Mi inevitable destino. (Calum Hood&tú) |MDET2|

60. "Me enamoró"

Narra _______ (Tn)

El sol ilumina mi cara con sus fuertes rayos y no me importa. Es primavera, ¿Quién puede estar enfadado en la estación más hermosa del año?

Tiro de mis cobijas con una sonrisa enorme en mi rostro, pero es Ariana quien me mira con el ceño fruncido. Ella odia el sol pegando en su cara, en realidad, ella odia todo lo que me hace saltar de felicidad, sobre todo en las mañanas.

Lo siento, Ariana, el sol me está llamando.

—¡Deja de sonreír!

Su grito se vuelve débil a medida que me alejo de la habitación para meterme a la ducha. Canto y hago movimientos torpes. Amo la primavera y no hay nada que me vaya a hacer cambiar de opinión.

Termino mucho antes que Ariana, preparo el desayuno y le subo a la música. Como dije, la primavera es mi época y la voy a disfrutar como quiera.

—Me gusta que hagas el desayuno, pero odio que siempre andes con tanto ánimo.

Me giro para encarar a la gruñona de mi amiga y le doy una de mis mejores sonrisas—. Debiste haberlo pensado antes de mudarte conmigo.

—Si pudiera visitar a la Ariana del pasado, lo haría.

Sonrío, porque nada me va a hacer dejar de sonreír.

Comemos los huevos que preparo y bebemos el delicioso jugo de frambuesa que había comprado. Los rayos siguen apareciendo por la ventana y me alegro de sobremanera. Nada me hará dejar de sonreír.

—Que te vaya bien en anatomía. —se despide Ariana con una sonrisa burlona.

Tranquila, _______ (Tn), lo lograrás.

Camino por los pasillos hasta la sala de anatomía y me mentalizo. Observo el lugar y trato de pensar en que no es tan malo como parece. Con energía voy a abrir la puerta cuando llega el Sr. Morgan y me hace volver a temer.

—No es tan malo como parece, ________ (Tn).

Me volteo y lo encaro. Para él es sencillo. Él es jodidamente brillante, ni siquiera sé que está haciendo aquí. Debería estar en una escuela para superdotados.

—Ya sé lo que estás pensando, ______ (Tn), pero no.

Entramos a clases y me ubico en el banco al que más llegan los rayos de sol. De alguna manera, eso parece ayudarme, porque entiendo gran parte de la clase.

Bien por ti, Curtis, no tendrás que volverte loco enseñándome.

—Hoy es un día para hacer cosas.

Digo en cuanto salgo de la sala y me encuentro con Ariana.

—¿Qué clase de cosas? —pregunta ella mirándome como una loca.

—Cosas que debimos haber hecho hace mucho. —agrego fijándome en mis zapatillas para caminar.

—¿Podrías decirlo bien? No soy adivina. —me recrimina ella haciendo que levante la mirada.

—Chloe y Mike.

(...)

—¿Crees que quiera contarnos? —me pregunta Ariana cuando comienza a prender el computador.

Pienso un momento, porque es raro. Chloe siempre fue una chica que no se complicaba con los temas de chicos. Siempre fue ruda y directa, pero cuando se trató de Mike todo fue diferente y jamás quisimos intervenir, porque pensamos que con el tiempo nos contaría. Jamás pasó.