Si tu supieras.

Final

George

Me desperté de un sobresalto, tenía el cuerpo bañado en sudor y la respiración acelerada, junto al inconfundible vacío en el pecho que tenía desde hace meses.

Tomé mi cabeza entre mis manos y suspiré; ese momento, en el que nos separamos se repite en mi cabeza... Una y otra vez.

Afuera estaba lloviendo, me asome por la ventana y ví una chica alejarse hacia la intersección de arriba.

"Podría ser ella..."

No, ella no va volver. El vacío en mi pecho se hizo más grande, mentiría si digo que no la extraño, que ya no la amo y que ya no la necesito.

No recuerdo cual fue la razón por la que le falle... por la cual volví con Sam.

Baje tratando de distraerme haciendo otra cosa. Ponía un poco de café cuando por la ventana de la cocina se veía una caja al otro lado de la reja.

Fruncí el ceño.

Salí corriendo, abrí lo más rápido que pude tomando la caja entre mis manos para volver corriendo dentro de la casa.

La abrí y solté un jadeo, todo estaba ahí... Las fotos, boletos de conciertos, del cine, mi cazadora negra, nuestro collar y cartas... Muchas cartas.

"—Debemos prometer que si algún día nos separamos nos daremos el uno al otro nuestras cosas...

—¿Nuestras cosas?

—Si, cosas que tengamos uno del otro o nuestros recuerdos...

—¿Porque?

—No soportaría tener algo tuyo pero no tenerte a ti.

— Jamás vas a tener que pensar en eso... No voy a dejarte.

Besé sus labios y la abrace más fuerte."

Comencé a leer todas y cada una de las cartas, entre más leía mi corazón se rompía un poco más y mi odio hacia mi mismo crecía.

Cuando termine de leer la última carta quise salir corriendo, pero un sobre blanco llamo mi atención, lo abrí y eran nuestros billetes de avión a España.

"Para que viajes con ella... seguro que le encantará Madrid :)"

Los ojos se me llenaron de lágrimas y llore... Llore todo lo que ella seguramente había llorado por mi y todo el dolor que ella había sentido se acumuló en mi pecho.

Y lo entendí, ella había sido el amor de mi vida y ya no estaba, ella no iba a volver y yo no tengo el coraje para pedirle que se quede.