Los Gods Slayers, Los 7 pecados capitales

Gula

Muchos entendemos que la Gula puede referirse a la comida o el exceso de alimentarse, pero qué tal si se puede referir también al sabor de la victoria, el de los sentimientos destrozados y la persona que lo disfrutan

Hace ??? Años

Mi nombre es Victoria, tengo 6 años y vivo con mis queridos y amados padres, ellos siempre me consienten y me dan todo lo que les pido; claro que diciendo por favor y gracias. Desde que tengo memorias siempre me ha interesado estar en el exterior aunque vivamos en una mansión con lujos por alguna razón estar fuera de casa en el bosque, ríos e ir a la playa es lo que me llama la atención especialmente observar los elementos cómo el agua, fuego, naturaleza y aire. Siempre me he preguntado cómo se sentiría controlar algún elemento cómo en las historias que me lee mi madre antes de dormir y así con los finales bonitos me llevó al dormir un sabor dulce en mis sueños. Casi todas las cosas que hago, como o las emociones que siento se que me quedan sabores dentro de mi; cómo una forma de recuerdo.

Al cumplir los 7 años mis padres murieron en un accidente ya que estaban en un viaje y su carroza cayó por un risco, sus cuerpos nunca fueron encontrados pero si sus cosas del viaje; especialmente ese extraño dibujo de la mariposa negra que fue encontrado en la carreta. El día de hoy me mudaré con mi tía Elenor la hermana mayor de mi padre a su mansión ya que es la única familiar que me acogerá en su casa, aunque esa mujer me da miedo desde pequeña siempre ha sido una persona bastante estricta y cruel conmigo, sólo espero que en estos años haya cambiado un poco

Cuando ambas llegamos a su mansión, me llevó a mi cuarto para que me cambiara de ropa ya que lo que tenía puesto era lo del funeral de mis padres, aunque me gustaría llorar el único sabor que podía sentir en mi corazón era agrio dentro de mi ya que ellos no estarán más conmigo. Al cambiarme baje al comedor con mi tía para cenar, pero lo único que me sirvió fue simplemente lechugas y verduras que odiaba por su sabor, además de que deseaba algo dulce para tratar de animarme

-¿tía no hay algo más?

-si vas a estar aquí quiero que me llames por mi nombre no es de señoritas hablarle a tus mayores por apodos siempre debes dirigirte a los demás por su nombre, y eso es lo que comedias todos los días jovencita estas bastante gorda con esas cosas dulces que te daba tu padre

-no estoy gorda-dije enojada

-no me contestes jovencita, eso no es de señoritas-viviré un infierno aquí-come que tampoco quiero que parezcas una desnutrida-con lo que me da lo pareceré

Elenor era bastante gruñona y cruel ya que no me dejaba hacer algo divertido, todos los días tengo que ponerme vestidos horribles que pesabas, me hacía practicar mi postura con montones de libros; y si rompía o dañaba un libro me daba con un pequeño látigo, hasta me hacía aprender otras lenguas que no les veía el caso de aprender.

El único momento en el que me podía sentir yo misma era cuando salía de la mansión y tomaba el delicioso aire fresco de afuera en el jardín aunque esta vez preferí ir al bosque para disfrutar mejor la salida de hoy. Mientras caminaba por el sendero del bosque empecé a escuchar no muy lejos de aquí una melodía hermosa y dulce pero a la vez única, empecé a caminar hacia el lugar de donde escuchaba la música, me llevó hasta un hermoso prado en donde un joven apuesto estaba tocando una hoja; era tan lindo. Al acabar de tocar empezó a mirar el cielo que estaba despejado, mientras que yo  lo mirada escondida detrás de un árbol