Capítulo 10 "Te Tengo"

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Se agachó abajo de su escritorio y sacó un portafolio. Y nos hizo seña para que nos pusiéramos al lado de él. Marco y yo nos miramos por unos segundo y avanzamos.

Cuando vi lo que tenía dentro el portafolio. Quedé impresionado. ¿De donde él ha sacado todo eso?


El portafolio estaba dividido en cuatro partes. En una habían armas de fuego. En la otra parte eran armas blancas. Y las otras dos eran como especies de bombas y un pequeño botiquín.

—¿De donde has sacado eso? —pregunté todavía sorprendido.

—Los compré —me miró y sonrió —Esto lo que vamos hacer es de vida o muerte. Se trata de tu única hija. Ustedes son como unos hermanos para mi. Haría todo lo que está a mi alcance para protegerlos y sus familias. Y ese Derek hijo de perra va a desear no haber hecho lo que te ha hecho...

Asentí más emocionado que antes. Tengo que salvar a mi hija y a Daniel.

****

Había llegado la hora. No tenía ni idea donde iban las armas. Por suerte Marco me ayudó.

Llevo cuatro cuchillas en las botas. Un cinturón donde van dos armas y gases, que no sé para que se usan. En la espalda llevo una especie de escopeta. Esa es la que usaré. No creo que las use todas. Sólo iré por mi hija, Daniel y matar a Derek.

Marco me enseñó a lanzar los cuchillos, no tuvimos suficiente tiempo así que no soy un experto.

Habíamos llegado al lugar. Estoy ansioso. Bajamos sigilosamente, yo siguiendo a Marco y a Carlos, los otros sé dispersaron.

Carlos se detuvo y señaló un lugar. Que pronto logré ver. Un hombre corpulento saliendo de una casa que pareciera que se va a derrumbar en cualquier momento.

La luna no nos ayudaba para nada. Se veía todo. No podíamos ocultarnos bien. El hombre agarró un auto que se encontraba cerca y esperamos a que se fuera. Y seguimos nuestro camino hasta esa casa.

Encontramos una entrada, pero había que escalar las paredes y quién sabe qué tanto aguante esa casa. De todos modos decidimos arriesgarnos y primero subió Carlos, luego Marco y de último yo, con un poco de impulso lo logré.

Era un cuarto oscuro. No se veía absolutamente nada. No podíamos encender las lámparas ya que podrían enterarse de que estamos aquí.

—Yo lo haré —dijo Carlos encendiendo su lámpara de mano.

En la habitación había dos camas y en ellas habían personas. Nicole y Daniel.

Caminé sigiloso hasta mi bebé. Estaba bien. La tomé en mis brazos y la abracé.

—Leonardo. —escuché que dijo Carlos —Tenemos problemas—dijo mientras señalaba con la lámpara a el otro cuerpo. —Creo que está muerto.

    No. No puede estarlo. Daniel no, un chico que no supo porque lo llevaron ahí. No. Me acerqué, le di la bebé a Carlos. Hice presión con mis dedos en la yugular. Tenía pulso pero era lento.

   Estaba cubierto de sangre e inconsciente. Todo sucio, y con moretones por todo el cuerpo, ¿Qué le habrán hecho? No quiero imaginarme. Ahora solo quiero sacarlos a todos de aquí.

—Marco baja. Te pasaré a la bebé y la llevas hasta el auto y luego bajas tú Carlos y ayudas a Marco con Daniel y lo llevan al hospital más cercano. Se está muriendo —dije algo alterado.

—Hermano, en serio ¿Quieres que entremos con un chico medio muerto con todo esto encima? —se señaló el cuerpo. Era verdad, estaban llenos de armas. Pero algo tenemos que hacer.

—Yo puedo cambiarme. Tengo ropa normal en el carro. Pero te necesito Carlos para que conduzcas. No tenemos tiempo —dijo Marco.

   Carlos me miró esperando mi aprobación yo asentí. En el rostro de Carlos y Marco solo veía preocupación.

—Estaré bien —dije sonriéndoles.

— Cuídate hermano —dijo Carlos y él y Marco me abrazaron.

—No creo que estoy sea necesario. Estaré bien. —dije riendo. —Llevan a la bebé con Joscelin.

  Ví cómo se alejaban. Yo me adentré dentro de esa habitación y encontré una puerta la cual llevaba a una salida. Saqué un arma de mi cinturón, mientras cargaba puse mi mano en la manija y abrí con cuidado.

   Oscuridad. Mis ojos se acostumbraron rápidamente a esa oscuridad espesa. Ningún ruido.

   Caminé revisando todo en la parte de arriba. Nada. Bajé las escaleras con cuidado pero está casa estaba tan vieja y deteriorada que el más mínimo movimiento hacia ruido.
    Escuché un ruido.

—Te tengo —dijo esa maldita voz antes de sentir un golpe en la cabeza.

Mi Sexy Hermanastro 2 [+18]Where stories live. Discover now