Capitulo once.

1K 95 15
                                    

Segunda parte.

Por una maldita vez me sentía bien estando con alguien, digamos que Harry no era el indicado para estar sabiendo que teníamos una relación un poco rara de Padre-hija. Mire a sus ojos ya no verdes sino avellanas con las manchas rojizas.

—¿Te duelen los ojos? —acaricie su mejilla.

—Al parpadear, creo que necesito un descanso.

—Y tú médico. Tienes otra vez las manchas —me miro confundido, rasco su barbilla— esto no es normal Harry, el médico no esta haciendo bien su trabajo al recetarte los medicamentos.

Dejando de sostener mi mano se alejó de mi lado caminando por las viejas tablas para llegar a la salida, tuve que esquivar a varias personas para tratar de llegar a su lado mi tarea falló por completo a ver como la gente corría por mi lado mientras las gotas de lluvia caían en nuestros cuerpos resbalandoce por completo quedando encajadas en la fría madera. Por instinto me tiré al suelo al escuchar un zumbido de un arma busque desesperada a Harry con la mirada y no lo encontré, la gente comenzaba a gritar cada vez más alejándose de mi lado.

Sentí una mano ceñiendose en mi tobillo tirando de el, mire hacia la persona encontrándome con un Harry en sus peores momentos, la sangre caía por sus dedos un sollozo salío de mi al intentar pararme cogiendo su mano trate de correr con el fuera de la vida del demente que seguía disparando en todas direcciones.

—Debemos irnos de aquí Harry —tire de el hacia mi lado, sus ojos estaban inyectados en sangre—¿Harry?

Sus rodillas impactaron con la estropeada madera crujiendo bajo su piel, sus ojos vieron al hombre quien completo de negro se acercaba a nosotros.

—Nessa debes irte de aquí—su voz sonaba debíl.

Entonces lo comprendí todo.

Por la mirada nerviosa de Harry mientras hablábamos me dejó según mis deducciones el ya había visto a la persona, se alejó de mi siendo así impactado con el arma en parte de su abdomen. El estaba alejando quizás a la misma persona que me hizo daño hace varias semanas. El intento protegerme saliendo dañado el mismo, ahora no podía cubrirme de cobardía y dejar a Harry en manos de aquel demente.

—Levantaté, iremos por otro lado para llegar al automovíl.

Pasando un brazo por mi cuello trate de sujetarlo caminando lo más rápido no dejando que la gente que todavía trataba de cubrirse de la persona armada lo golpeara, deduje que tendríamos que hacer demasiado esfuerzo para llegar al automóvil y la lluvia no hacia compañía en este momento.

—Dime algo por favor Harry, no te quedes callado —murmuré, gire la cabeza para ver la silueta de la persona acercarse— ahora no...

—Me hubieras dejado ahí para tu escapar.

Y ahí estaba el Harry cúal había conocido hace un tiempo regañandome por salvar su vida, ironíco.

Deje a Harry descansando sobre el barro para buscar alguna salida, me encontré con una a algunos metros y sabía que Harry no podría caminar más.

—Me esconderé mientras tu vas a buscar el automovil—mis ojos buscaron algún lugar poco visible para la persona, lo arrastré hacia una cabina dejando que su cuerpo se mojara cada vez más— estaré bien aquí.

No queriendo dejarlo herido en ese lugar con aquella persona buscando tentar contra nuestras vidas corrí, lo que más pude para llegar a la salida el barro dificultaba mi caminar dejando enterradas mis zapatillas en el para luego hacer un gran esfuerzo tratando de sacarlas. La lluvía era cada vez más fuerte junto con el viento pegando mi cabello al rostro dificultando mi vista, al estar ya a unos metros de la camioneta tropecé con una piedra dejando toda la parte delantera de mi cuerpo sucia por barro algo igual que mis palmas las cuales ardían por amortiguar la caída.

Mis manos no dejaban de tiritar al presionar el botón de la alarma, sentí el cuero crujir bajo mi cuerpo. Me di la satisfacción de respirar dejando caer mi cabeza al volante, todo lo que estaba sucediendo era una mierda completa. Alguien trataba de alejarme del pasado de Harry de la peor manera.

