#KaiSooDay

✧; Paradise on your lips | 2017

Otro día más que a Jongin le costaba despedirse de KyungSoo.Otro día más en donde ese beso no llega a su objetivo.

Jongin ha estado enamorado de KyungSoo desde el primer momento en que lo vio, no fue amor a primera vista, no, Jongin seguía sin creer en esas cursilerías como él las llamaba, pero siempre que comentaba eso ChanYeol siempre aparecía dispuesto para hacer una digna imitación de como reaccionó esa ocasión.

— Y ya decidiste confesarte Jongin — era el tema favorito de ChanYeol, entrometerse en la vida de los demás — No ChanYeol, no pienso decirle nada a KyungSoo porque sé que él no siente nada por mí — dijiste resignado — y no quiero arriesgarme a perder su amistad — ChanYeol era el único que sabía del sufrimiento que cada día pasabas cuando te despedías de ti hyung favorito.

Es sencillo Jongin, sólo giras el rostro cuando estás a centímetros de su mejilla y le das un beso en los labios, en un par de ocasiones ChanYeol te había brindado ese sabio consejo porque le sirvió para poder confesarse a BaekHyun; y en si la idea no era mala, pero Jongin sabía que KyungSoo no era BaekHyun y su manera de reaccionar sería completamente diferente.

KyungSoo abriría los ojos el doble de su tamaño, sus mejillas se teñirían de un rojo hermoso, sus manos comenzarían a sudar y él empezaría a tartamudear pidiendo una explicación, y aunque Jongin conocía cada una de esas acciones, porque eran las que habían hecho que se enamore de él, Jongin no se encontraba en las circunstancias para explicar como se había enamorado de su mejor amigo de la infancia.

Las despedidas para Jongin siempre significaron sinónimo de tortura, pero esta no.

— Hasta mañana muchachos — escuchaste a KyungSoo despedirse desde la cocina, no querías decirle adiós, no como todos los días, sufriendo porque te era dolorosa darle un beso en la mejilla cuando en realidad querías besas esos labios en forma de corazón — Hasta mañana Jongin — lo escuchaste cerca de tu rostro para luego sentir el paraíso en tu mejilla, era la primera vez que KyungSoo se despedía dando un beso, y con eso confirmaste que los labios de KyungSoo estaban hechos de algodón, y ahora más que nunca deseabas probarlos.

Todos esos minutos de silencio tuvieron su recompensa, todo ese tiempo esperado valió la pena.

— Mi reto para Jongin es que le de un beso en los labios a KyungSoo — le había dicho ChanYeol y él se encontraba fulminándolo con la mirada — tienen que estar así por 5 segundos.

Jongin no quería ver a KyungSoo, deseaba que en ese momento sucediera alguna catástrofe e impidiera ese momento, iba a resultar incómodo y extraño, no por él, porque aunque deseaba asesinar lentamente a ChanYeol también le agradecía, porque ya no soportaría más ese dolor que le significaba despedirse todos los días de KyungSoo.

Así que haciendo honor a la casa en donde Pottermore lo había colocado, esa casa de los leones valientes, se levantó de su asiento y con 5 pasos estuvo a la altura de KyungSoo quién se encontraba con la mirada gacha, y con la mano temblando ligeramente le levantó el mentón y por una cuestión de segundos se perdió en sus ojos, esos ojos que amaba intensamente.

Jongin quería atesorar el momento, a lo mejor este gesto significaría el fin de su amistad o quedaría como una divertida anécdota, pero lo que Jongin sabía era que por fin tendría esos labios soñados sobre los suyos.

El paraíso, eso eran los labios de KyungSoo para Jongin, cuando habían logrado juntar sus labios se desconecto del mundo, y lo único que escuchaba eran los latidos de su corazón silenciando a ChanYeol. No había lugar ni sensación que lograra describir lo que sentía al tener los labios de KyungSoo sobre los suyos, pero si por él fuera nunca dejaría de experimentarla.

Misteriosamente el paraíso había llegado acompañado de una calidez en su pecho, ahora sentía los latidos de su corazón siendo amortiguados por unas manos pequeñas, por eso, cuando comenzó a abrir lentamente sus ojos, en parte porque estaba seguro que ya había pasado el tiempo dado, se encontró con la sonrisa más hermosa que había visto en toda su vida, KyungSoo le sonreía como si fuera el único ser con vida sobre la tierra y tenía su mano en su pecho, exactamente a la altura de su corazón haciéndole caricias casi imperceptibles.

— Hola — fue lo único que había salido de tus labios, no habían compartido un beso realmente, sólo habían sido labios contra labios pero para él había sido mucho — Hola — te respondió KyungSoo con las mejillas mucho más rojas y aún con la mano en tu corazón — tardaste demasiado Jongin, pero ha valido la pena — y entonces fuiste consciente que todo había sido fríamente calculado, porque misteriosamente ahora en la habitación sólo estaban KyungSoo y tú, así que sin desaprovechar el tiempo y temiendo que todo sea un sueño, tomaste de manera delicada cada lado del rostro de KyungSoo y lo acercaste a tus labios, para ahora sí besarlo como realmente se merecía, y justificando todo ese tiempo perdido.