Capítulo Final "Florecer"

936 117 32
                                    



Hoy se cumplieron exactamente 13 años de lo sucedido esa noche y con alegría puedo decir que las cosas cambiaron para mejor.

Después de estar un buen rato, tumbados en la hierba sin más protección que mi chaqueta, decidimos vestirnos e irnos de allí y en menos de 20 minutos llegamos a mi casa. En cuanto nos acostamos, los párpados de Manami cayeron con fuerza. Se le veía exhausta, pero inmensamente feliz. Por eso decidí soñar con ella, y para ser mi primera vez, compartiendo mi cama con alguien más, no estuvo tan mal. Al menos no caí de la cama, o eso creo.

Al día siguiente tuvimos que dar algunas explicaciones, ya que mamá nos sorprendió en la ducha. Ella, en vez de hacer un escándalo de proporciones, se sintió feliz y nos dio su bendición. Manami sonreía, mientras se sonrojaba con cada palabra que decía mamá y para mí, aquello resultaba tentadoramente tierno. Pasamos todo el día en mi casa, ya sea viendo películas o jugando videojuegos. A su lado me sentía completo y creo que ella también... Desde ese día, jamás la vi llorar.

Tal vez, una de las cosas más difíciles que tuvimos que afrontar fue mi aceptación por parte de toda la Clase E. Después de todo, fui yo uno de sus grandes rivales en el pasado cuando Koro – sensei aún estaba vivo. Si no me aceptaban, acataría aquello con la frente en alto, mas todo fue al revés, porque me recibieron como uno de los suyos, en especial Akari y Nagisa. Karma se mantuvo distante, mientras platicaba con su nueva novia de un colegio privado.

Con el paso del tiempo, llegó la época universitaria, y como Manami y yo lo dijimos en el pasado, quedamos en la misma universidad. Cada tarde salíamos a pasear o estudiar juntos. Pasar el tiempo junto a ella era lo más hermoso que podía experimentar: Dormir con ella, cenar con ella, estudiar con ella, despertar con ella... Cada momento llegaba a ser mejor que el anterior... Y fue así como el tiempo se encargó de hacer a esa pequeña chica de lentes en una mujer hermosa.

En el último año de universidad, fuimos a estudiar al extranjero y me tocó enseñarle otros idiomas. Me sorprendió lo rápido que aprendía todo, incluso tuve un poco de envidia: el sistema de enseñanza de Koro – sensei, sin lugar a dudas, era el mejor que había visto. 

Creo que estando allí tuvimos nuestra primera y única pelea hasta el momento. Ella se enojó conmigo, porque accidentalmente estropeé su libreta de venenos y pociones. Me sentí sumamente culpable cuando la vi llorar. Por eso, pasé toda una noche intentando reconstruir la libreta, con éxito, exactamente a las 6 de la mañana. Terminé agotado, pero todo valía por verla sonreír.

A cada cierto tiempo, acompañaba a Manami a sus reuniones con la Clase E en la montaña. Creo yo que me encontraba más aventajado en el tema del asesinato que los demás novios y novias del curso, ya que estos solían mirar para todas partes y mostrarse sumamente aburridos. Allí también veía a Karma y una nueva novia en cada reunión. Se notaba que estaba disfrutando su juventud al máximo, y para qué culparlo, yo hubiera hecho exactamente lo mismo de no haber conocido a mi pequeña "ante ojitos", como solía llamarle a veces.

Creo que nunca me había sentido tan afortunado, como el día que nos graduamos. Éramos de cursos diferentes, pero ni eso le importó a Manami para correr a mis brazos y contarme que estaba embarazada. Las lágrimas no tardaron en salir, y a pesar de que esto ocurría con un público considerable de personas, no me importó, por eso reí y lloré como si no hubiera mañana. Desde esa noche ya no seríamos nunca más un "tú y yo". Ahora éramos "nosotros", una pequeña familia de tres integrantes.

Desde ese momento no paré y me esforcé por mi familia y por mí. Dos semanas más tarde, le pedí matrimonio y otra semana después, ya éramos marido y mujer ante Dios y la ley. Aquel evento fue memorable entretenido, incluida mi despedida de soltero. Por primera vez me permití llamar "amigos" a los que siempre estuvieron conmigo y a los amigos de Manami, que desde ahora me consideraban uno de los suyos.

Pálida flor [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora