Fanaticos De Corazón [Lucas Vázquez]

D E C I M O C U A R T O

Acomode mis cosas y las coloque en unas maletas. Tenía todo guardado en esas cuatro maletas. Pero no sabía a dónde me iría. Mi celular comenzó a vibrar y era el número de Lucas llamándome.

¡Hola Lucia!

Hola Lucas... Mi humor no era el mejor en estos momentos.

¿Que pasó, por que ese humor?

Bueno, en verdad no quiero hablarte de eso.

Sabes que puedes contar conmigo, ¿Somos amigos, no?

Bueno si, es que... Me senté en mi cama y me acosté en ella No quiero sentirme tonta. Y creo que James ya me ha dicho claramente lo que soy: una estúpida. Mi ex-novio quiere volver conmigo y James me ha dicho que soy una estúpida por estar detras de él. Y bueno, tome la decisión de irme de aquí.

¿Pero a donde te irás?

Aún no sé, Lucas... No conozco a muchas personas aquí.

Si te pregunto, no quiero que pienses algo malo ¿Te gustaría venirte a mi casa? Tengo una habitación desocupada y podemos vivir juntos ¿Esto era enserio? Aceptaría si o si, ya que más nadie sabe de esto.

E-Esta bien, te ayudaré con la renta y con la casa...

Bien, sólo quería escucharte hablar, ya verás que mi sorpresa te alegrará el día.

Espero que así sea Sonreí, Lucas me habia hecho sonreír y me habia ayudado en algo Bueno, hablamos después que ya me ire a arreglar.

Él se despidió y pude arreglarme. Traté de durar un largo rato en la bañera, quería relajarme y pensar realmente lo que estaba haciendo, y la decisión que tomaría en este momento.

Tras darme mi ducha. Mi outfit de la noche: multimedia. Baje las escaleras y ya estaban cenando. Daniela me invitó a comer pero me negué, no quería estar allí, con James, ya que Daniela y Anita no tenía que pagar mi rabia.

Nuevamente, subí a mi cuarto, en estos momentos no necesitaba una pelea con James, ellos se enterarían por si solos de cuando me fui. Así que tenía un plan: en mi habitación hay una terraza y le daría por alli mis maletas a Lucas, así ellos no se enterarán hoy que me fuí.

Ya lo tenía planeado y Lucas no dijo nada para cambiar el plan. Luego de darles mis maletas, era gracioso porque tenía que tirarlas al césped y Lucas estaba muriéndose del miedo de que una de esas maletas lo matasen.

-Ya me voy... -Suspire y ellos salieron de la cocina -

-Disfruta! -Grito Daniela, parecía una mamá para mi-

Me subí al auto, y esas ganas de llorar entraron en mi. Lucas me tomo de la mano mientras que yo estaba en mi mundo, e incluso me sacó de él.

-Tranquila, todo estará bien...

Espero que esas palabras sean ciertas. Llegamos a su casa, y bajamos las maletas para dejarlas en la casa.

-Bien... Tienes que cerrar los ojos y yo te llevaré a tu sorpresa.

Le sonreí y él me tomo de la mano. Sentí la brisa de la noche chocar con mi rostro.

-Ahora puedes abrirlos...

Esto, esto era la cosa más hermosa del mundo. Había un corazón inmenso rodeado con pétalos y velas pequeñas, y en el mismo corazón habia una cesta grande.

-E-Esto es hermoso... -le sonreí-

-Igual como tú -Tomo mi mano y la beso- Ven, vamos a sentarnos.

Comimos un rato y conversamos demás. Después nos acostamos y comenzamos a ver las estrellas. Esto había sido muy sencillo pero me ha encantado sin duda alguna.

-¿Quieres ver una película? -Pregunto y asentí. Aunque ya mis ojos demostraban algo diferente-

Nos adentramos a la casa, él preparó las botanas y yo arreglaba el mueble.
Nos sentamos y coloque el dvd en el blueray.

Nos habiamos apegado, el uno con el otro. Un rayo sonó en toda la comunidad, odiaba los rayos, así que me refugie en los brazos de Lucas.

-Estas conmigo, nada malo te pasará...

Confundida. Sentía algo con Lucas que nunca sentí con Matias: seguridad. Me demostraba que no estaba sola en esto, que este plan podría haber salido mal pero que nunca me dejaría sola.

Me giré a verlo y él hizo lo mismo. Unos minutos incómodo, él decidió dar el primer paso: el beso.

Lleve mis manos a su cabello y él a mis mejillas. Me giré para colocarme en sus piernas y seguir con el beso, si esto seguía así, todo terminaría mal.

Hasta que me recoste encima de él, Y EL BESO NO HABIA ACABADO.

Dios mío, no puedo recaer ahora...

Hasta que me separe de él, ya me había demostrado que no lo haría. Así que lo mire y mis mejillas se llenaron de ese color rojo al verlo sonreirme.

-Podria quedarme asi, las veces que sean posibles... -Me sonrio-

¡Ya por favor, no hagas eso más! ¿Que me estás causando, Lucas?