See the light (MARKSON)

14. Volviéndose inseparables

Despertaron juntos aquella mañana, de nuevo abrazados y de buen humor los dos. El primero en levantarse iba a ser Mark como siempre aunque el menor lo apretaba contra su cuerpo quejándose para que no se alejara de él, quería seguir durmiendo y estaba cómodo en aquella posición. El americano para intentar alejarlo le mordió el hombro, pero no logró apartarlo, simplemente notó como el chino lo estrechaba con más firmeza en su agarre.

-Vamos Jackson...

-Que pesado con tanto madrugar, te voy a tirar el móvil por la ventana –se quejó el menor.

-Tú sí que eres pesado y en todos los sentidos de la palabra.

-Me estás llamando gordo en toda mi cara –dijo Jackson ofendido.

-¡¡Jackson!! –se quejó el mayor que cada vez se agobiaba más con tanto calor y finalmente soltaron el agarre, entonces Mark se levantó de la cama rápidamente respirando algo acelerado.

-Está bien, está bien, ya me levanto.

Salieron de la habitación y se cruzaron con uno de los compañeros de Mark, que les saludó y se fue a desayunar. Luego iban a hablar de que esos dos habían pasado la noche juntos, lo sabían.

-Tus compañeros deben pensar que no quieres estar con ellos –dijo Jackson.

-Lo mismo deben pensar los tuyos.

Llegaron al comedor y se sentaron juntos a comer, a lo lejos Mark divisaba a sus compañeros que les lanzaban miraditas. Perfecto, su compañero ya les había contado que habían pasado la noche juntos.

El día fue normal, entrenaron cada uno por su lado ya que tenían cosas diferentes que hacer. No coincidieron a la hora de comer ya que los padres de Jackson quisieron comer con su hijo, aunque eso el americano no lo sabía y estuvo preguntándose dónde se había metido. Por la tarde lo vio en el gimnasio y se saludaron pero no se pararon a hablar. Tampoco coincidieron en los vestuarios ya que Mark había cogido la costumbre de ducharse en los baños de su pasillo que estaban más desocupados y no tenía que encontrarse con JB. Por la noche cuando Mark iba a salir a cenar se encontró a Jackson muy guapo en la puerta esperándole.

-¡Que susto! –dijo Mark nada más abrir la puerta, iba metido en su mundo y lo que menos se esperaba era a Jackson ahí plantado.

-¿Tan feo soy? Bueno, no respondas. ¿Vienes a cenar conmigo y con mi familia?

-¿Hoy? ¿Otra vez? –preguntó Mark sorprendido.

-Sí, prometo no ir al tailandés. ¿Qué me dices?

-Pero... solo... ¿Y tus amigos?

-Que no, pesado, que con mis padres. Dicen que no han vuelto a verte desde aquel día y que podrías venirte hoy porque eres simpático... No sé por qué dicen eso con lo sieso que eres –dijo Jackson para picarlo un poco.

-Soy una persona muy educada y amable. ¿Qué te pasa? –se quejó Mark dándole un golpe en el brazo.

-¿Eso es un sí?

-¿Con qué gente te juntas para que eso signifique que sí? –dijo Mark aún molesto porque le había llamado sieso.

-Mira que te gusta hacerte el difícil.

Jackson fue pegándole empujones suaves hasta entrar dentro de la habitación y cerró la puerta, luego abrió el armario pero antes de que buscara nada Mark ya lo había apartado de allí.

-Vale voy, pero yo elijo mi ropa –aceptó el mayor.

Cuando estuvo listo y arreglado, a pesar de que tuvo que hacerlo delante de Jackson y no pudo tardar tanto como quería para ponerse más guapo, bajaron a la entrada donde estaban algunos amigos de Mark charlando y le saludaron preguntándole a dónde iba tan guapo. No pudo evitar avergonzarse y tratar de responder con naturalidad que iba a cenar con su amigo Jackson, recalcando bien la palabra "amigo" para aclarar que eso era lo que eran mientras que el chino intuyó que por la forma de hablar, se pensaban que estaban liados. Quiso hablar pero entonces el mayor se enteraría de que pensaba que era gay por lo que prefirió guardar silencio y cuando se despidieron fueron al encuentro de sus padres.