Drama de parejas.

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Drama de parejas.

Después de aquel día, la situación se había relajado mucho. Tener dos amigos que apoyen tu relación era un gran alivio al alma y no tenían tanto miedo de ser un poco "cariñosos" en público ahora. Después de un entrenamiento El castaño y el rubio se pusieron a ambos lados charlando entre sí. Hablaban tonterías y entre toqueteos (algunos sospechosos) pasaban el rato olvidándose de donde estaban.

- ¡Vamos Sumiaki acompáñame a casa, no habrá nadie podremos divertimos! - Se notaba el doble sentido de ese pequeño castaño, el cual pasa una mano discretamente por la cadera del rubio.

- Hum.. -se estremece, dejándose tocar.- ¡B-bien kenji, pero debo de avisar a mis padres o se preocuparan mucho por mí!

- Siempre siendo un "buen niño", ¿no Sumiaki? - le guiña un ojo, de forma un poco coqueta y una sonrisa que indicaba sus dobles intenciones.

- ¿Estos no lucen un poco... cariñosos? - Murmuraba Ebumi a su amigo Matsu, el cual solo alza los hombros sonriendo un poco divertido.-

- Yo creo que se ven tiernos. - Confiesa el muchacho de rastas cortas.- No me digas que tienes sospechas raras Ebumi.

- Sabes que siempre pienso en doble sentido, Matsu-senpai.

- ... - A quien no le hacía tanta gracia, era la capitán del equipo. El cual a veces actuaba como un padre sobreprotector con los miembros del equipo y no le gustaba la idea de que el pequeño castaño y el rubio fueran tan descarados con sus intentos. ¡Eran niños por amor a dios, no debían hacer cosas de adultos aun!.- no me gusta nada...

- Takuya son jóvenes y tienen muchas energías que desperdiciar. - Le responde en tono bajo el pelinegro y se sonroja levemente viéndole de reojo.- Te recuerdo, que nosotros éramos un poco peor a su edad. ¿Recuerdas la vez en el salón de música?

- .... - El capitán queda en silencio, con su cara complemente enrojecida de vergüenza y solo asiente. Como dicen por ahí, el pez muere por la boca.

- Bien ya me tienen harto. - El rubio de segundo año, Oharano tenía una venita en su frente. Encara al castaño y el Rubio de mayor altura.- ¡¡Ustedes están muy cariñosos, además se llaman por sus nombres como si nada, explíquense!

- ... - El pequeño castaño ve de reojo a su pareja, la cual estaba muy avergonzado como para poder hablar, así que esa fue su señal de que tal vez era hora de sincerarse. Ya no tenía tanto miedo como antes y si alguien intentaba hacerles algo, él sabía perfectamente cómo ponerlos en su lugar. - Es por que Iwashimizu y yo somos novios. Si tienes algún problema con ello, dímelo a la cara. - Confiesa sin preocupaciones y con una cara dura que pasaría a la historia.

-....¿¿EH??

Hubo silencio en los vestidores durante varios segundos eternos, Iwahsi estaba nada de entrar en pánico, sekizan quería matar a gion por su poca discreción y Mutsumi intentaba buscar alguna excusa para poder salvar la situación, fue entonces cuando se escuchó una risa divertida que provenía del gran Hirota.

- ¡Ebumi me debes 100 Yenes!

- ¡Maldita sea!

Ahí el ambiente realmente se relajó, muchos compañeros murmuraban y reían diciendo "era obvio", "se venía venir" y también algunos que decían "pensé que no se atreverían a hacerlo formal hasta que se graduaran", Gion rio por lo bajo y iwashi suspiro aliviado al ver la reacción tan tranquila de su equipo.

- No me esperaba eso... - Confiesa el capitán mirando de reojo a su compañero.

- Tampoco yo Taku.

- ¿Ahora, Oharano me permites ser cariñoso con mi novio o eso te afecta? - Rie alzando una ceja, el nombrado tenía el rostro completamente rojo y se veía ¿celoso?, no replico y se voltea dirigiéndose a su casillero.- Je... -toma la mano de iwashi, y le jala la camisa atrayéndolo a sus labios, unen sus labios en un beso suave pero profundo que duro unos cuantos segundos. Sonríe al separase y acaricia con la punta de sus dedos los finos labios de su amado rubio. - ¿Ahora, sigue en pie lo de mi casa?

