Extra #1

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La salida había salido mucho mejor de lo que Daniel esperaba. Se había cansado como nunca en la partida de Dance Dance Rebellion, pero sentía que era más para expulsar el cansancio emocional que le había dado ir a la cita. El arcade estaba bastante lleno para cuando él y Christophe habían salido de allí, por lo que decidieron volver a la cafetería a la que habían ido la segunda vez que salieron juntos. Claro, el contexto era muy diferente como para compararlo con el momento que estaban teniendo en ese encuentro, pero era mucho más fácil hablar allí que con todo el ruido del arcade. Había enviado un mensaje a Charlotte diciéndole que estaba con Christophe para que se despreocupara del asunto.

Ya habían pedido sus órdenes cuando se sentaron en la mesa, Christophe apoyando los codos sobre la mesa, Daniel apoyando sus manos sobre su falda. De repente recordó en dónde estaba. "Mi primera cita..." se dijo a sí, mirando para la derecha. No sabía qué decir. Ni siquiera supo qué agregar cuando fue el mesero a dejar su pedido. Probablemente también se le veía lo incómodo que estaba por fuera.

-Y bien... -El chico de gafas comenzó con la conversación, y aclaró su garganta-. ¿Estás decepcionado?

-¿E-eh? -titubeó. No se esperaba esa pregunta por él-. ¿A qué te refieres?

-A esto. -Apartó la mirada-. La verdad yo no me esperaba que tú fueras ella.

-¿T-tú lo estás...? -preguntó, dudando sobre su pregunta.

-¿Yo? No, no, no, no estoy decepcionado. -Bajó su taza y observó los ojos de Daniel-. Sólo sorprendido.

-¿Sorprendido? -preguntó él. No sabía a dónde quería llegar con esa conversación.

-Sorprendido -rectificó Christophe-. No decepcionado. Sorprendido. Y más tratándose de ti.

-¿A qué te refieres? -volvió a preguntar, intrigado por hacia dónde se dirigía el tema de conversación.

-Llevábamos cuatro años hablando online y tú tenías miedo de acercarte porque creías que yo era un criminal... -murmuró-. Francamente, es algo sorpresivo.

-O-oh. Eso -rectificó Daniel, recordando lo que había sucedido a comienzos del segundo semestre, cuando Lerner le había sugerido formar parte del club de videojuegos. "Parece tan lejano..." pensó. Apenas se había dado cuenta que todo ese tiempo había pasado. Antes solía temerle; nunca se le habría ocurrido que meses luego estaría sentado junto a Christophe Wagner, compartiendo su primera cita-. Ya te expliqué por qué...

-Lo sé. Pero yo no te expliqué por qué comenzaron esos rumores en primer lugar -contestó, y escalofríos recorrieron la espalda de Daniel. No se había atrevido a preguntarle antes, pero ahora que lo mencionaba realmente quería saber qué era lo que ocurría.

-Me gustaría que me dijeras -contestó, apoyando sus codos sobre la mesa de la cafetería.

-Entendido. Seguramente te habré hablado de mi hermano mayor -afirmó Christophe.

-Creo que lo recuerdo -respondió. Hizo algo de memoria para recordar quién era. "Oh, claro, cuando me habló de su padre lo mencionó..." Pensó, haciendo un gesto afirmativo con la cabeza-. Sí, sí, ya lo recuerdo.

-Se llama Joseph. Mamá solía pedirle que me acompañara hacia la escuela cuando yo era más joven, tendría unos trece o catorce años. Pero me veía exactamente igual a ahora. Tal vez con el cabello algo más corto -agregó, pasando una mano por su coleta mal hecha. Parecía estar más prolija cuando habían comenzado la cita, pero por la partida de DDR se veía mucho más despeinada, como todas las veces que lo veía en la escuela-. Él y yo nunca nos llevamos bien, ni siquiera cuando veníamos a la misma escuela. Así que mi mamá creyó que viniendo y volviendo juntos al colegio nos amigaríamos más. No funcionó.

-Ya veo... -respondió Daniel. Nunca había podido ir con su hermana a la escuela ya que iban a horarios diferentes, y la diferencia de ocho años era demasiado grande-. ¿Cuántos años tiene tu hermano?

-Ahora mismo tiene veintidós. Debería estar estudiando en la universidad, pero trabaja a tiempo parcial como mesero y falta la mitad de sus horas de trabajo. Me sorprende que aún no lo hayan despedido -agregó. Se notaba la amargura con la que decía eso, más que desprecio. "Claro, con la situación de su familia..." Daniel continuó escuchando-. Pero en la secundaria no tenía buena fama. Como soy su hermano... Se supone que yo debería ser igual a él. Él me da repugnancia.

-Uh-huh -asintió Daniel, volviendo a beber de su taza. Sonaba a un tema complicado-. Mi hermana no tenía una fama así de grande cuando iba a la secundaria...

-Tienes suerte con eso. Charlotte parece buena gente -asintió el pelirrojo-. Mis hermanos menores pueden ser algo rebeldes, pero no tienen malas intenciones.

-Charlotte es buena. Algo cabeza dura, pero buena al fin -agregó riendo. "No estaría aquí si no fuera por ella," se recordó, algo avergonzado por todo el tiempo que le tomó llegar a esa decisión-. Ella fue la que me hizo conocer Slayers...

-Oh –dijo Christophe. La sorpresa en su rostro era bastante leve comparada a cómo se veía antes. Bebió más de su café y volvió a verlo-. Tengo que agradecerle eso, creo.

-Uhm, ¿por qué? -preguntó. Era lo primero que pasó por su cabeza. Luego lo recordó; si no hubiera sido por Charlotte, probablemente no se hubieran hecho tan cercanos por internet. "Aunque si hubiera tenido algo de suerte también me acercaría a Christophe..." Se dijo a sí, observando una de las ventanas.

-La habría pasado bastante mal si no era por ese videojuego. Jugar solo no era tan divertido -contestó, citando una de las frases que usaba cuando Daniel le preguntaba a Wrath por qué se quedaba con ella. Pero ya no le sonaba a una excusa que quedara en el aire. Tenía la sensación de que con cada oración lo conocía más. Y eso le encantaba.

-Eso decías siempre -respondió.

-Bueno, ahora sabes la verdadera historia. No espero que la hayas disfrutado, pero ya te contaré otras cosas más tarde. ¿Ya terminaste de comer? -preguntó, limpiando con una servilleta la marca que había dejado el café en su bozo. Se veía bastante cómico.

-Sí, creo que ya acabé -dijo Daniel. Dio un último trago a su taza de té y dejó la mesa, buscando su billetera para buscar el dinero.

-No, pagaré yo. Y no te atrevas a discutir.

Se ahorró el replicar sobre el precio de la comida. Cuando salieron, volvió a tomar la mano de Christophe, esa vez sin timidez. No tenía por qué seguir sintiendo nervios cuando estaba junto a él.  

***

Así que los hice esperar demasiado por las últimas actualizaciones. Adivinen dónde se viene una nueva maratón~ Es el primer capítulo que publico pasado mi cumpleaños (17 de diciembre para los chusmas) y también vengo a desearles feliz navidad atrasada :D Y lo lamento por los guiones, tengo que usar office online por falta de computadora propia. sigh. 

Detrás de la pantalla [Gay]Where stories live. Discover now