Un Privado

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Cloe

¿En qué me he metido?

Me he tomado la mitad de una desagradable botella de vodka puro para convencerme de lo que voy a hacer y desgraciadamente los nervios son mayores ya que parece no funcionar.

–Cuando suene la siguiente canción, tú sales.– me habla una chica de baja estatura y sudorosa. Nunca en mi vida he bailado frente a tantos hombres y mucho menos estando ebrios. Mi corazón martillea a mil por hora de solo pensarlo.

Voy maquillada exageradamente y llevo puesta ropa interior diminuta de encaje negro, unas medias a juego, enormes tacones de aguja y el cabello suelto. Es increíble cómo un chico que apenas conozco me haya convencido de esto. Solo espero no caer y tropezar al caminar.

La canción termina y la chica que estaba en el escenario sale en mi dirección. –Tu turno– dice guiñándome un ojo, está completamente desnuda y evito ver más allá de sus ojos. ¿Qué tipo de lugar es este? Mierda. Mierda. Mierda.

Doy un paso dudoso hacia adelante y los reflectores me deslumbran de frente haciendo difícil distinguir cada rostro entre la multitud de hombres ebrios que tengo frente a mí. Irónicamente me quedo totalmente inmóvil hasta que unas de las chicas me empujan animándome. Camino con terror en los ojos tratando de encontrar a Nithan desesperadamente, pero no se le ve por ninguna parte.

Posiblemente esté en un "privado". Mierda, pensar eso me da escalofríos.

Mis tobillos tiemblan con cada paso y me detengo hasta estar frente a todos justo en el centro y la música suena de nuevo. Todos los hombres a mi alrededor chiflan y gritan esperando a que les de lo que quieren. Ahora ya pienso igual que estas mujeres.

Cierro los ojos anhelando a que el alcohol haga lo suyo y me dejo llevar por la música agitando mis caderas de lado a lado y todos se vuelven eufóricos. –¡Tubo! ¡Tubo! ¡Tubo!– gritan en coro y las náuseas son cada vez más fuertes. Abro los ojos y camino en dirección hacia un poste de metal que se encuentra en el medio del escenario. Tengo únicamente cinco minutos para vengarme de Nithan y el idiota ni siquiera aparece a la vista. Afianzándome coloco una mano temblorosa sobre el frío metal y giro alrededor de este, tal y como he visto en las películas.

Alguien toca mi brazo y jala despacio hacia atrás llamando mi atención. –He encontrado a tu romeo.– susurra Christian.

–¿En dónde está?– susurro mientras él se esconde entre las sombras.

–Dos filas atrás a tu derecha– susurra de vuelta. –Me han contado las chicas que estuvo con una de ellas en "privado".– hace énfasis al mencionarlo y continúa hablando mientras yo agito mi trasero frente a todos odiándome por esto y la bilis vuelve a subirse por mi garganta.

Ese imbécil...

–Ahora es tu turno de que él lo pague querida.– lo escucho decir y se va dejándome sola de nuevo.

Giro un par de veces más hasta que mis ojos captan los de Nithan, veo que duda al verme y el idiota aun no lleva playera. Lo que más me enfureció fue notar que tiene a una chica sentada en su regazo mientras que descaradamente masajea su trasero. No distingo su expresión estando tan lejos, pero apuesto a que se le ha parado el corazón al reconocerme. La canción termina y mis cinco minutos han resultado productivos. Una chica nueva entra y yo salgo.

Busco de nuevo a Nithan entre el público pero se ha ido. ¿Debería de sentirme mal o bien por eso? No lo sé, pero lo que sí sé es que después de esto definitivamente ya no soy la misma de hace un mes.

Al Otro Lado De Mi Vida © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora