[24]

3K 312 4
                                    

Pasó una tiempo en Hogwarts antes de que todo volviera a como era antes. Aunque en realidad, cosas como ese ataque no se olvidan fácilmente y siempre queda la ceniza del recuerdo.

Gracias a los dioses no hubo ningún muerto pero la mayoría del alumnado tuvo que pasar por la enfermería durante esa semana para las revisiones físicas a las que Dumbledore nos había obligado.

El director estaba hasta las manos con la quejas de los padres, tanto que había dejado de figurar en los almuerzos y McGonagall había ocupado su lugar al momento de dar discursos. Poppy comenzó a acompañarnos a Remus y a mi en las Lunas Llenas y pronto todo recuerdo de hombres con máscaras entrando por una ventana para machacar a los hijos de muggles se esfumó.
Kate estaba enfurruñada ante la actitud de los demás, actuando como si nada hubiera pasado, pero me esforzaba por hacer que dejara de pensar en lo que hubiera pasado si yo no hubiera sido lo suficientemente terca en mi decisión de salvarla a cualquier riesgo.

Se que si hubiera sido otra persona, fácilmente podía voltearme y correr como los demás.

No tengo ese instinto protector por todo el mundo. Se que eso debería convertirme en una mala persona, pero en mi caso, me convierte en una sobreviviente. Una muy egoísta.

Además, si la perdía, ¿a quién iba a enloquecer con mis dudas acerca de mis sentimientos hacia Black?

Si, luego de que fuera informada acerca de su negativa a separarse de mi en lo que pasé inconsciente, lo que sentía por el pelinegro arrogante se había, por decirlo de alguna manera, intensificado.

No era una de esas chicas que se sonrojaban. Es más, Sirius podría nunca haberse dado cuenta que me gustaba si era lo que yo quería. Es fácil ocultar lo que te pasa con comentarios sarcásticos y fríos, ya que la gente comienza a cansarse en un momento y dejan de preguntar. Podía estar muriendo por dentro, pero si yo no lo deseaba, no ibas a notarlo jamás.

Era divertido cuando me ponía nerviosa, puesto que un monstruo con boca propia y muy buena imaginación para frases burlonas salía a la luz.

Eso debía significar algo para alguien tan exteriormente indiferente como yo.

En el tren a casa no hubo nada extraño, salvo la incongruente visita de Lily a nuestro compartimiento y el incómodo pero dulce agradecimiento que dirigió, muy sorprendentemente, a James.

Me quedé dura por un segundo paseando la vista por donde Lily había salido corriendo, más roja que su cabello, al cuatro ojos que explotaba colores mirases por donde lo mirases.

-La ayude un poco el día del baile  -Le dijo a la nada, pasando la mano por donde la de ella se había posado-. No fue nada, de en serio. No merecía ese agradecimiento, es decir, la hemos molestado por los tres últimos años.

Sonreí. Por el color de sus mejillas y lo abochornado que se veía, me di cuenta de que había algo más en su cerebro. Creo que todos lo hicimos.

...

M

amá nos esperaba en la estación de King's Cross. Estaba pálida y cargaba un abrigo aunque el calor nos rodeaba.

Miró varias veces a su alrededor, casi exageradamente, antes de que utilizara la aparición conjunta y nos llevara a una casa que no reconocí como la mía.

Ésta casa era pequeña, construida sobre lo que me pareció una alta colina y obviamente muy alejada de las demás personas. Mamá ignoró todas nuestras preguntas hasta que llegamos adentro y pudo sentarse.

-¿Qué hacemos aquí? -Preguntó Remus, mirando nervioso por la ventana al desierto paisaje.

Mamá suspiró y nos dio la espalda.

-Ustedes-saben-quien ha estado cazando hijos de muggles -Dijo por fin, en voz baja y lenta
-Ustedes saben que mis padres son muggles. Su padre no tiene una buena relación con Fenrir Greymarck -Mi hermano tragó saliva-, y ahora que éste se unió al Señor Oscuro, está seguro que vendrá por nosotros y tendrá motivos para excusar las vidas perdidas.


Sentí un golpe en el estómago que logró que expulsara todo el aire que no me di cuenta que estaba conteniendo.

Supe lo que quería decir: estábamos en peligro. Lo estábamos en ese mismísimo instante.

Remus dio un paso adelante firme, pero tomó mi mano mientras sus dedos temblaban. Entrelacé nuestros dedos y me detuve un segundo para intercambiar una mirada con él.

Siempre me había quejado de que sus ojos eran más lindos y más dulces que los míos, aunque mi papá insistía en que eran exactamente iguales. De todas formas, terminábamos peleando, por horas y no nos deteníamos hasta que nos dejaban encerrados en nuestro cuarto y no teníamos más opción que hacer las pases.

Que estúpida era.

Esta fue una pelea diferente. No iba a terminar con un abrazo -en especial porque la idea de abrazar a Voldemort me provoca náuseas y deseos de cortarme los brazos-, sino con muchas muertes y con alguien a la cabeza del mundo mágico.

La idea de que un sólo hombre pudiera destruir toda mi vida con un movimiento de su mano y no sentir nada de remordimiento al respecto hace que me duela la cabeza.

Miré fijamente a mi mamá, pero ella no volteó. Sus hombros se sacudían levemente, como lo hacían cada vez que se reía, pero ese no era uno de esos momentos.

Sentí como mi corazón se rompía al oír los sollozos. Nos acercamos a ella como luces y la envolvimos con nuestros brazos.

-Los amo demasiado para que algo les pase -Dijo a duras penas por las lágrimas que salían de sus ojos-. He organizado sus valijas. Pasarán unas semanas con los Potter, pero les juro que en cuanto ésto se calme, volverán a casa. Volverán a mi.

Al principio nos negamos, pero con una de sus miradas de súplica, entendí que era lo único que podría calmarla en esta situación.

-¿Lo prometes? -Preguntamos al unísono con Remus.

Mamá asintió con una débil sonrisa.

-Lo prometo.

Partimos al día siguiente. La despedida fue lo peor, llena de lágrimas y promesas que no sabíamos si podíamos cumplir.

Oh, amigo. Como odio esas promesas.

Los Potter nos recibieron como si fuéramos sus hijos, y no me sorprendí nada cuando descubrí que Sirius estaba ahí.

Quizás casi me muero cuando me abrazó al verme, pero juro que sólo fue una recaída.

...

Aquí la escritora.

Se que hace días que no publicaba capítulo pero aquí se los traigo con mucho orgullo. (Si, claro)

Ya terminé las clases así que supongo que estaré escribiendo más seguido.

Espero que les guste.
-Lari.


hurricane; maraudersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora