Capítulo 3

165 11 1
                                    

Acababa de llegar a casa, después de pasarme toda la mañana y el medio día buscando un maldito trabajo cerca de mi apartamento. Lo más interesante que encontré fue de camarera en una cafetería. Supongo que acabaría aceptando el trabajo, necesitaba dinero.

Estaba apunto de tumbarme en el sofá para echarme una siesta, pero justo sonó el teléfono. Tenía un mensaje.

Ethan: Kels :)

Yo: Hey

Ethan: ¿Quieres que nos veamos?

Yo: ¡Claro! ¿Vendrá también tu hermana? Me cayó muy bien.

Ethan: De echo me refería a tu y yo solos

Yo: Ah, pues también me parece buena idea haha

Ethan: ¿Te paso a recoger a las 20pm?

Yo: Perfecto ;)

--

¿Ethan quería salir conmigo? Oh dios, oh dios, oh dios.

Sabía que nos llevábamos bien, pero no sé, ellos eran famosos, tenían miles y miles de fans, entre ellas un montón de chicas muchísimo mas guapas que yo, así que me sorprendió el echo de que él quisiera salir conmigo a solas.

Eran las 17:00pm. Tenia aun 3 horas.

Me tumbé en el sofá y me puse una alarma a las 19:15pm, así tendría tiempo de descansar antes de que llegase la hora.

Me dormí al instante, ya que estaba muy cansada.


--


Me despertó el ruido del timbre. ¿Qué hora era? ¿No había sonado la alarma?

Miré la hora en el IPhone y vi que eran las 20:00pm en punto. ¡MIERDA! ¿Cómo narices me había quedado dormida? ¡Me había puesto una maldita alarma!

Saqué la cabeza por la ventana y vi a Ethan esperándome en el portal.

- ETHAN -le grité y el miró hacía arriba y me vio- no tardaré mas de 10 minutos, espérate ahí.

- No hay problema -dijo riéndose.

Corrí hacía mi habitación. Cogí una camiseta de tirantes de tercio pelo que me encantaba y me puse mis shorts favoritos. Me eche un poco de colonia, me repasé el rimmel y me sonreí a mi misma en el espejo. Allá vamos.

Bajé por las escaleras corriendo (ya me empezaba a acostumbrar a salir corriendo de casa) y abrí la puerta del portal.

Ahí estaba él esperándome, tan sexy como siempre. Se acercó a darme dos besos y su fragancia me invadió las fosas nasales. Olía distinto a Grayson, pero seguía oliendo genial.

Subimos a su coche, y me dijo que me llevaría a un restaurante/bar que había cerca de la playa.

En el trayecto hablamos de nuestras vidas. Él me hablo un poco más de si mismo, y también me hizo preguntas, como por ejemplo los motivos por los cuales me había mudado a LA, o donde vivía antes de venir aquí.

Llegamos, y el me abrió la puerta como el día anterior. Me agarró la mano y me levanté, pero esta vez quedé bastante pegada a él. Nuestros labios estaban separados por centímetros, y eso me intimidaba. Sentía su respiración, serena. Yo, en cambio, estaba con el corazón a mil.

Moving to LA - Grayson DolanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora