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Abrí los ojos lentamente y un dolor de cabeza horrible vino de inmediato a mi. Si estos malditos imbéciles me habían drogado he inclusive algo más, pues debo decirles que tengo un tío abogado de gran estatus y no se olvidaran fácilmente de mí. Sacudí mis manos y un ardor enorme llego a ellas. estaban atadas y con un nudo que parecía difícil de desatar.

-¡Sáquenme de aquí!-grité. Pero al parecer no había nadie en la habitación. Era oscura y escalofriante a la vez, tal como lo dijo el supuesto sobrino de Betty. Estaba atada a una silla de ruedas como las de escritorio. La única luz que tenía era la de la luna, que se filtraba por la ventana, sin cortinas, a un costado mío. Quizás, ni siquiera estoy en la casa al lado mío.


Avancé, aun atada la silla, por la habitación hasta acercarme a la ventana. Miré por esta y boom. Podía ver mi cuarto desde aquí. ¡TODO!, mi cama, mi escritorio. Juro cerrar las cortinas cada vez que me vista o algo del estilo. Estaba en medio de mi paranoia cuando unas pisadas se acercaban cada vez mas por el pasillo. Joder, es mi hora. ¿Qué hago?, me quedo aquí a que un chico guapo venga y me diga, hey tú, no vuelvas a entra a mi casa y pum! me disparé? o corro por mi vida? tarde dos segundos en pensarlo y mi intención de correr a la ventana fue totalmente herrada al notar que estaba atada a una maldita silla, así que sí. tendré que esperar a que un guapo chicho entre a acabar con mi vida.

-Miren quien ya despertó-se burló el "sobrino" de Betty.

-¿Quién eres? ¿Y por qué estas aquí? ,!o no¡,  mejor dime ¿Por qué rayos estoy atada a una silla? O NO! YA SÉ! ¿Por qué mierda se ve toda mi habitación desde aquí?, ¿ Me has estado espiando?, o eres un mald...-me interrumpió.

-Joder, ¡ya basta! si no quieres que te mate, quédate callada-habló apuntándome con lo que parecía un arma, pero con la oscuridad no lo pude diferenciar bien. Claramente lo hice enojar, la vena de su frente estaba sobresaliendo de su frente.

Guardé silencio esperando que el dijera algo o más bien, la voz no me salía con miedo. Caminó desde la puerta hasta donde me encontraba yo, a un lado de la ventana, y recién ahí puede ver que sí tenia un arma con él. Abrí los ojos del miedo, pegando mi espalda lo mas posible contra la silla. Diosito sálvame no puedo morir así, ¿quien muere virgen a los diecisiete?.

-Tranquila, no la usare a menos que no cierres la puta boca-guardó la pistola en su bolsillo trasero. Caminó el corto tramo hasta al lado mío.

-no eres el sobrino de Betty, ¿verdad?- y aún lo preguntas Abbie.

Se puso detrás de mi y me desató las manos. Estaba a solo centímetros míos y pude oler su fragancia, muy varonil. Aun con todo el olor a cigarrillo podía sentir su aroma y joder. Ni David Beckham debe oler así. Se ubicó frente a mi y cruzo sus brazos y pude notar su gran físico, tenia brazos grandes haciendo notar unas varias horas en el gimnasio o quizás de masturbación .

-Mas rápida cariño-se río- no sé ni quien es Betty, pero si sé quien eres tu.

Así que si me vigilaba desde aquí.

- Y no, no vigilo tu cuarto desde aquí-se burló.

ups.

-Y quien eres entonces-pregunté. Crucé mis brazos exactamente como él los tenía y me puse cómodamente en la silla mostrándome desafiante ante  la situación. Aun que claramente ya había mojado mis pantalones.

-Eso es confidencial, cariño.

-Me amarras a una silla, me sedan y no puedo saber siquiera tú nombre, genial.

-Mas adelante lo sabrás.

Me miró fijamente a los ojos, con una sonrisa entre sus carnosos labios y mientras lo observaba pude notar un pequeño lunar bajo el labio, defecto sexy. Su pelo era chascón, con unos pequeños rulos en las puntas los cuales sobresalían de una gorra negra, sus facciones eran definidas y firmes, casi de revista. Pude ver varios tatuajes en sus brazos y algunos sobresalientes de su cuello. Tal como yo lo hacía él me examinaba hasta que se río suavemente y se dio media vuelta  con la intención de salir del cuarto, sin antes decir.

-Sal de aquí, antes de que te ate a la cama, ah y no vuelvas si no quieres que pase algo peor.



Mi vecino el mafiosoWhere stories live. Discover now