Capítulo 2

17 5 2
                                    

Amelia recorría el pasillo de la sala de observaciones hacia los laboratorios del hospital. Caminaba dando pasos largos, estaba desesperada por llegar hasta allí. Después de unos minutos llegó, se plantó firme ante la puerta, respiro profundo y entró saludando.

 — ¡Hola Phil! — saludó con una sonrisa fingida.

— ¿Qué te trae por acá?— pregunta el hombre, quitando la vista de la muestra que estaba analizando a través de un microscopio.

— Necesito un favor— dice algo dubitativa, mienon tras recoge sus cabellos de algo más de cuarenta años .

— Tu dirás, creo que te debo una.

Amelia, pidió incluir un examen de ADN entre los exámenes de John.

— ¿Estás segura?, ya lo has hecho antes y te habías hecho emociones.

— Esta vez estoy segura de que sí.  

Del un lado del hospital; John dormía, soñaba con los padres que nunca conoció y que, a pesar de negarlo, necesitaba conocerlos. Todos lo necesitamos, ¿Quién no quiere saber su origen?; y del otro lado estaba Amelia, ansiosa por saber si el joven que había conocido podía ser el hijo que tuvo que abandonar en el orfanato hace casi 20 años. 

Amelia apenas estaba empezando la universidad y tuvo que ceder a la presión de sus padres "Una madre soltera nunca podrá tener un buen futuro", era el pensamiento de ellos. Ella tampoco quería perderse un buen futuro y movida por el miedo tomó la decisión de abandonar a su hijo en el orfanato.

Si John resultaba ser su hijo, Amelia no sabía que haría. Si se lo dice, quizás el shock sea tan grande para él, que nunca más quiera saber de ella, pero si no se lo decía, no podría vivir jamás con el peso de no haber podido compartir su vida con su hijo. Se revuelve el cabello, que ya había soltado de su moño recogido antes, y suspira frustrada. No podría saber los resultados de los análisis hasta pasados dos días, así que necesitaba tiempo.

— Amelia, tal vez deberías volver a ver cómo se encuentra tu paciente, porque por mucho que estés aquí, no irán más rápidos los resultados— dice Phil, con una sonrisa incómoda.

— Lo siento, Phil... Tiene razón, ya me voy— Amelia esboza una sonrisa, aunque es lo último que le apetece.

Decide dar un paseo por el hospital, pensando en la posibilidad de haber encontrado a su hijo. La marca de nacimiento que había visto en el brazo de John ya la conocía de antes, la había visto en el hombro de su padre. Amelia está casi segura de que por fin ha encontrado a su hijo, y no puede evitar sonreír levemente al imaginárselo. 

Resilencia #theworderslimonWhere stories live. Discover now