Quédate Conmigo [EDITANDO]

.Su triste secreto.

Es la mañana de navidad... Que rápido pasa el tiempo. Las calles estan demasiado decoradas con toda esa cosa de navidad. La verdad es que yo desde que viví con los Lowell, no celebro esa fecha y me acostumbre a no hacerlo... Pero, este año será demasiado diferente.

He salido del hospital aproximadamente desde hace una semana, una semana que llevo junto a Elsa y de verdad, ha sido la mejor semana de todas. Ella suele tener ese efecto en mí. Los doctores dijeron que mientras tuviera esa herida en mi cabeza, no volvería a teñirme el cabello, lo cual resulta bastante incómodo para mi puesto que jamás lo he usado blanco desde hace años y ya me acostumbre, podría decir que mis ojos sí, pero ¿Porque jodidos tenía que nacer con el cabello blanco? De verdad doy gracias al cielo porque ya no iré a la universidad hasta en enero ¿Saben cuántas burlas me podría hacer Haddock? Claro que lo golpearía, pero aun así.

En este momento, Elsa me ha pedido que la acompañe al Hospital Saint Louis. Dice que antes de irse a Bournemouth tiene que hacer algo ahí.

Bajamos de la Cadillac, ya que mi pobre Harley aún sigue en reparación.

- ¿Me vas a decir que es?, luces nerviosa - tomo su mano.

- Lo estoy, es que... Jamás he traído a algunos en aquí conmigo - ríe nerviosamente - También, no me gustan los hospitales. Pero vale la pena, te lo aseguro.

Pasamos a seguridad y caminamos hacia detrás del hospital hasta donde un montón de mujeres y hombres, ordenan y distribuyen juguetes.

Elsa nos acerca a una mujer de color, un poco obesa y de avanzada edad. Suelta mi mano para abrazarla.

- ¡Elsa, cariño! - La abraza fuertemente - Vienes justo a tiempo... ¿Nuevo color, eh?

Ella toco la punta de su cabello - Les gustara jugar con el - Elsa vuelve a mi lado - Nina, él es mi novio, Jack.

La señora voltea a verme y me sonríe.

Extiendo mi mano - Jack Frost, mucho gusto.

- ¡Oh no, ven aquí muchacho! - hala mi mano y hace que me agache para poder abrazarme. Me suelta y nos sonríe - Vamos, hay mucho por hacer.

Camina con rapidez hacia donde estan todas las mujeres.

- A ella le gustan los abrazos - se encoge de hombros sonriéndome tímidamente.

- Lo note. ¿Vamos?... Aunque no sé adónde.

- ¡Sígueme! - toma mi mano y camina lo más rápido frente a mí.

Entramos por la puerta de servicio hasta llegar a un salón donde hay mucha más gente movilizándose.

- Tengan - nos dice una chica entregándonos una bolsa llena de juguetes - Sala ocho, la tuya Elsa, hazlos sonreír.

- Siempre - agarra la bolsa - Vamos Jack.

Le ayudo con la bolsa. Abro una puerta grande para ella y yo paso después. Al entrar, se escuchan las risas de varios niños y niñas. Algunas de las mujeres que ayudaban afueran estan aquí dándoles aquellos juguetes a los niños.

Elsa sigue avanzando delante de mi hasta llegar a uno de los pasillos que dicen "Sala ocho"

- ¡Hola niños! - saluda Elsa con una enorme sonrisa.

Varios de los niños parecen reconocerla, ya que al instante se levantan de donde estan para correr y abrazarla.

- ¡Elsa llagaste! - gritan algunos con genuina alegría.

Ella se agacha a su altura y abraza a uno por uno - Claro que he venido, no me olvidaría de mis niños favoritos. ¡Les traemos algo niños! - Elsa voltea a verme y me hace un gesto para que me siente a su lado. Lo hago sonriendo, no solo por ver la alegría de los niños, si no por ella y por la alegría que transmite a todos los que la rodean - Hagan una fila y les daré uno.