79. "Será la primera vez para los dos"

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—Dios, ______ (Tn) deja ese papel, realmente no te sale. —me reclama haciendo que yo gire mi cabeza como el exorcista.

—¿Qué fue lo que dijiste?

Él camina calmado cerca de una de mis cómodas y se recarga en ella. Su postura parece tan sexy que también lo odio. Se cruza de brazos y me siento como una colegiala suspirando por el chico mayor. Definitivamente no quiero parecer así.

—Ya sabes —empieza encogiéndose de hombros—, con el papel de que me odias cuando sabes que me deseas tanto como yo te deseo a ti.

¡Que alguien lo calle ahora antes de que lo mate!

Respiro hondo y cierro los ojos, cuento un poco y luego lo miro de nuevo.

—Por qué no me ayudas a buscar mi móvil para que nos podamos largar de aquí. —le pido esta vez, sabiendo que no se irá y que necesito encontrarlo ya.

Ahora sí creo que me mira como si tuviera dos cabezas cuando me pregunta—: ¿Aún no lo encuentras?

—Oh, pues. —le digo poniéndome la mano en el mentón haciendo alusión a algún filosofo—. Ya sabes, solo me gusta imaginar que mis cosas se pierden y así poder sorprenderme a mí misma, cada vez las escondo en lugares más difíciles de encontrar, ¿Me ayudas?

Él rueda los ojos y vuelve a insistir—: Me refiero a que me llegó un mensaje desde tu móvil hace unos minutos.

—¿Qué? —suelto cuando lo escucho—. Debes estar loco, muéstrame el mensaje.

Él hace un gesto de estar de acuerdo y rebusca en su bolsillo. Su cara me asusta cuando ahora busca en su bolsillo derecho.

—¿Y ahora qué? —le pregunto molesta.

—No lo tengo. —me dice extrañado y sin dejar de buscar.

—Oh, claro, ¿No será un plan tuyo para venir a hablarme? —le digo poniendo mi cara de te-he-pillado.

—Claro que no... —deja de hablar y me mira con sus hermosos ojos marrones, digo, sus ojos—. Mike...

—Chloe... —digo corriendo hacia la puerta al mismo tiempo que él.

Llego antes y la manilla no gira, intento de nuevo y de nuevo, pero el resultado es el mismo.

—¿Qué? —me pregunta.

—No abre. —le digo sin dejar de forcejear.

—Déjame intentarlo. —dice él.

—Si yo no puedo tú tampoco, Calum, créeme que no eres tan fuerte como tus músculos lo aparentan.

—Has estado muy atenta a mis músculos, ¿No es así?

Torno los ojos y le dejo el espacio libre para que intente. Menudo idiota, como si mi importara andar mirándolo.

Ok, bueno, eso sonó como la mentira más grande del mundo.

Él se acerca con una pequeña sonrisa que desaparece cuando intenta hacer girar la manilla. Lo intenta al menos dos veces —les dije que yo podía más que él— para después girarse y quedarme mirando como si yo fuera un fantasma.

—¿Podrías dejar de poner esa cara de idiota y decirme qué pasó? —le espeto cruzándome de brazos.

ÉL alza las cejas por mi actitud y luego camina lentamente de vuelta a mi cama. Bien, ahora debo actuar de acuerdo al humor del señor Hood.

—Y bien, ¿Me dirás que tiene la puerta? —le pregunto sin moverme.

—Está con llave, ________ (Tn). —me responde encogiéndose de hombros y mis ganas de matarlo aumentan. ¡Estamos encerrados y él se sienta a esperar!

Mi inevitable destino. (Calum Hood&tú) |MDET2|Where stories live. Discover now