- Ah... - El pobre no hace más que asentir ante la insinuacion abrazando a su pequeño novio de la cadera delicadamente.

- ¡¡Hey, cuidado embarazas al pobre Iwashi!! - Se burla el rubio de pestañas exageradamente largas con una sonrisa burlona.- ¡Usen condón!

- ¡Diría lo mismo de ti y Matsu! - le sigue le juego el castaño riéndose de forma ligera.

- ¡Pero qué dices mocoso! - Su cara se pone de colores, mosqueado ante el comentario.

- jajajajaja.

Mientras el aura se calmaba, un miembro del equipo no se veía nada feliz. Sin mediar palabra con los demás sale de los vestidores caminando con dirección a su hogar, tenía la mirada baja apretando sus dientes mordiéndose un poco los labios. Sus ojos estaban ligeramente aguados como si estuviera conteniendo profundamente las ganas de llorar. Se veía frustrado, molesto y sobre todas las cosas profundamente celoso.

- Estúpido Gion, estúpido Iwashi. ¡Estúpido, idiota y tonto de Iwashi! - Murmuraba bajo con cierta frustración.- ¡Que tiene ese grandulón tonto, que yo no! - patea el piso.- ¡Gion... soy mucho mejor que ese rubio alto y tonto!, porque nunca te diste cuenta. -se abraza un poco a si mismo, tenía el orgullo herido. - tal vez... Deba de demostrarte que soy mejor que él, así veras el error que cometiste por elegirlo a él en vez de a mí.

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- En verdad no me esperaba una reacción tan suave del equipo. - murmuraba el capitán, quien en compañía de Mutsumi caminaban tomados de manso a casa.- Tal vez... Deberíamos decir lo nuestro también, ya vi que no tenemos nada que ocultar. - Mira al pelinegro de reojo, con un fuerte sonroje en sus mejillas apretando fuertemente su mano.

- Si, deberíamos. - Este loe devuelve la mirada, se detiene y se pone frente a él.- Ya... estamos lejos de la escuela Taku, ¿Me... me darías un beso?

- Mutsumi. - El pelirrojo toma delicadamente el mentón del pelinegro, une sus labios en un beso. Era un roce inocente la principio pero lentamente la lengua del capitán se escabulle dentro de la boca de quien fue alguna vez su amigo de infancia. En la calle solitaria solo se escuchaban los sonidos acuosos de aquel apasionado beso, Sekizan coloca al pelinegro contra una pared, entrelazando los dedos de sus manos. Su lengua saboreaba su cavidad, repasando los dientes de su amante con la punta de esta.

- Am...-El pelinegro se aferraba a la espalda de su pareja, acariciaba los costados de esto moviendo sus labios y cabeza al ritmo de ese fogoso beso manteniendo pegado sus cuerpos. Cuando se besaban de esa forma ambos se sentía como dos muchachos de primero otra vez, cuando el aire hizo falta se obligaron a si mismos a separarse del beso. Respirando agitados compartían una mirada que expresaba una sola cosa: Deseo y necesidad.

- Mutsumi... - Hunde su rostro en su cuello, acariciando sus costados pasando una mano pro la pequeña panza de este.- Je, estas más relleno, me gusta.

- ¡No digas cosas tan vergonzosas! - Recrimina avergonzado.- Takuya... - En un hilo de voz, se acerca al oído de sekizan, el cual muerde de forma suave. - hum. - Se separa después de dar una pequeña lamida.- Takuya... vamos a tu casa por favor.

- Ahmm. - Gruñe ligeramente ante los roces de Mutsumi uniendo más sus torsos.- Pero si vamos no poder detenerme mutsumi.

- ¡No quiero que lo hagas! - le abraza aún más. - Ya me canse de esa tonta regla de no tener sexo antes de un partido, ¡Estoy necesitado, ya no quiero descargar mis tensiones solo... te necesito Takuya!

- Mutsu... -Muerde su labio inferior, para que negar que estaba excitado y necesitado de igual manera.- Bien, pero si nos duele la cadera mañana será tu culpa.

- ¡Asumo total responsabilidad, Takuya!

Continuara.

¿Hay algo mal conmigo?Место, где живут истории. Откройте их для себя