CAPITULO 1 PREPARATORIA HILLWOOD

494 23 0
                                    

Era el primer día de clases de su segundo año en la preparatoria, realmente todos habían cambiado y muchos se habían separado, pero eso no le pasaba a Phoebe, Helga y Gerald, quien desde que comenzó su noviazgo con Phoebe habían sido inseparables junto con Helga, a quien después de conocerla un poco es una gran persona.

Arnold ¿Qué paso con él? Bien pues regreso de San Lorenzo hace un año y se integró a la preparatoria de Hillwood para estudiar con ellos, él también se juntaba mucho con ellas, sobretodo porque su mejor amigo era el novio de la mejor amiga de Helga, pero ella siempre procuraba no hablar mucho con él.

No era porque no se llevaran bien, si no porque ella no había podido dejar de amarlo pero estaba cansada de sufrir antes de que el volviera se hizo la promesa de dejarlo atrás, de dejar su pasado pero parecía que era algo imposible, ambos parecían estar destinados a encontrarse, y reencontrarse.

Arnold era uno de los chicos más guapos al igual que Gerald, aunque al cabeza de balón eso no le importaba realmente, en todo ese primer año, nunca anduvo con alguien o al menos eso decía Gerald, Helga tenía la ligera sospecha que el cabeza de cepillo lo decía para insinuarle que le diera una oportunidad pero por una u otra razón jamás ocurría nada.

Las miradas, esas miradas que de momento por algún extraño acontecimiento del universo que nunca podemos explicarnos, él se encontraba con la mirada intensa de la joven rubia, quien al darse cuenta de ser descubierta o de descubrir a aquel joven mirándole de manera intensa como si…se sonrojaba y simplemente bajaba la mirada o le preguntaba ¿Qué rayos me miras cabeza de balón? Tengo monos en la cara ¿o qué?

Pero tal parecía que ese año, ese año todo cambiaría; ya iba tarde la rubia para la escuela como siempre le solía pasar cada que Miriam no le hablaba.
-¡Demonios!
Se apresuró a darse una rápida ducha, se puso lo primero que encontró, una falda caqui y una blusa rosa, Helga se había convertido en una adolescente realmente hermosa, sus piernas y cuerpo bien formado, gracias a los deportes, tenía dos cejas perfectamente bien definiditas, su cabello largo y bien cuidado, lo dejaba siempre suelto con una hermosa diadema con el listón que usaba desde la primaria, pero ese día…

-¡Ya me voy!
Nadie respondió, cosa que no era novedosa, su madre se la pasaba metida en casa de Olga quien estaba esperando un bebe, su padre se la pasaba trabajando mas...

Al subir al autobús se sentó al final sola, pues Phoebe aquel día al parecer se había ido con Gerald a la escuela, Arnold subió también al autobús cuadras después de que ella lo hiciera, al verla sonrió divertido y se acercó a ella.

Estaba dispuesto a que ese año, ese día, aquel día comenzaría a hablarle a aquella mujer, que tanto anhelaba desde hace años que tanto necesitaba, que tanto amaba.
-Buenos días
-Buenos días, cabeza de balón
-¿Cómo estas, Helga?
La rubia quien venía viendo por la ventana no lo volteo a ver –Genial y ¿Tu? –Respondió sarcásticamente
-¿Qué te ocurre?
-Nada que te importe, Arnoldo
Arnold no sabía cómo acercarse aquella mujer, esa mujer que le estaba volviendo completamente loco –Helga… -Tomo su mano -¿Porque no podemos ser amigos?

La rubia volteo a verlo pero antes de replicar, Arnold abrió bruscamente los ojos sin poder creer lo que veía, pues a la rubia con el movimiento su cabello le cubrió parte de su ojo derecho.
-¡¿Qué…?! ¡¿Tu…?!
Helga se puso rápidamente de pie y retiro su cabello para después bajar del autobús, sin darle tiempo a Arnold de decir nada, huyendo como siempre lo hacía, cada que Arnold estaba a punto de descubrir algo que ella no deseaba que lo hiciera.
.
.
.
-Buenos días
-No tienen nada de buenos, Phoebe
La oriental solo le miro curiosa pero no dijo nada, las clases transcurrieron normal. Tuvo clases compartidas para su mala suerte solo con Arnold quien le sonreía dulcemente.

UNA PROMESA DE AMORWhere stories live. Discover now