Las lagrímas de frustración aparecíeron con los recuerdo en el Orfanato, la vida ahí era una mierda pero tenía a mis amigas las cúales nos apoyábamos día a día poniendo un poco de felicidad a nuestras vidas. Desde que llegue donde Harry todo había ido en caída, con un poco de suerte veía el sol y salía, a mis amigas no las había visto hasta antes de la fiesta de Pat. Necesitaba un abrazo y solo ellas me lo podían dar y entender un poco de mi situación, necesitaba una liberación y sabía que la única forma de hacerlo era la peor de todas.

Subí a Harry a la parte trasera del veículo donde respiraba con dificultad.

—Te llevaré a casa, ya llamé al Doctor —avisé. Por el retrovisor vi como apretaba la zona dañada—solo unos minutos más y estaremos en casa.

El nudo estaba ahí mientras conducía apreté el manubrío sin querer soltar algún sollozo inútil, mire por el retrovisor a un Harry mal acomodado en el asiento con una mueca en todo su rostro volví a dirigir mi vista hacia el camino procurando no resbalar por la lluvia y hoy no era mi día para tener a la suerte.

Al llegar al camino de la casa Rosa corrió hasta nosotros con una silla de ruedas siendo ayudada por George al bajar a Harry y acomodarlo en la silla, la lluvia seguía cayendo feroz sobre nosotros sin ningún pudor.

—¿Que ha pasado? —preguntó George, cogió mis manos con preocupación.

—Creo que la persona que me atacó quizó hacerlo otra vez... pero Harry lo impidió.

Pase por el lado del Doctor llevando a cabo mi plan mental, necesitaba aquel objeto y solo lo tenía a unos centímetros solo necesitaba un momento a solas y podría acabar con todo esto.

Dejando atrás a las personas subí hasta mi cuarto jugando entre mis dedos la cuchilla tan afilada y lista para cumplir su misión, dejando caer mi ropa embarrada me miro en el largo del espejo dejando ver mi espalda varias cicatrices se hallaban ahí, algunas todavía frescas y otras ya sanadas solo por fuera.

Deje que el filo cortara mi piel dejando así salir la hilera de pequeños puntos rojo oscuro, una gota cayo al tapete pero no me importó solo necesitaba descansar como yo solo sabía de toda esta mierda que estaba viviendo.

Pasaron algunos minutos y una sonrisa estaba en mi rostro, otro corte tras otro finalicé luego de algunos minutos hasta que estuve satisfecha con mi resultado. Una mariposa.

....

—¿En serio Nessa? —Pat miro el letrero para mirar otra vez en mi— creo que deberías pensarlo, saber que esto es para siempre..

—Al igual que el amor y nadie se queja sobre ello, vamos.

Tomando su mano entramos al local donde el zumbido se podía oír combinado con las conversaciones.

Mike dejó una marca en mi como cada persona que a pasado en mi vida y no me preocupa que lo haya hecho, ver a aquella mariposa bajo la quemadura me hacia recordar lo cúal valiente había sido por liberarme de cada precipició en que me había encontrado. Deje un beso en Mike para besar a Pat en los labios.

—¿Y eso? —una sonrisa estiro sus labios con el ceño fruncido—¿Porque a sido?

—¿Tiene que haber un porque? —como una niña pequeña reí, sus dedos capturaron hebras de mi cabello.

—Nessa, me encantaría conocerte y ser algo más que besos y caricias, me encantaría poner un anillo en tu dedo y verte sonreír cada mañana—con su pulgar acarició mi mejilla— me encantaría eso y mucho más.

—Vuelve a repetír esto en solo diez horas más y tendrás una respuesta.

Las semanas habían pasado tras el accidente en la feria y Harry se encontraba ya trabajando y todo había vuelto a la normalidad, un Harry gruñon y sin ninguna muestra de afecto hacia mi como en el principio.

Mientras a el yo no le importaba yo contaba las horas para celebrar mi cumpleaños junto a mis amigas y Pat. El ya no me importaba, tal como yo ya no le importaba. 

...



N/A: Espero que haya sido de tu agrado, gracias por permanecer hasta el final.  

Burn.Where stories live. Discover now