Capítulo Especial: Murasakibara se casa 2/3

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Murasakibara se colocó el esmoquin perfectamente confeccionado para él. La tela era suave, negra y de calidad. Era su día, era el momento de demostrarles a los demás que no era un impulsivo y que su matrimonio con Laura podía funcionar tan bien como lo estaba haciendo el de sus amigos.

Todavía estaba sentido con ellos, había pasado un mes y no se habían hablado. Sabía gracias a los chicos que Akashi al fin había aprendido a cocinar y a tender una cama, y que Kuroko preparaba todos los papeles para su admisión a la universidad, pero no les había dirigido si quiera una mirada hasta que se disculparan por desconfiar de él.

Subió al Mercedes negro que lo esperaba fuera del apartamento en el que se encontraba. Se mudaría a Kyōto una vez casado, sus padres vivían en Londres y también se habían opuesto a esa boda. Incluso más que "Los Akashi".

Todo el trayecto se hizo insoportable. No era una fiesta tan grande como la de Kuroko, ni siquiera le habían hecho despedida de solteros. Ni siquiera tenía más invitados que sus amigos, los cuales harían de testigos. En realidad, era una boda triste, una boda que nadie quería. Y eso le dolía a Murasakibara, porque más que para demostrarle a los demás que podía ser responsable y dejar de ser el bufón del grupo, quería que ellos tuvieran en claro que se había enamorado de Laura.

Estaba molesto porque había pensado que Kuroko lo entendería. Él le había contado que cuando tenía ocho años, la primera vez que vio a Akashi con su cabello rojo y un sus hermosos ojos heterocromaticos, se enamoró de el y supo que su destino era estar con el. No entendía por qué Kuroko no quería aceptar que a él le había ocurrido lo mismo con Laura.

Se bajó del auto con las manos sudorosas, con la voz en un hilo y con la cabeza en otro sitio. Los nervios lo comían vivo, pero era valiente y el cariño que sentía por la chica castaña lo impulsaba a entrar al registro civil.

Habían acordado no casarse por la Iglesia, necesitaban invitados y eso era lo que menos tenían.

Entró al edificio y se encontró con Himuro, Abi, Midorima, Kise, Haizaki y Aomine esperándolo. Laura aún no llegaba y Murasakibara sonrió que al menos mantenía la tradición.

La chica llegó luego de diez minutos, iba con un vestido blanco floreado hasta las rodillas, perfecto para un día de verano. Murasakibara le tendió la mano y ella la sostuvo, estaban listos, se casarían aunque el mundo entero se viniera abajo.

Procedieron a leer los documentos y presentar a los novios y a los testigos. Era una ceremonia bastante más vulgar y corriente que en una Iglesia o en algún sitio arreglado para una boda, pero a pesar de que Murasakibara tenía la condición social para haber optado a más, no lo hizo porque Laura se lo pidió.

El juez los casó después del papeleo, los hizo firmar y legalmente Laura había pasado a ser Murasakibara Laura. Los chicos se acercaron a felicitarlos con abrazos, algo incómodos por la ausencia de sus otros dos amigos y por la precipitada decisión de su amigo.

Midorima pensaba que sólo era un capricho más de Murasakibara, a veces hacía cosas estúpidas sin pensar en las consecuencias, así que no se asustó demasiado con su compromiso. Haizaki no lo conocía tan bien como Midorima, así que se decía que Murasakibara sabía lo que hacía. Pero Himuro estaba horrorizado, temblando del miedo de que Murasakibara se divorciara al día siguiente y se decepcionara y frustrara.

Sin embargo, Murasakibara parecía estar en una nube de cristal, volaba con una sonrisa sujeto de la delicada mano de Laura, pero parecía que en cualquier momento el encanto se podía quebrar.

Cuando salieron del registro civil en silencio, se detuvieron de golpe. Frente a la acera, una pareja los esperaba e iban vestidos para la ocasión.

—Creí que no aceptaban todo esto —les gruñó Murasakibara, con cierto dolor en la voz.

—Es verdad, pero eres mi mejor amigo y amante, ¿en serio creíste que faltaría a tu gran día? —Murasakibara sonrió de inmediato al escuchar las palabras de Kuroko y Laura lo dejó correr a abrazar a Kuroko.

Cuando se separaron, Murasakibara le dio un efusivo abrazo a Akashi también, el se disculpó por lo que le había dicho cuando le anunció que se casaría y le dijo que el lo apoyaría en todo, por más alocado y absurdo que fuera.

Después, Akashi fue a felicitar a Laura y le advirtió que a la que hiciera sufrir a su amigo, la tiraría por la escalera.

Cada pareja se fue en un auto a un restaurant donde habían hecho una reservación para la celebración. Tuvieron que agregar tres puestos más, ya que a la media hora llegó Furihata con una guitarra y se puso a cantar una serenata para la feliz pareja.

Mientras comían, Kuroko no pudo evitar preguntar:

—Murasakibara-kun, en serio ¿Por qué esta boda tan precipitada?

—Tú te casaste en tres meses, y yo en uno, no veo la diferencia, ambas bodas fueron precipitadas.

—Ya, pero yo tuve que esperar diez años para declararme —Murasakibara guardó silencio, era un buen argumento que no podía discutir.

—La verdadera razón... —los interrumpió Laura—... es que Murasakibara será padre.

Kuroko escupió su jugo, Midorima se atoró con la comida, Akashi abrió la boca, Himuro gritó un gran ¡¿Qué?!, Aomine los miró sorprendido, Kise no podía creerlo, Abi casi muere ahogada con un trozo de carne y Furihata exclamó con felicidad:

— ¡Lo sabía!

Todos pasaron de Laura, a su estómago y luego al rostro de Murasakibara, quien había empalidecido como una cala.

—Espera... ¡¿QUÉ, YO PADRE?!

Parecía que en cualquier momento se iba a desmayar, hasta que Kise estalló en carcajadas y luego Laura.

—Te acabas de casar Murasakibara, ¿en serio un hijo te parece "imposible"?

— ¡No estoy listo! ¡Pido el divorcio! —comenzó a chillar. Pero Laura seguía riendo y todos fijaron su atención en ella.

—No puedo creer que cayeran... —decía entre una carcajada y otra—. Murasakibara no serás padre, deja de hacer escándalo, y ustedes... —les dijo al resto, apuntándolos con el dedo—... No sean tan ingenuos, ¿sí?

—Bueno... —le dijo Kuroko a akashi mientras los demás comprendían la broma y Murasakibara salía del susto bajo la risa de Laura, que no podía soportar las carcajadas—. Al menos sabemos que son tal para cual, un par de niños sin niñera.

Y Akashi no pudo estar más de acuerdo

Cásate conmigo - (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora