Capítulo 1

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*Barbara Palvin cómo: Allison Wells

Luego de un vuelo de 11 horas porfin puedo decir que me encuentro en suelo europeo. Debo reconocer que la sensación es extraña, estar en otro país, en otro continente, me hace sentir rara, como una pieza fuera de lugar, pero aprenderé a adaptarme.

Al llegar al sector de arribos internacionales busco con la mirada a dos ancianos esperandome, o a alguien sosteniendo un cartel con mi nombre. Pasan unos minutos hasta que los diviso, están parados a unos 8 metros por delante de mí, y cuando me ven, sonríen y alzan sus brazos con expresiones de plena felicidad en sus rostros.
Les devuelvo la sonrisa aunque, parezca más una mueca, y avanzo hacia ellos con mis maletas en mano.

Cuando están a tan solo centímetros de mi, la abuela Nora rompe a llorar y me abraza, yo suelto mi equipaje y la recibo con los brazos abiertos. A pesar de no querer pasar mi verano aquí, estoy feliz de poder reencontrarme con mis abuelos, los extrañé muchisimo en estos años, aunque pocos son los recuerdos que guardo con ellos en mi memoria.

Cuando me suelta la observo más detenidamente, está usando un vestido azul floreado y su cabello corto muy bien peinado, aretes de perla y un pequeño bolso en mano. Es una mujer muy pulcra, siempre dando buenas primeras impresiones. Sus dientes tan perfectos delatan una dentadura postiza y puedo ver algunas arrugas más en su rostro, pero, sin contar esos detalles, se ve identica a la ultima vez que la vi.

Segundos despues sigue el turno del abuelo, quien me envuelve con un brazo en una cálida bienvenida ya que, con el otro sostiene un bastón. Como en la abuela, noto en él algunas arrugas nuevas, y un poco menos de cabello, pero aun así sigue utilizando esas horrorozas camisas a cuadros que siempre acostumbra.

-Allison cariño, ¡estas preciosa!-dice la abuela con una sonrisa orgullosa en el rostro.

-Gracias abuela, tu tambien luces muy bien.

-Los años pasan rápido querida, has crecido tanto-añade el abuelo Charlie.

Despues de conversaciones triviales, y charlas resumiendo los ultimos diez años de nuestras vidas mientras nos dirigiamos en auto hasta el que seria mi nuevo hogar, llegamos al destino.

Por fuera la casa luce sencilla, es de dos pisos, no demasiado grande, no demasiado pequeña.
Atravezamos el jardin delantero hasta el porche donde mi abuelo saca las llaves y las introduce en la cerradura para entrar. El salón es moderno y a su vez acogedor, me sorprende que mis abuelos tengan tan buen gusto para la decoración, creí que serian de los que tenían sillones anticuados y cuadros descoloridos en las paredes, pero me equivoqué.

Me dan un pequeño recorrido por la casa y la habitación que más me gusta es la biblioteca. Amo los libros y despues de todo pasaré un buen rato aquí sumergida en lo que más me gusta, leer y disfrutar de nuevas historias.

El último cuarto que veo es el que será mi nueva habitación. Es bastante amplio y cuenta con una cama de dos plazas, un pequeño escritorio y un guardarropas grande.
La ventana que se encuentra detras de la cama me permite ver el patio trasero, donde se encuentra una pileta y un hermoso jardín. Al menos podré pasar tiempo alli cuando haga demasiado calor y no llueva, despues de todo, esto es Londres y es dificil encontrar un día soleado o sin lluvia en la ciudad.

Mis abuelos se retiran para que pueda acomodar mis pertenencias y lo primero que hago es echarme en la cama y tratar de descansar. Nose cuanto tiempo transcurre pero me quedo dormida y más tarde me despiertan unos golpes en la puerta. Miro la hora en el celular y veo que son las 12:32 pm.

-Adelante-grito para que entren mientras me incorporo.

Mi abuelo atraviesa la puerta y anuncia que el almuerzo esta listo. Bajo con él y me encuentro con la mesa llena de abundante comida, al parecer los abuelos intentan engordar a sus nietos en todas partes del mundo.

Disfruto de una deliciosa comida y al terminar regreso a mi habitacíon a ordenar la ropa que seguía en las maletas. Luego aprovecho a darme una ducha y me encuentro con mis abuelos preparados para llevarme de excursión por los sitios más turisticos de la ciudad.

-Queremos que conozcas mejor la ciudad, para que en un par de días cuando reconozcas las calles puedas salir a recorrer sitios por tu cuenta si quieres, pero no pierdas tu teléfono celular, no queremos darnos un susto si no atiendes las llamadas y no sabemos donde estas-dice la abuela.
Asiento y salimos a recorrer Londres como si fuera una auténtica turista.

Me maravillo de los sitios que visitamos, he visto montones de fotos de estos lugares en internet pero nunca imaginé que serian tan hermosos en persona. Pasan las horas sin que ninguno de los tres lo notemos y ya está atardeciendo cuando nos sentamos en una cafeteria para que puebre uno de esos postres riquisimos que hacen aqui.

Más tarde cuando llegamos a la casa me detengo a mirar los retratos en las paredes a los cuales no les habia prestado atención hoy. En muchos de ellos puedo ver fotografías de mis abuelos cuando eran jóvenes, algunas incluso carecen de color, pero en todas me los encuentro a ambos sonriendo, demostrando la feliz pareja que son. Todas las fotografias son hermosas, pero hay una en particular que me hace derramar una lagrima, se trata de mi padre sosteniendome cuando era una bebe recién nacida. Pude contemplar la alegria en su rostro y cada día deseo volver a verlo, lo extraño. Demasiado.

Luego de cenar, me dirijo a mi dormitorio y tomo mi celular para chequear los cientos de Whatsapps que no he visto en todo el día. La mayoria son de mis amigos, y contesto todos los que puedo. Llamo a mi amiga Avery para contarle con más detalles todo lo que he vivido en un día.

-Por lo que cuentas deduzco que la ciudad es muy bonita, pero ¿No viste ninguna otra cosa bonita?¿Algun chico sexy al cual acosar?- No puedo evitar reir ante está ultima pregunta, Avery siempre piensa en chicos.

-He visto varios chicos sexys en la ciudad con un acento que estoy segura que te enamoraría, pero ya sabes que yo no estoy interesada en involucrarme con nadie-le contesto, a lo que escucho un suspiro del otro lado del teléfono.

-Amiga, sabes que quiero lo mejor para ti, ¿cierto?, es por eso que creo que ya es hora de dejar atras el pasado y comenzar a vivir el presente. Se que lo que paso con Zach te lastimó demasiado, pero lo que ese idiota te hizo no es motivo para dejar de pensar en otros chicos, tienes que seguir adelante-.

-Lo se, y lo estoy haciendo lo juro- digo dando vueltas en mi cuarto- pero solamente lo estoy haciendo a mi manera-.

-Como digas, en fin tengo que irme me estan llamando para cenar recuerda que aqui es mucho más temprano, nos vemos y no olvides contarme TODO lo que vives-. Sonrio y me despido de mi amiga.

Me tiro en la cama y contemplo el techo de color blanco. En mi casa en LA éste, está lleno de estrellas luminosas que mi padre me ayudó a colocar cuando tenía 5 años para que no le temiera a la oscuridad. Si cierro los ojos aun puedo imaginarlo conmigo pegando las estrellas.

Al principio cuando me contó por primera vez que pensaba dejar la quimio me enojé como nunca antes lo habia hecho en mi vida, me encerré en mi cuarto un día completo y me negué a hablarle. Se que estaba siendo egoista y que no debí tratarlo así pero para aquel entonces no podía pensar en nada mas que él, abandonandome por eleccion propia. Obviamente eso no era cierto, de haber podido vivir mi padre lo habría hecho, pero luego de 19 meses de puro sufrimiento sin ninguna mejora se despidió, y poco a poco la vida se deslizó fuera de su cuerpo.

Nose cuanto tiempo pasó hasta que me dormí,pero a la mañana siguiente me despertó el ruido de una aspiradora encendida en mi habitación.

Mi Estúpido Amor de VeranoWhere stories live. Discover now