Los Días del Fénix. Volumen 5. El Auge y Caida de F.A.T.E.

Capítulo 2

                                                                       ¡Mira más allá Salamander!

La técnica secreta de Ace

Ace golpeó con gran fuerza la superficie del escudo, provocando que los pies de su oponente se deslizaran por la tierra unos cuantos metros hacia atrás –Veo que las leyendas son verdaderas, la defensa de la salamandra es impenetrable- El potente golpe paralizó el brazo izquierdo de Kyle que comenzó a latir con una sensación incandescente que recorría su piel.

-Veamos si la espada es igualmente poderosa, por favor hazme el honor Salamander- El sujeto de la plateada cabellera colocó ambas manos tras su espalda y se posicionó frente a su oponente manteniendo una postura retadora -¡Será un placer!- La ira invadió al aludido y, empuñando la colorida espada, se lanzó en contra de su oponente con un movimiento tan rápido que transcurrió de manera casi imperceptible.

El frío acero anaranjado pasó a tan sólo unos cuantos centímetros del hombro del príncipe, provocando que Kyle cayera de bruces sobre la tierra –Pero qué decepción, en verdad esperaba mucho más del guerrero legendario, el gran Salamander- Exclamó el joven mientras limpiaba sus gafas –¡No es posible! ¡Estoy seguro de que ese golpe debió dar en el blanco!- Ace soltó una carcajada mientras colocaba de nuevo sus manos tras la espalda –Si estás tan seguro, puedes venir e intentarlo de nuevo-.

Kyle se incorporó de un salto y, tras sacudirse la tierra de las ropas, arremetió de nuevo contra su contrincante, ésta vez lanzando rápidos y furtivos golpes con la espada, cada uno de ellos siendo eludido con un mínimo esfuerzo por el príncipe, quien tan sólo se limitaba a realizar pequeños movimientos de cabeza para evitar el acero.

Tras una serie de intentos fallidos, Salamander se inclinó agotado, colocando las manos sobre las rodillas, el frío sudor de la desesperación y la impotencia recorría su frente mientras jadeaba en un intento por recuperar el aliento –Señor Rivers, esto es verdaderamente un a pena. Me parece que la espada que todo lo corta es nada más que un simple cuento para niños- Ace dirigió la vista hacia el reloj que marcaba tan sólo dos minutos para el término de la pelea –Creo que es mejor que te rindas de una vez y nos evites a todos la pena de ver al gran guerrero salamandra vencido de forma tan patética- Kyle levantó la vista aún jadeando –No sé cuál es tu truco, pero no me dejaré vencer por un niño pretencioso como tú- Una mueca retadora se dibujó en el rostro del príncipe mientras reía a carcajadas –No eres más que un chiste Salamander- El aludido se llenó de rabia y arremetió con vehemencia sobre su oponente.

-¡Wow! en verdad no pensé que este tal Salamander fuera tan débil, desde que comenzó la pelea no ha podido conectar un solo golpe- Argumentaba el sujeto de la armadura robótica –Sí, tal vez tengas razón y él no es tan fuerte como nos hicieron creer-

Una joven que sostenía una enorme vasija recubierta por un papel que leía "Sello" en un misterioso y antiguo lenguaje los miró de forma retadora–¡No pueden decir algo como eso! ¡Estamos hablando del legendario Salamander! ¡Estoy segura de que debe haber alguna especie de truco en la técnica de ese tal Ace y en cualquier momento Kyle dará la vuelta a la pelea y surgirá triunfante!- Pauline la miró desconcertada –Bueno compañera, no sé qué pelea has estado viendo durante estos minutos, pero parece que tu Salamander está a punto de ganarse un viaje vuelta a su casa- La muchacha de la vasija respondió indignada –Tengo un nombre "compañera" llámame Yurei Miller y por lo que a mí respecta ese tal Ace es un presumido y un tramposo-.

Los muchachos la miraron con incertidumbre –Nadie aquí conoce los poderes de Ace pero al ser hijo del rey Eriph, podemos descartar cualquier tipo de trampa- Después de esta afirmación ambos regresaron la mirada hacia la arena pues la batalla comenzaba a aumentar su intensidad.