Capitulo 11.

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-Sólo déjate llevar por la corriente – ordenó Link estando ya frente a mí, ambos con las cabezas fuera del agua.

Yo estaba sonrojada ante todo lo que hacía.

-Vale – fue lo único que pude decir, pues, todo iba demasiado rápido, mi corazón, mis emociones, mi mente y pensamientos.

¡Le gustaba verme sufrir o ¿Qué?!

Fuimos arrastrados por las corrientes del río zora, llegando juntos, así, a un lugar llamado, Curso alto del río zora.

-¡Nada hacia la orilla! – ahora volvió a ordenarme.

Sólo pude seguirle, ya que, estando allí, la corriente se dividía en dos causes, uno que llevaba directamente a los campos de Hyrule y otro que te llevaba al lago Hylia.

Una vez allí, a salvo del agua, me quedé sentada en el césped, intentando recobrar el aliento.

-Divertido, ¿Eh? – preguntó de nuevo sentándose a mi lado.

-Divertida mi memoria – solté dejándome caer de espalda en el césped – Duele mucho respirar – dije quejándome.

-Pero tienes la tela negra, te la he devuelto.

-Estoy agotada – susurré sin poder levantarme de nuevo – Demasiado agotada.

-No te creo, hace unos minutos estabas muy enérgica...

-Dark – llamé en mente

-Perdón, es involuntario

-¡DARK!

-¡Oh, pues! ¡Que lo siento!

-A ti te gusta verme sufrir.

-¿Estás bien? – preguntó Link, mi mente divagó por varios segundos.

¿Pueden creerlo? ¡Estuve fuera unos segundos!

-Déjame aquí y dile a mi madre que la quiero – susurré en forma dramática, fui acreedora de una risita por lo bajo y me ayudó a levantarme.

Allí fue cuando divisé la piedra del lobo.

-Dime que has estado yendo a verle – mencioné llevando mi mano derecha a mi pecho.

-Sí, me ha enseñado mucho.

Asentí sin muchas ganas.

-Aquí se abrirá un portal que será de mucha ayuda para regresar cuando queramos – continué – Pero no estamos en forma Twili, por lo que tendrás que apañártelas tú solito.

-¿Yo, solo?

-Sí, verás, hay una chica que está observándonos dentro de su casa, a través de esa ventana – señalé el sitio de embarcaciones con mi cabeza, con una pequeña inclinación de mi parte – Será divertido.

-¿A qué te refieres con divertido? – preguntó mi castaño compañero, levantando una ceja.

¿A caso no se da cuenta que atrae a miles de chicas?

¿Será idiota?

-Ve, no hay tiempo

-Sí, sí, sí – repitió varias veces con fastidio, tomando su espada de la empuñadura para luego caminar hacia la batalla contra tres seres de oscuridad que nacieron del cielo.

¿Y yo?

Yo me volví a sentar en el suelo.

Mi respiración era floja, por no decir casi nula, e intenté tranquilizarme.

ATLOZ FANFIC. La viajera de otro mundo III. La princesa del crepúsculo.Where stories live. Discover now