Después de Ti

Capitulo 1

Tres meses atrás...

Ariana.

Voy tarde. Voy tarde. Bajo de mi auto y prácticamente corro a la casa de Lucas. Me va a castigar lo se. Tampoco se como es que puedo correr con estos tacones. Creo que otra mujer se hubiera fracturado los tobillos.

Cuando llego a la puerta, suspiro y tomo las llaves. Al abrirla primero asomo la cabeza para ver si esta. Pero al no encontrarlo entro por completo.

Vuelvo a suspirar y corro al segundo piso tirando los tacones y toda mi ropa a su paso. Entro al cuarto de juegos y me paro al costado de la puerta. Mis pulsaciones están alteradas.

Cúando la puerta se abre dejo de respirar y lo miro. Es tan sexy. Lo recorro con la mirada sin descaro alguno. Y luego vuelvo mi vista a su rostro. Esta sonriendo y sus ojos están más oscuros de lo normal.

— Llegaste tarde.— dice acercandose a mi. Acaricia mi cintura hasta llegar a mi trasero donde coloca sus manos y me acerca.— ¿Que haré contigo?— susurra besando mi cuello.

Coloco mis manos en sus hombros y cierro los ojos. Gimo cuando el primer mordisco llega enviando pequeñas descargas por mi cuerpo.

— Lo que quiera...señor.— su presión se hace cada vez mas fuerte en torno a mi cuerpo. Sonrio.

— Mmm...— vuelve a morder. Abro la boca en un intento de poder respirar.— Voy follarte tan duro que mañana cuando te sientes recordarás quien estuvo dentro de ti.— mi sorisa se borra y ahora es su turno de hacerlo.

— No lo harias.— susurro desafiandolo.

— Oh...pequeña. Claro que lo haria. Y lo haré.— grito cuando me agarra y tomando impulso me tira a la cama.

Rapidamente se hecha encima de mi. Sonrie y yo no hago mas que mirar esos hermosos ojos. Acaricio su cara y acercandome lo beso. Lo beso desenfrenadamente sin que nada me importe. Lo quiero y se que nunca pasará nada entre nosotros. Y eso me duele. Dejo que acaricie todo mi cuerpo mientras mis manos no se desprenden de su cabello. Cuando separa nuestros labios me mira y hace que nuestras narices se junten.

— Hoy no hay sesión.— me sorprende. En serio me sorprende.— Hoy solo seremos Lucas y Ariana. Pero eso no quita que no te podras sentar en una semana.— sonrio. No hago mas que sonreir y asentir.

— Bien.

Me vuelve a besar y rodamos en la cama quedando yo encima. A besos nos vamos sentando en la cama. Hago mi cabello hacia un lado y sigo besandolo.

Me siento y desabrocho mi sujetador. Sonrio y lo levanto en el aire dandole un par de vueltas. Lucas rie divertido y vuelve a dejarme debajo de su cuerpo.

— ¡Hey!— me quejo.

— Se acabaron los juegos.— arranca mi pequeña braga e introduce sus dedos en mi.— Eso es hermosa. Siempre lista.— me arqueo y gimo moviendo mis piernas bajo las suyas.

— Por favor.— maldita sea. Casi nunca soy yo la que ruega. Siempre lo hace él.— Hazlo ya.— digo con los dientes apretados.

— Por favor, ¿que?. Lo siento, pequeña. Debes ser mas especifica.— susurra sin dejar de mover sus dedos.

— ¡Mierda! ¡Follame! ¡Follame ya!— grito sin poder evitarlo. Sus movimientos se hacen mas acelerados y sin poder evitarlo me corro. Si. Si. Si. Suspiro aliviada y trato de regular mi aceleración.

— Si.— lo miro.— Justo como lo recuerdo.— saborea sus dedos.— Delicioso.— me ruborizo. Aun no logro acostumbrarme a que haga eso delante de mi.

— No hagas eso.— susurro avergonzada.

— ¿Que? ¿Esto?— vuelve a poner sus dedos en su boca. Asiento.— Lo hago las veces que quiera. Me encanta tu sabor. Ya lo sabes.

Desvío mi mirada a otro lado y dejo que siga con lo que esta haciendo. Es en vano decirle que no lo haga. Besa mi cuello dándole pequeños mordiscos mientras yo le desabrocho el pantalón para bajarlo. Lo necesito ahora.

— ¿Lista?— dice mirándome a los ojos. Asiento y cierro los ojos arqueandome cuando entra en mi.

Si. Esto es lo que quería. Echo la cabeza hacia atrás mordiendo mi labio y sonrio. Levanto mis piernas y las envuelvo en su cintura.

— Muevete...mas...fuerte.— susurro soltando un gemido.

Entrelaza nuestros dedos y empieza a moverse mas rápido.

— ¿Asi?— gruñe.

— Si...— gimo.— Así...¡ah!...no pares.— sonríe y me besa haciendo que deje de morder mis labios.

Sigue moviéndose. Una... dos... tres... cinco... diez...hasta que al fin grito liberándome. Lucas no tarda en terminar también y gira en la cama dejándome a mi sobre su pecho.

— Nunca me decepcionas, pequeña.— besa mi frente. Sonrio.

— Lo se.— digo coqueta. Ríe y acaricia mi cabello.

Esto es lo que me confunde. Si fueramos solo Amo/Sumisa no estariamos así ahora. ¿Entonces que somos? No quiero ilusionarme para que luego ne rompa el corazón al terminar el contrato.

— Oye...— levanto la cabeza y lo miro.— ¿Que tanto piensas?— pregunta.

Lo miro por unos minutos. Y me decido a hacer esa pregunta que tanto ronda en mi cabeza.

— ¿Que somos?— deja de acariciar mi cabeza y me queda mirando confundido.

— ¿Como?

— Eso. ¿Que somos?— vuelvo a preguntar y me siento en la cama.

— Ariana...ya lo sabes. Tu eres mi sumisa. No entiendo tu pregunta.— dice sentándose también.

Mis ojos se cristalizan y miro hacia otro lado.

— Tienes razón. Fue una pregunta tonta. Lo siento.— digo levantándome de la cama para ponerme una bata.

— ¿A donde vas?— pregunta al ver que estoy por salir.

— A mi recamara.

— Quedate conmigo, por favor.

— Lo siento, señor. Pero es mejor que no se mezclen las cosas.— y limpiandome una lágrima rebelde salgo de ahí.

Eres una tonta Ariana. Tonta. ¿Quien te manda a hacer esas preguntas? Camino rápidamente a la que es mi habitación los fines de semana y echándole seguro a la puerta. Me recuesto en la cama cubriéndome por completo.

Miro por la ventana y sollozo. ¿Porque soy tan tonta? Ya debería de haber sospechado esa respuesta. ¿Porque Lucas hubiera querido algo con alguien como yo? Ya debería acostumbrarme a que él nunca me vería como algo mas.

Suspiro tratando de calmarme y cierro los ojos. Al poco tiempo caigo dormida.