16. Conociendo a los Tuan

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-¡Mark hijo! –dijo su padre alegremente al otro lado del teléfono.

El americano ya estaba sin camiseta y tumbado boca abajo en la cama sonriente para hablar con ellos.

-Hola papá. ¿Estás solo? ¿Y los demás?

Su madre y una de sus hermanas apareció en pantalla, se notaba que fueron corriendo para poder verlo en cuanto supieron que iba a llamar. Las dos lo saludaron muy animadas.

-Hola, hola –dijo Mark divertido al verlas tan sofocadas por la carrera.

-¿Cómo estás? –preguntó su madre muy feliz de verlo sonreír así.

-Estoy bien, ya queda menos para las competiciones –dijo él y vio a lo lejos a una de sus sobrinas por la cámara. -¿Dónde va esa niña tan guapa?

La niña se acercó con el resto de familia sentándose en las piernas de su abuelo y vio a Mark en la pantalla.

-¡Tío Mark!

-Hola pequeña. ¿Cómo estás? ¿Vas mucho a la playa? Cuando vuelva tenemos que ir a cazar tiburones –dijo Mark aún más contento, solía jugar con sus sobrinas y echaba de menos hacer esas cosas con ellas.

-Sí me baño y hago castillos de arena –dijo la niña moviendo sus manos como si tuviera el castillo delante.

-¿En serio? Tienes que enseñarme a hacer castillos... ¿Mm? ¿Y vosotros cómo estáis? –preguntó al resto de familia.

-Bien, hijo, bien. Como siempre –respondió el padre.

-¡Mark! ¿Y quién es ese chino que hace esgrima y lo abrazas tanto cuando gana? ¿Eh? No nos has dicho que tenías un novio esgrimista –dijo la hermana.

Jackson había hablado con sus padres y fue breve porque en China era por la mañana, al igual que en Corea, y sus padre debía ir a trabajar. Al colgar fue al baño y luego llamó a la puerta de Mark.

-No, no es... Y calla que es él seguramente. No es gay –advirtió antes de levantarse a abrir. Efectivamente era él y su familia podían ver todo lo que ocurría en la puerta.

-¡Mark! He hablado con mis padres un rato, menos mal que no te has dormido –dijo Jackson y luego le dio un abrazo elevándolo del suelo durante un instante, el suficiente para entrar en la habitación y que la puerta se cerrara, luego lo dejó en el suelo.

-Jackson –dijo el americano para que no fuera tan pegajoso con él, sabía que sus padres lo miraban y encima estaba sin camiseta.

-Jackson, Jackson... ¿Tienes puesto el aire? Que calor hace –dijo el chino y se quitó su propia camiseta dejando ver su cuerpo. -¿Qué hacías?

-Estoy... hablando con mis padres por video llamada –dijo Mark señalando el ordenador en la mesita de noche.

-Ahh... ¡Hola soy Jackson! Encantado –se presentó el solo con una sonrisa y saludó con la mano.

La familia de Mark saludó, aunque ellos se preguntaban si era cierto que Mark y aquel chico no tenían nada, porque parecía todo lo contrario.

-¿Tío Mark ese es tu nuevo amigo? –preguntó la sobrina desde su lado y Jackson se acercó para ver mejor, Mark se acercó igual por si tenía que mandarlo callar. Terminaron los dos sentados en la cama.

-¿Y esta niña tan mona quien es Mark? ¿Tienes una hermana pequeña? –preguntó Jackson saludando a la pequeña con la mano.

-Es mi sobrina. Saluda a Jackson –dijo Mark.

-¡Hola Jackson! ¿Sabes que todos los amigos de mis tíos son mis amigos? Puedes venir a jugar a la playa todos los días –dijo la niña.

-¿Ah sí? Tendré que ir a jugar contigo, a mí me gusta mucho ir a la playa –dijo Jackson riendo un poco.

-Bueeeno pues nos despedimos... ¿Eh? –dijo Mark alargando una mano al ordenador para cortar el vídeo y Jackson le paró agarrando su brazo.

-Mark déjame conocer a tus padres, tú conoces ya a los míos –se quejó el chino.

-¿Ah sí, Mark? –preguntó su hermana divertida, estaba convencida de que tenían algo.

-Sí, es una pena que no puedan venir. Mis padres vinieron a ver las competiciones de esgrima y conocieron a Mark, dicen que es un buen chico y muy guapo –dijo Jackson con toda la naturalidad. No sabía que sus padres sabían que su hijo era gay.

-Tú también eres guapo Jackson... ¿Cuidas bien de mi hermano?

-Gracias, todos en la familia de Mark sois guapos –dijo Jackson creando risas al otro lado de la pantalla, aunque se llevó un codazo de parte del americano en sus costillas. –Claro que cuido a Mark, es un problemático pero yo le salvo de todas las situaciones.

-¿Qué problemas? –preguntó la madre ahora preocupada.

-Nada, que siempre dice esas cosas por molestarme –dijo Mark y ahora le dio un guantazo en el brazo a Jackson.

-¿Seguro? No te habrás metido en líos con JB –dijo su madre de nuevo. Fue cuando Jackson se dio cuenta de que probablemente su familia sabía que era gay.

-Seguro –dijo Mark.

-Yo mantengo a JB alejado de su hijo –dijo Jackson para calmar su preocupación.

-Oye hijo, tenemos que irnos... Se empieza a hacer tarde, llámanos mañana si puedes –dijo su padre.

Se despidieron todos y cuando Mark apagó el ordenador le dio otro golpe en el brazo al chino. No estaba muy enfadado porque se le pasó enseguida y terminaron riendo en la cama. Al americano se le ocurrió la genial idea de hacerse el dormido para ver qué pasaba con Jackson y se sorprendió bastante. El chino intentó despertarlo para que se quitara los pantalones pero al no despertar, él mismo se los quitó. Puso el aire acondicionado para no pasar calor y luego, tras quitarse sus propios pantalones, se recostó junto a él y le dio un beso en la mejilla antes de abrazarlo con cariño.

-Buenas noches, Mark.


See the light (MARKSON)Onde histórias criam vida. Descubra agora