Fanaticos De Corazón [Lucas Vázquez]

V I G E S I M O S E X T O

Me sentía inútil cuando veía fotos de Lucas con Jessica, sentía que esos meses aunque fueron pocos, no valieron nada para él cuando para mi fueron mi todo en aquel entonces.

Todos me decían que Alvaro quería tener un relación conmigo.
Para mi, era poco creer.

Y faltó un detalle que no conté. Al finalizar mi segundo semestre había reunido dinero para mi apartamento, y así fue, ahora vivía en él que me quedaba un poco más cerca del trabajo.

Alvaro y yo aprovechamos de ir a un supermarket para poder comprar golosinas.

Debia olvidarme de Lucas y de quienes me hicieron daño.

Llegando a mi casa, deje las bolsas en la mesa y Alvaro me tomo de la mano. Me hizo girar para mirarlo, tenía unos lindos ojos color café, había notado mucho del rostro de este chico que al que no le presté atención hace mucho tiempo.

-Alvaro...

-Me gustas, me gustas más de lo que te imaginas, y no sería capaz de olvidarte de la misma manera en la que Lucas lo hizo -Suspire-

En ese momento lo único que me provocaba era besarlo. Mis labios se unieron en los suyos en una guerra, sentía aquel paraíso en esos pequeños y tiernos labios.

Caímos en el sillón ancho y sus manos se posaron en mi cintura. Y seguimos en lo que nos gustaba hacer en ese exacto momento. Él se sentó en el sillón y yo ajuste mis piernas a los lados de su cadera.

Me separe de él por falta de aire y solo bajé la mirada, algo apenada.

-Ya-Ya vuelvo... -Hablé-

Camine hacia mi habitación, abrí la puerta y me encontré con un camino de rosas, unos pétalos estaban dibujados haciendo una frase ¿Quieres ser mi novia?

-¿Que dices? -Pregunto Alvaro quien coloco sus manos en mi cintura y beso mi cuello-

Conocia mi punto débil, maldita sea Pensé.

-Si, si quiero ser tu novia -Respondí y él me inmediatamente me abrazo-

Debía entender, el destino quería que estuviese con quién le pareciera y no quien yo quería estar siempre.

Viaje Madrid, España - Caracas, Venezuela.

Mi nariz de hizo compatible al frío de Caracas y al observar mi gente me causo una sonrisa en mi rostro. James y su familia también había venido.

El velorio sería el día de mañana. Alvaro poso su brazo en mi hombro y caminamos hasta poder tomar un taxi.

Como no era de esperarse, algunas personas se le acercaron a Morata durante la llegada y estando en el hotel.

Quería guardar todas mis lágrimas para mañana. No me gustaba me viese llorando, lo aprendí al saber cómo son las personas de hipócritas y sin sentimientos.

***
Al día siguiente. El madrileño de cabello negro seguía en su siesta plácidamente, el hotel en donde estábamos daba una vista hermosa de Caracas.

Mi linda Caracas.

Capture el momento y sonreí al mirar que estaba en mi país, solo por unos días, pero estaba en él.

Y que volvería a saborear una sabrosa arepa.

-Buenos días -Saludo Morata quien beso mi hombro desnudo-

-Buenos días... -Sonreí-

-¿Me darás un tour por tu linda ciudad? -Planto un beso en mi cuello lo cual me hizo retorcerme-

-S-Si -Fue lo único que pude decir-

Este juego era de dos, y yo podía jugar de una manera muy ágil.

Mis manos viajaron hacia su pecho desnudo e inmediatamente mis labios corrieron a los suyos. Salte y mis piernas se juntaron con su cadera. Reí al ver su rostro, sabía que nunca me comportaría así, pero le gustó, al parecer.

Nuestras bocas seguían unidas, me coloco con delicadeza en la cama y llevo sus manos hacia mi cintura, haciendo viajar sus dedos a mi vientre.

Esta vez, su boca bajo a mi cuello y no pude contenerme.

-¡Lucia, vamos a desayunar! -La voz de James se hizo presente en el otro lado de la puerta-