-Mucho mejor así –dijo él divertido, su hermana estaba en todo.

-¿Ya has cenado? –preguntó su madre, preocupada como todas las madres.

-No, después de ducharme iré a cenar... ¿Vosotros?

-Yo ya me he duchado, voy a cenar contigo –bromeó la hermana volviendo a provocar las risas.

-Nosotros no, estamos esperando a que vengan tu otra hermana con el resto de la familia, pero tardarán en venir una hora más o menos porque fueron de compras con las niñas por la tarde –dijo el padre.

-Ah... También las echo de menos...

-Pues no te vayas tantas veces de viaje... ¡Va a venir la abuela! –dijo el hermano pensando que era el primero en decirle.

-Lo sé, lo sé, estaré allí antes de que se vaya y... –no pudo terminar la frase porque su hermana señaló a la cámara escandalizada.

-¿Y ESE QUIÉN ES?

Mark se fijó en la mini pantalla donde salía él y Jackson se giró preocupado al escuchar eso, mirando a su novio paralizado sin saber si esconderse o no.

-¿Estás con un hombre? –volvió a preguntar su hermana.

-¿Y ese chico? –preguntó su hermano.

-¿Quién es? –preguntó su madre, algo decepcionada de que su hijo no le dijera nada de aquello. El padre prefirió no hacer comentarios, puesto que el otro chico iba paseándose en toalla y no quería pensar qué clase de cosas pervertidas hacían juntos.

Mark se quedó pensando lo más rápido que su cerebro era capaz, tratando de pensar excusas, explicaciones o simplemente moverse para que dejaran de ver a su novio casi desnudo.

-Eh... Ve a vestirte –se quejó Mark en voz baja, esta vez mirando a Jackson directamente. Él hizo caso y desapareció de la vista del resto de su familia.

-¿No ibas a estar solo? –preguntó su madre.

-Iba a olvidarse de Jackson –dijo su hermano, corrigiendo a su madre.

-Y vaya si lo está olvidando –dijo su hermana, que aunque se viera pequeño en la pantalla del móvil, ya se había fijado en lo bueno que estaba aquel hombre.

-¿Ibas a olvidarte de Jackson? –preguntó Jackson en voz baja, con pena, mientras se vestía.

-No –se quejó Mark mirando a su novio, su hermano a veces decía tonterías.

-Hijo, explícate –pidió su padre, esta vez.

-Pues la cosa es que vine a estar solo pero ahora ya no lo estoy...

-¿Y entonces? ¿Lo has conocido allí? ¿Es un peruano? "Hola, sho habló español poquito", dijo su hermana con acento americano en español, aunque tampoco sabía hablar realmente, solo lo básico.

-¿Qué dices? –preguntó el hermano a su hermana, no entendió nada.

-Eso es español –dijo su hermana orgullosa de sí misma.

-Ven aquí –le pidió Mark a Jackson cuando ya estuvo vestido, ignorando la disputa hermanal al otro lado de la pantalla.

Todos se quedaron en silencio esperando a ver qué pasaba ahora. El chino se sorprendió y tardó unos instantes en reaccionar. Cuando se acercó, se sentó en la cama, aún fuera de la visión de la cámara. Fue Mark quien se movió para estar a su lado y enfocarlos juntos.

-Él es Jackson –dijo Mark sonriendo a su familia, que se quedó un rato más en silencio sin comprender la situación.

-¿Jackson...? ¿En Perú...? –preguntó la hermana.

-¿Jackson es peruano? –preguntó ahora su hermano, era el más descabellado de los cuatro hermanos que eran.

-Es Jackson, tú Jackson –dijo la madre al fijarse en la cara del chino, pues lo recordaba con mucha claridad.

Los novios rieron al escuchar los comentarios, aunque el menor se sentía más bien nervioso por lo que pudieran pensar en su familia.

-Nos encontramos en las ruinas ayer... Casi me caí por unas escaleras pero él me agarró, cuando nos miramos nos dimos cuenta de que éramos nosotros y... hasta ahora –explicó Mark brevemente.

-No me lo puedo creer... ¡Esto es de película! –dijo su hermana encantada.

-¿De verdad os habéis encontrado así...? –preguntó la madre, no podía creerlo.

-Es de verdad, mamá... Y bueno, ahora tengo que presentároslo no como Jackson, sino como mi novio.

Se armó un alboroto en la cocina de los Tuan, que era desde el lugar que estaban hablando, pero todos parecían contentos, incluso el padre que solía ser más serio estaba contento. El chino por su parte se sintió el doble de nervioso y no sabía qué decir.

-Me alegra mucho, hijo... ¡Pero no olvidéis tomaros los números de teléfono esta vez! –dijo la madre.

-¿Cuándo lo traes? –preguntó su hermana impaciente y sonriente.

-Me alegra, pero más vale que lo cuides bien –dijo el padre.

-¡El timbre! –dijo el hermano, pues estaban llamando a la puerta.

-¿Ya han llegado? Será la abuela –dijo la hermana.

-Hey, nos vamos a ir a cenar... Os llamo mañana... ¿Vale? Cenad bien –dijo Mark queriendo colgar, no sabía si Jackson estaba bien con lo ocurrido.

-Gracias –dijo el chino sonriendo, aún nervioso. –Mark es maravilloso.

-Pasad buena noche, estoy feliz de que por fin estéis juntos. Mañana nos llamáis los dos... Cuidaros mucho –dijo la madre.

Tras despedirse todos, cortaron la videollamada.

See the light (MARKSON)Where stories live. Discover now