- En serio papá te luciste.- dijo Annie con la boca llena de budín.- Es aún mejor que el de Hogwarts.
- Lo se, lo se.
- Y la decoración es increíble mamá.- admiró la niña.
- Gracias cielo.
- Collingwood ¿empacaste todo?- preguntó su padre.
Era veintiséis de diciembre, los Collingwood habían pasado una navidad llena de risas y alegría. La niña había recibido una sudadera de los Cannons, por parte de sus padres, una bufanda con los colores de Gryffindor de parte de Angelina y plumas de caramelo, con las que podías simular estar escribiendo mientras las comes en clase, por parte de Fred y George.
En un par de horas iría a la casa de los Weasley a pasar el resto de las vacaciones de navidad. Annie sabía que sus padres estaban agradecidos de que la hubiesen invitado, puesto que a partir de mañana, ellos deberían volver al trabajo y se habría quedado sola en casa.
- Si, tendré que dejar mí escoba en casa de los Weasley.- y con un poco más de desgano agregó.- No me dejan llevarla a Hogwarts.
- Una lástima.- dijo su madre no tan disgustada puesto que no le gustaba mucho la idea de volar, y menos aún después de que su hija se hubiese fracturado una pierna, un brazo y quedado inconciente durante tres días.
- Ellos se lo pierden.- dijo su padre tratando de animarla.- El siguiente año levantarás la copa de quidditch para Gryffindor como tu grandioso padre hizo dos años seguidos.
- Grandiosamente modesto ¿cierto?- dijo su madre.
- Solo estás celosa porque le pateé el trasero a Slytherin.
- ¿Yo? Por favor, Blake.- dijo con el digno orgullo de una slytherin.- Sólo dos años, luego fuiste aplastado por Ravenclaw y Slytherin.
- ¡Pero eso no sucederá conmigo!- dijo Annie.- Los gemelos y yo levantaremos esa copa.
- Somos dos gryffindor, ríndete slytherin.- objetó el hombre.
- Bien.- dijo ella.
Alissa se dispuso a juntar la mesa, con la frente en alto y sin mirar a su marido. Él sonrió, se levantó de su silla, la tomó por la cintura y le plantó un beso en los labios.
- Ninguna casa de Hogwarts es lo suficientemente digna de tenerte en ella.- le susurró.
Annie sonrió, tomó a Nilo y subió a su cuarto. Amaba que sus padres de amasen, pero sentía que la escena ya se estaba volviendo muy íntima. Se dispuso a empacar lo que faltaba. Por un segundo, se imaginó a Charlie besándola en los labios. Se sonrojó violentamente y se auto- reprendió por haberlo pensado.
***
- Percy ¿te importaría no babearte cuando llegue Annie?- le dijo Fred a su hermano.
- Si, no nos avergüences.- dijo George.
Percy enrojeció levemente y frunció el ceño. Charlie y Bill rieron por lo bajo, pero lo disimularon tosiendo al ver la mirada de su madre.
- ¡Compórtense!- reprendió su madre.- ¿Por qué Percy tendría que hacer eso?
- Que te lo diga él.- dijeron los gemelos con una sonrisa cínica.
Ron tenía la escoba en la mano y esperaba impaciente que la última jugadora llegara para poder jugar al quidditch, Ginny estaba sentada en el sofá con los brazos cruzados, el ceño fruncido e indignadísima de que sus hermanos no la dejaran jugar con ellos.
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Mis cómplices, Fred y George Weasley.
FanfictionIr al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería fue el sueño de Annie Collingwood desde muy pequeña. Motivada por las historias de travesuras que hizo su padre en el tiempo que asistía, se propuso vivir extraordinarias aventuras. No contaba con que dos...