Capitulo 3: Las mierdas del pasado

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7 AÑOS ATRÁS...

El autobús proveniente de la correccional de menores "Negrasemilla" se detuvo en la última parada de su ruta, dejando al único pasajero que lo abordaba. Este levantó su trasero del desgastado asiento y se dirigió a la salida. El chofer hizo girar la palanca que desplegaba la puerta, y poniendo una mirada agresiva le dijo al pasajero que se terminara de largar:

--llegamos al basurero de la ciudad, termina de poner tu culo fuera de mi autobús—

--oh jodete David—respondió sin mirarle la cara

Travis se colocó la capucha del sueter negro, metió sus manos en los bolcillos, y comenzó a adentrarse por el lugar que más odiaba.

La zona baja de la ciudad era fea, sucia, peligrosa e indecente. A menudo se veía a los pandilleros cometiendo delitos, a las prostitutas ofreciendo sus servicios a plena luz del día, y algunos edificios ardiendo en llamas por diversión de los rufianes. La pobreza y la miseria invadían cada esquina de las sucias calles, y el índice de delincuencia era tan elevado que debías unirte obligatoriamente a una pandilla para recibir protección. Cada minuto alguien moría, y la ley policial era inexistente, porque casi todos muertos habían muerto.

El lugar donde vivía Travis era un vecindario que constaba de puras casas rodantes viejas e infectadas de grafitis, normalmente apestaba a humedad y a olores intensos provenientes de cada residencia. Los vecinos no eran muy amigables pero al menos no se mataban entre ellos. Travis se detuvo en la desgasta caravana de su tía, agarró la llave que yacía en el marco de la puerta y entró suspirando de molestia. La primera impresión que se llevó al entrar fue la asquerosa escena de su tía teniendo sexo con dos hombres al mismo tiempo. La mujer de al menos unos 47 años gritaba fuertemente por el orgasmo que le producía tener dos penes metidos en el coño y en el culo.

--¡¿Qué mierda?!—gritó Travis

Los tres se detuvieron enseguida por la incómoda sorpresa

--¡¿Qué estás haciendo aquí animal rastrero?!—dijo la tía cubriéndose los pechos

--¡Vivo aquí! ¡¿Quién mierda son estos sujetos?!—

--Oh solo son unos amigos—respondió la descarada

--Se nota que son muy amigos—

--¡Bueno y tú no te quedes allí parado! ¡Fuera!—

Travis salió rápidamente de la casa intentando olvidar las imágenes que atormentaban su mente. Al cabo de un rato los dos sujetos salieron acomodando sus pantalones y subiéndose los cierres:

--Oye hijo de puta, si vuelves a entrar así te partiremos la cara—dijo uno de ellos

La tía como toda una zorra se despidió de los dos hombres con una sonrisa en la cara diciéndoles que vuelvan pronto, luego volteó la mirada hacia Travis con un gesto muy distinto:

--Y tú, ¿creí que te estabas pudriendo en la correccional?—

--Me dieron libertad condicional. Hubiera salido más rápido, pero yo no les ofrezco mi culo a los guardias a cambio de rebajar la condena—

--Oh vete a la mierda Travis. Termina de dejar tus cosas adentro, y la próxima vez avisa antes de entrar—

Los padres de Travis murieron en un accidente automovilístico cuando él tenía 10 años, así que pasó a la custodia de su tía Mariza. La mujer trabajaba como puta durante las noches rondando por los bares y esquinas de las calles. Pero la edad comenzó a notarse en su cuerpo, hasta el punto de que ya ni el maquillaje era capaz de ocultar las arrugas. No tuvo otra opción que retirarse y vivir del servicio privado que les ofrecía a sus dos "amigos".

DEADTRAVIS (+18)Where stories live. Discover now