Pintura número 25.

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El viaje de regreso a Buenos Aires se le había hecho eterno a Jules, quien miraba el exterior por la ventanilla y a una Jane dormida, despeinada y con las manos entre las suyas.

Se habían despedido de Estela prometiendo pronto volver y él esperaba que así fuera. Ver como Jane se encontraba lejos y muy cerca a la vez, verle la gran sonrisa que últimamente no aparecía en ninguna ocasión, le hizo darse cuenta de cuanto la admiraba, apreciaba y amaba. Pudo volver a sentir estabilidad en su corazón y sabía que a ella le había hecho bien también. 

Jules volvía con grandes y buenos sentimientos en su corazón, el alma repleta de felicidad y muchas ideas para pintar. Ya quería llegar a su apartamento para plasmar todo aquello en un gran lienzo y volver a comenzar. Porque aveces desconectar es la mejor terapia de todas.

Pintame. |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora