Capítulo 25

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JACK'S P. O. V
Últimos 3 capítulos.

Las dos últimas semanas pasaron rápidamente y el último día de clases no tardó en llegar.

Cuando mi madre se enteró de que había estado en una pelea se enojó muchísimo y me castigó, aunque tampoco había gran cosa que pudiera hacer. También estaba muy preocupada, y pasó casi media hora curando los cortes de mi rostro y unas dos horas más tratando de lavar la sangre seca de mi camiseta.

El ambiente era pesado el último día de clases, sobre todo en la última clase, cuando todos los alumnos inquietos miraban el reloj de la pared, deseosos y desesperados porque el año escolar terminara; y, en mi situación, por graduarme.

No quería irme ahora que tenía a Meghan. No quería dejarla. Pero en verdad me emocionaba dejar atrás el instituto. Y, sinceramente, siempre había querido vivir en Nueva York. Finalmente tenía la oportunidad de hacerlo y no la desaprovecharía por Meghan.

De igual manera, yo no podía interferir en su futuro.

En cierta manera era lo mejor para ambos.

Cuando sonó el timbre que anunciaba que la última clase había finalizado todos se pusieron de pie y salieron al pasillo atropelladamente.

Me tomé mi tiempo para recoger mis cosas. Esperé a que todos se hubieran ido para abandonar el salón de clases -estuve alrededor de diez minutos sentado en silencio, con la mirada baja-. Caminé por los pasillos casi vacíos con las manos en los bolsillos de mi chaqueta deportiva; tenía que admitir que me sentía un poco nostálgico.

Me senté en las escaleras de entrada y solté un largo suspiro. Le había dicho a Meghan que no me sentía bien y que quería estar un tiempo a solas. Ella lo comprendió.

Los minutos pasaron y yo seguía sentado allí, con la mirada perdida y el sol dándome de lleno en el rostro. Una fija capa de sudor me cubría la frente.

Llegué a casa y subí a mi habitación sin decir nada; me sentía vacío y levemente deprimido, desconocía el motivo, es decir, acababa de terminar el instituto, lo que significaba que debería de estar en la fiesta que Alli organizaba todos los años pero me sentía incapaz de ver a esa zorra, o de ver a Sammy y a Skate. No porque aún sintiera algo por ella, ahora que lo pensaba no estaba seguro de si alguna vez había sentido algo más que una atracción física y sexual por ella, una atracción que había terminado por consumirme en su día, haciéndome creer que la amaba cuando en realidad no era más que el deseo de la carne.

Tomé una ducha fría para refrescarme, despejar mi mente y relajar mis tensos músculos. Cuando salí del cuarto de baño decidí ponerme lo más cómodo posible, pues tenía la intención de pasar el día entero sin hacer nada.

Estuve un buen rato tirado en mi cama boca abajo sin mover ni un músculo hasta que, básicamente, me aburrí. Finalmente decidí llamar a Meghan, que contestó casi inmediatamente.

-Hola, Jack.

-Hola, linda.

- ¿Ya te sientes mejor?

Ignoré su pregunta.

- ¿Estás ocupada? -pregunté en su lugar.

Suspiró.

-No, ¿por?

-Quiero verte.

- ¿Puedo ir a tu casa, entonces?

-Sí -respondí tratando de no sonar desesperado, aunque realmente moría por tenerla a mi lado.

-Okay, llego en cinco minutos.

- ¿Meg? -dije antes de que pudiera colgar.

- ¿Sí, Jack?

-Te amo.

-Yo a ti, Jack -suspiró de nuevo antes de colgar.

Cuando llegó se sentó a mi lado en la cama y me sonrió con tristeza. Yo pasé mis brazos alrededor de su cuello y la atraje hacia mí casi inmediatamente. Buscando sentir aquel alivio que me invadía cuando estaba con ella, estaba desesperado por sentirlo.

Estuvimos en silencio durante un buen rato hasta que ella levantó la cabeza para mirarme. Inspeccionó mi rostro con el ceño fruncido: Aún tenía el ojo morado, aunque los cortes comenzaban a sanar poco a poco y no se notaban tanto como antes.

- ¿Qué pasa? -le pregunté devolviéndole la mirada.

-Nada -apartó la vista.

- ¿Segura?

-No... -suspiró- Es que te extrañaré.

No respondí, me abalancé sobre ella y la besé con fuerza y desesperación.

Sentí como las lágrimas corrían por sus mejillas; ambos sabíamos que aquel podría ser uno de los últimos besos en mucho tiempo.

Yo trataba de grabar en mi memoria el sabor de sus labios.

Cuando nos separamos limpié sus lágrimas con mi pulgar y acaricié su mejilla.

-Ya deja de llorar, linda -susurré y dejé un casto beso en la punta de su nariz.

-No quiero que te vayas... No estoy lista para que lo hagas, Jack -balbuceó.

-Lo siento.

Ella suspiró y se aferró a mí con fuerza.

Hide - Jack Johnson (Jack and Jack)Where stories live. Discover now