"Y TODO ERA MÚSICA"

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Parte 4 de 4

...

16 años de edad.- Un par de meses más tarde.

Pocos meses habían pasado después de que el pequeño encuentro entre ellas y Christopher; además, a pesar de ser vecinas, las dos chicas apenas lograron verse después de eso. Anahí estaba involucrada con el Club Glee, que por extraño que parezca, fue capaz de reunir el número mínimo de miembros para competir en las Seccionales. Dulce, por su parte, se había inscrito en un programa de escuela para ayudar a sus compañeros que tenían problemas para aprender inglés y también tomó clases extras de artes. Todo por el bien de un buen historial académico. Quería entrar en una buena universidad, de preferencia en Nueva York, donde supo que su mejor amiga quería estar.

Fueron pocos los momentos que compartieron, sin embargo, eran tan increíbles como siempre. La familiaridad que encontraban en la otra era tranquilizadora en tiempos caóticos y ellas sólo querían hablar, o balancearse en el columpio de Anahí e incluso caminar por el centro comercial (sin Christopher). Dulce sólo mencionó a su amigo una vez, brevemente, para decir que tenía serios problemas recordando el orden de las letras al escribir.

Pero ahora había pasado tres semanas desde la última vez que habían hablado y Anahí extrañaba a Dulce con locura.

Llegó a casa al final de un martes particularmente agotador y llamó a la puerta de la casa Espinoza, siendo recibida por Dulce, que misteriosamente había "escuchado" el timbre de la puerta.

Detrás de ella estaba Blanca con las uñas recién hechas, resolviendo el misterio. Anahí sonrió y abrazó a la chica (uno de esos abrazos que hacen que tu cuerpo se relaje completamente en contra de la otra persona), sin entrar en la casa, sabiendo que si ella entraba, no sería capaz de salir (y realmente tenía mucho que hacer).

-Anahí, cariño... ¿Por qué no entras?

-Hoy no, tía Blanca... Sólo vine a saludar y recibir un abrazo.

-¿Demasiada ocupada con la escuela? Dulce me habló de su pequeño coro.

-Sí, tenemos las Seccionales este jueves. -dijo, traduciendo para Dulce, al mismo tiempo.

-Oh... ¡Estoy segura de que será genial, querida! -Ella pronunció, antes de desaparecer en la gran casa, dejando a las chicas solas.

-¿Tan pronto? -Preguntó Dulce. Ella sabía que su amiga iba a participar, pero no sabía que sería en el inicio del año escolar, y mucho menos que sería en un día laborable. Sus ojos recorrieron con cuidado las facciones de la pequeña castaña. -¿Nerviosa?

Anahí mordió un poco el labio inferior y asintió.

-No... -Dulce comenzó a hacer señas, pero la castaña la detuvo con sus manos.

-Sé que tienes el programa de inglés los jueves por la tarde, pero me encantaría que estuvieras allí para mí. -Dulce la miró profundamente a los ojos, pero Anahí sabía que también prestaba atención a sus manos. -Habrá un coro de sordos compitiendo contra nosotros.

-¿Hoverbrook? -Lima tenía dos escuelas para niños sordos, Escuela para Sordos Helen Keller, donde asistió la ojí marrón y Hoverbrook.

-Sí. ...

-Bien, por supuesto que ustedes van a ganar, entonces... su club tendría que ser realmente horrible para que perdieran contra un grupo de niños sordos...

-Dulce -Anahí gritó, golpeando su hombro suavemente, incapaz de contener una carcajada. -¡No seas mala! -Hablaba mientras traducía con sus manos.

Soundproof PortiñonWhere stories live. Discover now