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Tom

Fui a trabajar al día siguiente, aún cuando ansiaba quedarme en cama a lado de Bill y disfrutar de aquel amor que se había reforzado luego de la entrega de la noche anterior

No podía irresponsabilizarme aún cuando es lo que deseaba

Deje todo preparado para cuando Bill despertaba, normalmente era él quien lo preparaba todo pero, luego de lo acontecido, él no había despertado, supuse que estaba muy cansado por el agotador día que vivió

Así que me fui dejando un beso en su frente

Por la tarde me llamó y me agradeció lo hecho, después me dijo que saldría con Andy, agradecí eso. No estaba dispuesto a que Joe siguiera molestándolo

El dia transcurrió con normalidad, hubiera deseado que terminara del mismo modo

- ¿Bill? - llame en el momento en que llegue a casa, no había salido a recibirme y tampoco había señales de que Andy se encontrará allí, camine por el pasillo hasta que lo vi - ¿Que pasa Bill? - me alarme al ver la posición en la que se encontraba

Él levantó la vista al escucharme y eso me destruyo

Sus ojos completamente rojos me miraba a través del cristal y las lágrimas, su cuerpo temblaba y sus labios no podían responder

Me acerqué con rapidez a él y lo recibí en mis brazos en cuanto llegó a mi encuentro

- ¿Que sucede Bill? - pregunte mientras el llanto sonoro se ahogaba en mi pecho

- Es Andy - dijo aferrándose a mi

- ¿Que pasa con él? - pregunte con calma, no quería alterarme menos ahora que Bill no se encontraba bien

- Se despidió de mí - dijo y su llanto aumento, lo abrace y acaricie su espalda para hacerlo calmar

- Tranquilo cariño - repetía una y otra vez - dime bien que fue lo que paso - pedí limpiando las lágrimas de sus ojos, él se acercó de nuevo al sofá y tomó algo de él, después me di cuenta de lo que era

- Salimos hoy y lo pasamos muy bien, llevo a Pumba con nosotros - dijo mientras comenzaba a acariciar aquello que tenía sobre las piernas, esto se removio dejando ver a un lindo cachorro blanco con café - me dijo que su madre se lo había regalado cuando esto comenzó pero que, por las crisis, no podía tenerlo ni cuidarlo y no le gustaba dejarlo solo. También me contó que tenía un diario donde contaba todo para no olvidarlo. Después me confesó que ha tenido varias crisis desde que nos conocemos, el diario le ha ayudado a recordar cosas pero hay algunas que son irreales para él. Dice que no podrá cuidar más a Pumba y no quiere dejarlo solo, entonces me lo dio como un recuerdo de él para cuando se marchara - soltó mientras su llanto volvía

- ¿A donde irá? ¿Por que se marchara? - pregunte

- Las crisis lo han afectado hasta niveles irreparables, su cerebro a sufrido grandes daños, duda vivir por más tiempo - sentí un nudo instalarse en mi pecho, Andy no podía decir esto enserio

- ¡Hay que llamarlo, buscarlo! ¡No puede sólo irse y ya! - me desespere, Andy era mi amigo, no era como si lo que le sucedía no me importara

- No hay forma, me dejó su móvil y pidio en el hospital que no se le pasaran llamadas ni visitas, quiere estar sólo - abrace a Bill esperando que esto le ayudará a resistir este dolor, por que claro estaba que le dolía ya que Andy era su único y mejor amigo, aún después de que sintió celos hacia él

- Todo estará bien, ya lo verás - dije tratando de animarlo

Pero era muy difícil

Aún cuando pasaba los días tratando de sacarle sonrisas, no podía

Seguía sintiendose muy mal por lo de Andy y yo también, nadie podría mantenerse calmo luego de saber que su amigo podría morir en cualquier momento, que se había alejado dejando recuerdos, impidiendo acompañarlo en la travesía que se presentaba

Necesitábamos saber algo pero la información nos era negada, al llamar al hospital se nos decía que no podían dar información, si íbamos en su busca nos negaban su presencia, él no se aparecía por ningún lado, no habíamos localizado a su madre y no había forma de saber de él

Bill sonreía a ratos, cuando lo besaba o cuando jugaba con Pumba el cachorro se había habituado a él y eso me tranquilizaba

Tres semanas habían pasado desde que Andy nos dejó, aún cuando no tenía obligaciones para con nosotros, el que se fuera nos hacia sentir que no le importabamos y, secretamente, eso golpeaba mi ego, lo sabía

- Iré a buscarlo - declaró Bill en el desayuno, tenía el móvil del rubio entre sus manos, junto al suyo

- No puedes ir solo Bill - le recordé, aún no se orientaba en donde se encontraba y no quería arriesgarlo a nada

- Llevame - pidió

- Claro, en cuanto llegue te llevaré, pediré unas horas para poder ir a buen tiempo - informe mientras recogía la mesa

- ¿Como pudo hacer esto? ¿Cree que con decir adiós y dejarnos lo que es suyo todo se soluciona? ¿Cree que no duele o importa? - reclamo con enojo auténtico y decepción

- Tranquilo Bill, iremos y haré lo posible por que podamos verlo, pero tu debes estar tranquilo - le pedí, el asintió y bese sus labios, ya casi era hora de irme

- ¿Tom? - la voz de Bill me detuvo justo cuando abría la puerta - Te amo

- Yo también te amo mi amor - dije sintiendo como el pecho de me hinchaba

- Llamaré al hospital y les exigire que me comuniquen con él - me informó, suspire, ya tenia la idea en la cabeza y nada haría que cambiará de opinión

- Esta bien, sólo no seas grosero con nadie, ¿De acuerdo?

- Lo prometo - lo vi sonreír y salí de allí

Debía ir y trabajar, tenía cosas por hacer aún cuando no deseaba hacerlas

Llegó la tarde y pude volver a nuestro edificio, conseguí un permiso por dos horas, tendría un descuento pero no importaba, quería que Bill se tranquilizara y que todo estuviera calmo de nuevo, yo también necesitaba ver a Andy y hacerle saber que contaba con nosotros en todo y, si se acercaba el final, nosotros estaríamos a su lado

Entre al edificio justo cuando el elevador se cerraba, podía esperar a que bajara de nuevo pero el edificio era grande y siempre había quien subía hasta lo más alto y personas que bajaban a otros pisos, eso podría tardar

Así que opte por usar las escaleras, sólo eran ocho pisos, nada demasiado pesado, el ejercicio sería bueno

Llegue a mi piso jadeando y cansado, me hacía falta condición

Camine por el pasillo rumbo a mi puerta y escuche los ladridos de Pumba insistentes y demasiado sonoros, me asuste

Al acercarme más note que la puerta se encontraba abierta y no había rastro de Bill cerca, mi corazón comenzó a latir desbocado mientras que el miedo comenzaba a apoderarse de mi

Pumba no me veía, tenía sobre el una prenda que no le permitía ver ni moverse, ladraba a ciegas

Camine en silencio hasta localizar a Bill, no quería poner sobre aviso a quien fuera que estuviera allí

Entonces escuche gemidos y gritos ahogado en la cocina, acelere el paso y me dirigí hacia allí para encontrarme con Bill siendo atacado, enfurecí

No te soltaré (En Edición)Where stories live. Discover now