—Bueno, Hufflepuff...—comencé a decir pero me interrumpió.

—...De todos modos, es mejor que sigamos buscando el sapo de Neville. Y ustedes  tres deberían cambiarse ya, vamos a llegar pronto.

Y se marchó, llevándose al chico sin sapo.

—Cualquiera que sea la casa que me toque, espero que ella no esté —dijo Ron. Arrojó su varita al baúl—. Qué hechizo más estúpido, me lo dijo George. Seguro que era falso.

—Solo es una chica muy lista, ¿no hay que juzgarla?—le dije no muy confiada, porque en realidad, que la chica me hubiera interrumpido no me había gustado nada. 

—¿En qué casa están tus hermanos?—preguntó Harry

—Gryffindor —dijo Ron. Otra vez parecía deprimido—. Mamá y papá también estuvieron allí. No sé qué van a decir si yo no estoy. No creo que Ravenclaw sea tan mala, pero imagina si me ponen en Slytherin.

—¿Esa es la casa en la que Vol... quiero decir Quien-tú-sabes... estaba?

—Ajá —dijo Ron. Se echó hacia atrás en el asiento, con aspecto abrumado.

—¿Saben?—dije—. Espero estar en Gryffindor, allí estuvieron mis padres, pero mi abuelo estuvo en Hufflepuff y es muy buena—dije tratando de animar a Ron.—. Ojala sea una Hufflepuff si no me ponen en Gryffindor,

—¿Y sabes? Me parece que las puntas de los bigotes de Scabbers están un poco más claras —dijo Harry, tratando de apartar la mente de Ron del tema de las casas—. Y, a propósito, ¿qué hacen ahora tus hermanos mayores?

—Charlie está en Rumania, estudiando dragones, y Bill está en África, ocupándose de asuntos para Gringotts —explicó Ron. 

—¡¿Dragones?!—pregunté exaltada—. Oh, por Merlín...debe ser increíble...

—No lo encuentras tan increíble si es que quieres estar en una pieza—dijo Ron y yo bufe—. ¿Se enteraron de lo que pasó en Gringotts? Salió en El Profeta, pero no creo que las casas de los muggles lo reciban: trataron de robar en una cámara de alta seguridad.

Me sorprendió la noticia, Grigontts era uno de los lugares mas seguros, no sabía lo que custodiaba las bóvedas o sus tesoros, pero sin duda era increíblemente resguardado.

—¿De verdad? ¿Y qué les ha sucedido?—preguntó.

—Nada, por eso son noticias tan importantes. No los han atrapado. Mi padre dice que tiene que haber un poderoso mago tenebroso para entrar en Gringotts, pero lo que es raro es que parece que no se llevaron nada. Por supuesto, todos se asustan cuando sucede algo así, ante la posibilidad de que Quien-tú-sabes esté detrás de ello—explicó Ron

No tuve que leerles la mente para saber que sentían un poco de miedo y no los culpaba.

—¿Cuál es su equipo de quidditch? —preguntó Ron.

—Por supuesto que los Chudley Cannons—dije, me fascinaba el Quidditch, mi abuelo me había introducido en el mundo del Quidditch.

—¿Eres fan? Tienes un buen gusto, Scamander—dijo Ron, yo sonreí. 

—Eh... no conozco ninguno —confesó Harry.

—¿Cómo?—graznó Ron

—Oh, ya verás, es el mejor juego del mundo... —Y con detalles le explicamos todo sobre las cuatro pelotas y los jugadores, describiendo famosas jugadas. Ron ahora le estaba explicando los mejores puntos del juego, cuando otra vez se abrió la puerta del compartimiento, pero esta vez no era Neville, ni Hermione Granger.

Laila Scamander y La Piedra FilosofalWhere stories live. Discover now