Un pequeño milagro

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—Que descansen— salió de la habitación con cuidado de no hacer ruido, al cerrar la puerta se sorprendió al ver que cierto peli morado se encontraba ahí.

—Jajaja actúas bien como mamá Jafar—soltó una risa algo escandalosa haciendo sonrojar al pecoso.

—Sin, cállate ellos ya se durmieron— dijo ignorando lo que dijo el peli morado.

—No te enojes Jafar-chan, sabes estoy celoso porque eres amable con todos menos conmigo—dijo haciendo pucheros.

—Sin estas borracho y dices cosas sin sentido— dejo salir un suspiro y empezó a caminar hacia la fiesta aún tenía que ver por el orden del lugar.

—Jafar espera— dijo totalmente serio tomando al peli blanco del brazo.

—Ahora ¿Qué quieres Sin? Tengo cosas que hacer— dijo serio aunque estaba sorprendido por el tono que utilizo el peli morado al hablar.

—Solo quiero saber ¿Por qué ignoras así mis sentimientos y porque eres tan cruel conmigo? —dijo atrayendo al peli blanco hacia él abrazándolo de la cintura.

—S-Sin... dices incoherencias— dijo sonrojado mientras desviaba su mirada. La verdad le dolía porque sabía que el otro solo le decía eso porque estaba borracho.

—Sabes no bebí tanto y te hice una pregunta seria, podrías por lo menos contestarla— hablo ahora con un aire de tristeza.

—Enserio Sin, suéltame hablamos mañana si quieres— dijo tratando de liberarse del abrazo del mayor, cosa que lastimo a este.

Si había bebido algunas copas pero no estaba borracho, sabía lo que estaba diciendo y le hería esa frialdad con la que actuaba el peli blanco. No entendía ¿Por qué solo con él actuaba así? Eso dolía, él miraba siempre sonreír al peli blanco mientras no estaba con él. El peli morado con sus sentimientos heridos abrazo con más fuerza al peli blanco pero sin llegar a lastimarlo.

—Enserio me duele que me trates así— dijo serio y con tristeza volteando en un movimiento a Jafar para mirarlo a los ojos.

—Sin, enserio, suéltame tengo cosas que hacer— dijo con seriedad es cierto actuaba con el así pero porque no quería ilusionarse la verdad se enamoró de él desde que decidió seguirlo pero eso no lo diría nunca para no perder su amistad con el mayor.

El mayor dejo salir un suspiro y miro con tristeza al peli blanco, esto hacía que este último se sintiera culpable no quería que su rey se sintiera mal, tenía muchas ganas de decirle todo lo que sentía pero era cobarde, tenía miedo. Mucho miedo de que si le decía al peli morado perdería a su mejor amigo, a su rey, a su mundo.

—Sin— le llamo pero ahora el peli morado había quedado en silencio. — ¿Sin? — preguntó moviendo su mano en frente del rostro del peli morado.

—Jafar yo quiero decirte algo importante— dijo alejándose de aquel abrazo confundiendo más al menor. Tomo las manos de su consejero y lo miro directamente a los ojos.

—Yo quería decirte que eres todo para mí, que estoy enamorado de ti desde que empezaste a viajar conmigo. Me enamore de tu sonrisa, aunque no siempre sonreías para mí. Me enamore de tus habilidades, de tu voz, de tus ojos, de tu cabello y de tus hermosas pecas. Me enamore de ti profundamente pero no era suficientemente valiente para decirlo— dijo mirando como el rostro del peli blanco se tornaba rojo por completo.

—Pe-pero... ¿Qué estás diciendo? Deja de bromear conmigo por favor— dijo en un tono de voz algo bajo para él y volteando la mirada hacia otro lado.

—Jafar estoy hablando enserio. Entiendo que no me correspondas solo quería q-...—no termino su frase porque unos labios suaves y húmedos estaban posados en los suyos.

Un Futuro BrillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora