entre los dos era que para Yuuichirou era doloroso el hacerlo.

Rápidamente Mikaela se percató de ello, y para calmar la ansiedad de éste, comenzó a besar sus mejillas humedecidas.

-Basta, no llores más... -susurró durante los besos que dejaba en su rostro-

-Mika-Mikaela... -respondió sintiéndose insignificante-

No quiero... No quiero perderte.

-Qué estás diciendo? Yo estoy aquí. -dijo dándole un pequeño beso sobre el monte de su labio superior-

"... Por qué no puedo simplemente olvidar todo lo que he hecho y entregarme a ti?

Por qué tengo que sentirme tan atraído hacia esa luz que irradias; Es tan brillante que me asusta.

Lo que más temía era arrastrarte, pero...

Parece que lo he conseguido."

Pensamientos que guardaba con recelo se reflejaban en los ojos del demonio.

Pero al ver aquella transparente y apacible sonrisa en el otro, la simple idea de alejarse se extinguió para Yuuichirou.

Mikaela llevó una de sus manos hacia la mejilla derecha de Yuuichirou mientras que la otra se iba deslizando, comenzando por su cuello, bajando por su manzana de adán y luego para perderse por todo su torso y por fin llegar hasta su miembro.

Yuuichirou cerraba los ojos porque su orgullo se había sumergido ante los placenteros besos y caricias que mataban sus miedos; Sus piernas, brazos y todo su cuerpo temblaba al igual que el de Mikaela.

Como si la eterna lluvia en la que vivía hubiera cesado...

El placer que le ofrecía el otro lo secuestraba llevándolo hacia un dulce sueño que solo se experimenta una vez en la vida.

DijinnWhere stories live. Discover now