CapítuloVeintitrés|Salida|

Start from the beginning
                                    

—No te preocupes, eso lo arreglaré yo. ¿Entonces?

Kara pensó en todas las posibilidades. Era peligroso salir de esa manera cuando es de noche, aún más cuando hay tanto ebrio. Pero, creía que tenía las ganas suficientes como para salir esa noche y celebrarla como se debía.

—Te llamaré si decido ir, ¿está bien?

—Vale, pero procura llamar antes de las dos.

—Está bien.

Ambas se despidieron y Kara prosiguió a salir a la calle y tomar un taxi.

Cuando llegó a su departamento, eran las ocho de la noche. Se dirigió a su habitación y comenzó a desvestirse. Se metió a la ducha y estuvo ahí durante diez minutos. Al salir, se vistió con la ropa más cómoda que tenía, y se acostó a ver TV en su cama.

Mientras veía El Grinch, se durmió y así estuvo durante horas, cuando el timbre de su departamento sonó estrepitosamente. Nerviosa, se levantó de la cama con el vaso en el que estaba bebiendo jugo, en mano. Se dirigió hacia la puerta, y, cuando volvieron a tocar, no pudo evitar soltar el vaso de vidrio.

—¡Mierda!

Lo ignoró y siguió hasta la puerta. Miró por el mirador y se sorprendió al darse cuenta que, la persona que se encontraba detrás de su puerta, era nada más, ni nada menos, que una sonriente Melissa.

Kara la miró de arriba abajo y observó la pequeña maleta que tenía en sus manos.

—¿Que... qué haces aquí?preguntó adormilada.

—Vine por ti. No quería que pasaras sola la Noche Buena.

Melissa entró y cerró la puerta detrás de ella.

—Ahora, vamos a tu habitación.

—¿Para qué?

—Para arreglarte, ¿para qué más?

Kara asintió sin saber qué responder. No tenía ánimos de salir. Le daba miedo imaginar que podría encontrarse con aquellos dos tipos o con Logan o Marcus.

Se sentía que estaba completamente rodeada. Incluso, pareciera como si estuvieran esperando a que diera un mal paso para agarrarla.

—Mellisa, no creo que sea bueno que yo...

—¡Patrañas! Saldrás conmigo y no repliques. Quiero que socialices.

—¡Pero lo hago!

—Y de una muy mala manera, Señorita.

—Yo... tengo miedo de salir y que llegue a pasar algo.

—No pasará nada. Estarás conmigo en todo momento, no te dejaré sola.

—¿Debo confiar en ti?

—¡Por supuesto! Ahora ven y siéntate para maquillarte.

Kara asintió y fue hasta ella.

Sentir cómo la maquillaba, era extraño para ella. Cuando terminó, se miró al espejo.

Siempre, intentaba usar el menos maquillaje posible. Le gustaba ser natural. Sin embargo, lo que había hecho Melissa en su rostro, era todo menos natural, pero le encantó el resultado.

Su amiga se movió por la habitación y abrió la pequeña maleta que había traído consigo. De ella, sacó un hermoso vestido blanco de encaje y tul color beige.

—Colócatelo.

Kara lo tomó en sus manos y lo llevó consigo hasta el baño. Se deshizo de sus prendas cuidadosamente, y deslizó el vestido por su cuerpo. Era corto, quizá demasiado para su gusto. El escote corazón con pedrería se ajustaba a su pecho y ajustaba hasta la cintura.

Corazón Principiante✔️Where stories live. Discover now