17. La apuesta.

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- ¿De veras los muggles hacen eso?- le preguntó Annie a Jordan emocionada.- ¡Es lo más genial que he oído!

Lee le había contado a sus amigos que, de pequeño, se quedaba en casa de sus abuelos muggles en Halloween y todos los niños salían disfrazados a pedir dulces por las casas del vecindario. La tradición constaba en pedir "dulce o travesura", por lo tanto, si las personas no regalaban dulces, recibían una travesura por parte de los niños.

- Me gusta la parte de la travesura.- dijo Fred pícaramente.

- Si, estoy de acuerdo. Hay que hacerlo este Halloween.- declaró George.

- ¿Qué hay que hacer este Halloween?- preguntó Charlie quien bajaba por las escaleras de los dormitorios. Levantó una ceja interrogante.

- Eh... Practicar mucho para el partido contra Slytherin.- explicó Annie.

El prefecto se rió, y ella se mordió el labio. Definitivamente amaba hacerlo sonreír.

- Muy bueno Ann.- se sentó en el suelo cruzando las piernas junto a ellos.- Ahora, de verdad, ¿qué planean? ¿Van a meterse en problemas?- preguntó reprobante.

Los gemelos se miraron alzando una ceja, la típica mirada cómplice que Annie no siempre lograba deducir, ellos dos se entendían a la perfección, pero a ella se le dificultaba un poco comprenderlos a veces. Era su telepatía de gemelos.

- ¿Sabes una cosa Charlie?- pregunto George.

- Suenas igual que Percy.- concluyó Fred.

- ¿¡Yo!?- exclamó el pelirrojo llevándose una mano al pecho y abriendo mucho los ojos.

Al parecer no podía creer que lo estuviesen comparando con su estirado hermano menor. Annie comenzó a comprender hacia donde iban.

- Si, tú.

- ¿Van a meterse en problemas?- lo imitó Fred con voz gruesa.

- ¡Hace dos años no te preocupaba en absoluto meterte en problemas!

- Hace dos años no era prefecto.- respondió él.

Los gemelos negaron con la cabeza.

- Eras el rey de las bromas.

- Considérate destronado.- replicaron ambos.

Charlie se puso de pie.

- Escúchenme bien escuincles.- comenzó.- A mi nadie me destrona. Siempre seré el rey, amo y señor de las bromas en esta y cualquier otra escuela mágica o muggle que exista en la tierra y fuera de ella.

Annie sonrió y les lanzó una mirada cómplice a los gemelos. Se levantó y se plantó frente al prefecto mirándolo desafiante.

- Demuéstralo.- le dijo.- Estoy segura de que no aguantarías ni una semana haciendo bromas. ¿Temes que McGonagall te reprenda?

Charlie no podía creer que aquella niña con rostro angelical hubiese tomado ese semblante tan desafiante. ¿Lo estaba retando? ¿A él? Los gemelos contenían la risa y eso lo hizo enfadar.

- Créeme, puedo. De lo que yo estoy seguro, es que ustedes no aguantarían ni dos semanas sin hacerlas.

Los gemelos se levantaron y ambos colocaron un brazo por los hombros de su hermano.

- Entonces tenemos un trato, querido hermanito.- dijo George.

- Tú intentarás recuperar tu corona por dos semanas...

- Y nosotros tres, seremos como ángeles y nos portaremos bien.

- Pero ni McGonagall, ni Filch, ni ninguna otra figura de autoridad debe atraparte.

Charlie sonrió desafiante.

- Que sean tres semanas, entonces.- los retó.- Ni bromas, ni travesuras, ni chistes.

Annie comenzó a preocuparse, dos semanas eran soportables ¿pero tres? ¿Era posible que no enloqueciera?

- Hecho.- dijeron los gemelos antes de que ella pudiera oponerse.

- Si nosotros ganamos, nos das tu habitación.- sentenció Fred.

Esperen ¿en que la beneficiaba a ella? Estaría tres semanas sin hacer travesuras para que los gemelos se quedaran con la habitación de su hermano y ella ni siquiera vivía en esa casa -aunque le encantaría-.

- No estoy de acuerdo.- protestó la niña, ganándose una mirada interrogativa de los gemelos.

- Eso es justo lo que estaba por decir.- dijo Charlie.

- ¿Yo que gano?- preguntó y fue Charlie quien la miró de la misma forma esa vez.- Propongo quinientas bengalas del Dr. Filibuster.

Los gemelos sonrieron con complicidad aprobando la idea de su amiga.

- ¿Quinientas? Ni hablar.- se negó el pelirrojo.

- Trescientas y no acepto otra oferta.- declaró ella firmemente.

Él pareció considerarlo, y se mantuvo pensativo por un minuto. De pronto, divisó algo en el bolsillo de la túnica de Annie que captó su atención.

- Bien.- declaró finalmente.- Pero quiero eso.- señaló el pergamino que se asomaba por el bolsillo de la niña.

Ella lo vio lo que este le señalaba. El mapa, su tan preciado mapa.

- Ni hablar...-comenzó ella.

- Entonces es valioso, lo quiero.- dijo él.

- Hecho.- dijeron los gemelos.

Annie los fulminó con la mirada, el mapa no valía trescientas bengalas. No había nada que superara el valor del mapa y ellos lo estaban poniendo en juego.

- Tenemos un trato.- dijo el pelirrojo saliendo de la habitación con una sonrisa triunfal.

Una vez que se marchó Annie los miró y sonrió angelicalmente.

- Ann, me das miedo cuando sonríes de esa forma.- dijo George.

-Levicorpus.- dijo la niña apuntando su varita hacia los gemelos.

Ambos quedaron suspendidos en el aire boca abajo.

- ¿Tienen las más minima idea de lo que hicieron?- preguntó muy tranquila.- Apostaron la mejor arma que tenemos.

- ¡Ganaremos, te lo aseguro!- dijo Fred.

- ¡Tres semanas de abstinencia no son nada!- le aseguró George.

Annie resopló, tomó a Nilo, subió dando fuertes pisadas a su habitación y dio un portazo dejando a los gemelos en esa incómoda posición.

Se recostó en su cama mirando el techo.

- Nilo ¿Qué han hecho?- le preguntó a su hurón. Este negó con la cabeza y ella lo acarició.

Katie entró a la habitación y sin mirar a la niña se dirigió a su cama. Annie se sentó mirando a su amiga, aún con el seño fruncido.

- Katie, no creerás lo que hicieron los gemelos...- comenzó.

- Adivino, ¿No te recordaron lo genial que eres?- preguntó con desdén.

- ¿Qué? ¿De qué hablas?- preguntó confundida.- ¿Qué te sucede?

- Nada.

Hola bellas! Lamento que este capítulo sea bastante corto, pero es necesario. Y lamento aún más tener que decirles que probablemente el próximo capítulo tarde un poquito más de la cuenta –no estoy diciendo que voy a tardar un mes, pero si tal vez una o dos semanas-  La razón? Conseguí un trabajo, personalmente, me gusta administrar mi dinero y no tener que depender siempre de mis padres.

 En fin, espero que les guste. En el próximo cap. definitivamente tendrán algo más de acción...

GRACIAS POR TANTO, PERDÓN POR TAN POCO...

L@s quiero.

Teff♥

Mis cómplices, Fred y George Weasley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora