No era el mejor día que he tenido. Estaba lloviznando fuera y el clima triste hacía aún más escalofriante la institución de lo que ya era. Mi espalda me dolía de tanto agacharme para hacer numerosas camas con quien sabe que haciendo cada sabana sucia y mal olienta. Mis pies también me dolían por andar por el frío suelo de cemento. Todos los otros pacientes probablemente estaban almorzando o haciendo actividades especiales en otra habitación. En cuanto dejé la comida en la última habitación, una compañera llamada Kelsey vino hacia mi. Ella era algunos años mayor que yo y conocía este sitio como la palma de su mano. En cambio yo, solo llevaba 3 meses aquí en Wickendale Manicomio para los Criminales. Trabajaba generalmente como enfermera ayudante, pero con la buena seguridad, no había muchas lesiones entonces trabajaba en donde se me necesitara. Era la chica que siempre pedían ayuda con algo si estaban ocupados.
"Hey, qué estas haciendo aquí?" Kelsey me preguntó.
"Umm... mi trabajo?"
"Todo el mundo esta fuera, tú también deberias estar!"
"Por qué? Qué pasa?" me preguntaba.
"No lo has oido? El nuevo viene." dijo emocionada.
"Y?" no veía la gra cosa. Teníamos pacientes que llegaban aquí todo el tiempo. Qué era distinto de hoy?
"Bueno, has oído en las noticias como había un tío que les quito la piel a tres mujeres?" su tono ers demasiado emocionado por el tema.
"Si y.. oh no, no me digas..."
"Si, él viene. Y nos lo vamos a perder si no te das prisa!" Kelsey cogió mi mano y me comenzó a arrastrar hacia la entrada principal. Estaba sorprendida y un poco nerviosa. No sé por qué. Es que qué tipo de personas podías esperar que haya en un manicomio para criminales? De cualquier forma, no podía evitar morderme las uñas; un habito que he tenido desde pequeña.
Salimos a la llovizna y esperamos unos minutos. Miré alrededor para ver que Kelsey tenía razón; casi todo el personal estaba aquí para entrar en la emoción. Habían policías dentro, obviamente, paa controlas las cosas, pero aparte de eso todos estaban alrededor para ver al infame criminal. También había gente por las calles protestando contra el hombre siguiendo vivo en esta prisióc/hospital mental, como lo quieres llamar. La mayoría lo quería muerto.
Estaba apunto de entrar en vez de esperar en el pobre tiempo cuando una camionea oscura de policía aparcó justo enfrente del edificio. Dos guardias de seguridad salieron primer y abrieron la puerta de atras. Ahora la anticipación me estaba llegando. Cómo era? Cuántos años debía tener? Sería atractivo o repulsivo?
Lo descubrí lo más pronto posible. Los guardias cogieron uno de los brazos del hombre. Mientras le arrastraban fuera de la camioneta, él miraba hacia el suelo por lo que no veía su cara. Sus manos y pies estabam restringidos con esposas que hacían ruido mientras caminaba. Ya llevaba puesto el horrible azul/gris mono que era obligatorio para los pacientes aquí. Incluso en el feo conjunto, me podía dar cuenta que era alto y delgado. Antes de que subiera por los escalones de piedra que llevaba al edificio, el hombre me miró y pude verle con total detalle. Decir que era atractivo sería una subestimación.
Me sorprendí por la belleza innegable del villano parado ante mi. Parecía que tenia probablemente alrededor de veinte. Tenía pestañas oscuras y largas que emarcaban sus cautivadores ojos verdes. Sus labios llenos estaban ligeramente separados mientras caminaba en los escalones de marmol. Tenía su oscuro pelo despeinado que arrastrado por su frente y rizado alrededor de sus orejas. También tenía una fuerte, prominente mandíbula que estaba cerrada fuertemente y cejas que se arrugaban por el medio mientras oía a los protestantes que gritaban y demandaban que le maten.
No sé que estaba esperando. Que él explote y que gritara algo, cualquier cosa. Eso es lo que hace la mayoría cuando llegan. Se enloquecen o intentan escapar o gritan cosas ridículas. Seguro que alguien tan malvado como él haría algo extremo. Es que le quitó la piel a tres muejeres. Qué tipo de ser retorcido hace eso? Pero no, solo camino directamente dentro sin una sola palabra.
Le dí un codazo a Kelsey, "Ya esta?"
"Supongo," suspiró. "Que mala suerte, estaba esperando algo más emocionante."
Me reí a su constante humor que nunca fallaba para sacarme una sonrisa. Sabía que ella estaba pensando lo mismo que yo. El hombre que acaba de entrar era probablemente el más tentador, hermoso que hayamos visto. Pero nadie quería admitir que estaban atraídas a un psicópata.
"Bueno, todo a trabajar.", la directora Ms. Hellman instruyó mientras auyentaba a todos dentro del edificio. Ella tendría más o menos cincuenta años, con pelo rubio y ojos azules penetrantes. No caía nada bien, pero necesitaba un trabajo. Estuve sorprendida incluso conseguir uno que me pagara así de bien con tan solo 20 años. Tengo un título pero aún así necesitaba trabajar para llegar a una posición más alta.
Entre al edificio y mire la hora. Mierda, era la hora del almuerzo. Y no me refiero al mío. Tenía que sentarme y supervisar (junto a otros policías) mientras los pacientes comían su almuerzo o jugaban cartas o cualquier otra cosa que podrían hacer en su tiempo libre de dos horas. Generalmente, me paraba en el mismo sitio atrás en el medio, para poder vigilar bien a todos al mismo tiempo. Más o menos a la media hora las puertas se abrieron y todo el mundo se dio la vuelta hacia delante. Entró el nuevo junto a dos guardias en cada lado que supuestamente debían estar ahí para mantenerle bajo control, aunque no se veía muy convincente ya que él era más alto que ellos. Sus muñecas y tobillos seguían con las esposas.
Sus rasgos estaban duros como antes y sus cejas seguían juntas en pensamiento. Todos lo miraban como si hubieraa matado a alguien enfrente de sus propios ojos.
Aunque no les tomaba atención, pero no estaba tomando mucha atención. Solo estaba concentrada al muchaco con el pelo rizado. No sabía por qué. Debería aterrarme, y lo estaba, pero al mismo tiempo él era intrigante. No sabía que era pero me sentía atraída a él. A lo mejor era solo eso, porque me daba miedo, no podía parar de preguntarme más sobre sus crímenes. A lo mejor solo estaba curiosa. A lo mejor...
Ms. Hellman entró brutamente y sopló su odioso silbato, señalando que ya era la hora para que los llamados criminales regresen a sus celdas o habitaciones, como lo quieras llamar. La altura del chico nuevo se extendió mientras se levantaba de donde estaba sentado. Hizo caso a sus guardias y ellos le guiaron hacia donde él se iba a quedar.
Cuando la habitación estaba vacía, desafortunadamente Ms. Hellman vino hacia mi. Sentí un poco de pavor. Ella era muy intimidante y nunca tenía nada bueno para decir. Si te hablaba en privado, era generalemente para despedirte o regañarte.
"Rose, puedo hablar contigo un minuto?" me preguntó. Asentí y ella se acercó más. No se veís feliz. La verdad es que nunca se veía feliz.
"Has estado muy bien aquí los dos primeros mese. Estoy sorprendida que no hayas dimitido ya. Estoy pensando en darte un poco más de responsabilidad por aquí." dijo.
"Oh, gracias."
"Te ves más cómoda con los pacientes que el resto. Puede que te tenga ayudando menos a las enfermeras y ayudando más a los pacientes. Si estas cómoda con eso."
"Claro. Eso estaría genial." dije. Era verdad que estaba demasiado cómoda con los psicópatas convictos de lo que debería estar. Supongo que solo era interesante estar alrededor de ellos y ver qué piensan, cómo piensan. Una pequeña parte de mi siempre se preguntaba si de verdad estaban locos. Estaba esperando que Ms. Hellman se vaya pero se quedó justo donde estaba, entonces le hice una pregunta que a estado pasando por mi cabeza en las últimas 2 horas.
"Umm, el nuevo..." empecé a preguntar.
"Oh si, es un sujeto interesante." dijo, como s fuera algún tipo de experimento científico. "Bueno, me tengo que ir." Ms. Hellman comenzó a caminar rapidamente de mi sin dejarme terminar de hablar.
"Cómo se llama?" llamé tras ella.
Se dió la vuelta para mirarme, ojos azules mirando en los mios. "Su nombre es Harry. Harry Styles."
