13. Pequeñas confesiones y mentiras

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Mark se quedó sin palabras y luego no pudo hacer otra cosa que reír por las ocurrencias de aquel chico.

-Sabes perfectamente que tú me mirabas a mí, y aún no sé por qué.

-Porque quería saber cómo se siente cuando ves un combate a través de los ojos de alguien –siguió bromeando el menor.

-¡Ah! ¡Eres desquiciante!

Mark le dio un leve golpe en el brazo a Jackson y comenzaron a pelearse de broma soltando alguna carcajada que otra. Por fuerza estaba claro que el ganador sería el chino pero el otro era más escurridizo y lograba escaparse cuando le agarraba las muñecas o las piernas.

Tras aquella guerra en la que ninguno quería mal alguno para el contrario terminaron por ver quien tenía más cosquillas y eso supuso la derrota de Mark que terminó tumbado boca arriba tratando de agarrar las manos de Jackson, quien estaba sentado en sus caderas dispuesto a hacerle cosquillas por cualquier parte de su cuerpo.

Los dos se sonreían de lo bien que se lo estaban pasando y en una distraída mirada que le echó el menor a la boca del contrario, Mark aprovecho para entrelazar sus dedos con los de él, así no podría seguir haciéndole más cosquillas. Al chino no le importó, iba a calmarse.

-¿Aún no me vas a decir por qué huyes de mí? –preguntó Jackson ahora que todo se había tranquilizado.

Se hizo un silencio y Mark dejó de sonreír, pero la mirada no indicaba enfado o tristeza, tampoco estaba serio, simplemente lo miraba de una forma bastante tierna mientras pensaba cómo responderle.

-Hay veces que necesito estar solo con mis pensamientos.

-¿Qué clase de respuesta es esa? No eres nada ocurrente –le reprochó Jackson pero de broma.

-Bueno, entonces diremos que no huyo de ti, es simplemente que quiero hacer que me eches de menos.

-Eso suena demasiado romántico, y luego es a ti a quien le preocupa que yo piense en voz alta que Mark ya no me quiere y que le dé leves golpes a la pared... Por cierto ya he asumido que me quedo aquí a dormir viendo que estás más receptivo –dijo el menor y se levantó de la cama para quitarse la camiseta.

El americano puso los ojos en aquel cuerpo que no se cansaba de mirar a pesar de que lo había visto más veces y cuando Jackson lo miró, lo pilló claramente fijándose en su moldeado cuerpo. Cada vez tenía más claro que le gustaba a Mark, pero no le quería preguntar directamente. El mayor lo miró a la cara y no supo que decir, lo había pillado infraganti.

-¿Y esa cara? ¿Ahora te molesta que duerma sin ropa? –preguntó Jackson que estaba a punto de quitarse los pantalones.

-No, no me molesta, yo también duermo así.

Mark se levantó y se desnudó, los dos se quedaron en bóxer y se tumbaron en la cama. El chino se sentía un poco extraño, pensó que lo mejor sería huir ya que sabía que el otro era gay pero estaba muy cómodo con él, además ahora que había logrado colarse en su habitación no iba a salir tan pronto.

-¿Cómo has logrado conseguir no cruzarte conmigo durante estos dos días? Estoy seguro de que eres un ninja –comentó Jackson mirando al techo.

-No seas pesado, necesitaba tiempo solo y lejos de todo el mundo no solo de ti, y no fue difícil ahora pasas tiempo fuera con tu familia.

-Entonces me espías, ya sabía yo que había algo raro.

-¡Jackson! –dijo Mark dándole un golpe en el brazo porque lo sacaba de quicio aunque eso era un problema, le gustaba.

El nombrado solamente se empezó a carcajear, a él también le gustaba sacarle de quicio porque era cuando lo veía más divertido.

-Te gusta molestarme, luego te quejas de que no te quiero –comentó Mark con cierta indignación fingida.

Jackson se tumbó de costado para poder verlo mejor y con su brazo lo rodeó y lo pegó a él dándole un abrazo bastante agobiante. Lo cierto era que el americano se quejaba pero por disimular, le gustaba estar así de cerca.

Mark al ver que no iba a soltarlo prefirió abrazarlo a él con una fuerza similar tratando de agobiarlo pero era una persona difícil de molestar y se quedaron en esa misma posición, sin bromear, solo abrazados y en silencio.

-Jackson...

-Dime.

-¿Siempre eres tan cariñoso? –susurró Mark acurrucado en su pecho.

-Con chicos... Ciertamente no.

-¿Por qué eres así conmigo?

-Pues... Soy cariñoso, no tanto con chicos aunque a veces también con ellos, contigo me siento más cómodo... Supongo que porque eres cariñoso también. Usualmente si te acercas a otro hombre suele alejarte –explicó Jackson que ni él mismo sabía la razón de sus mimos.

-Tú empezaste a ser cariñoso conmigo... Además, aún me pregunto por qué te gusta que nos duchemos juntos.

-¿Qué es lo que piensas de eso? ¿Qué piensas de mí? –preguntó Jackson. Él mismo no podía imaginar que tal vez le atraía Mark, a lo mejor necesitaba que alguien más lo dijera.

-Pienso que eres una persona extraña, por lo menos tus actos conmigo son distintos a los que vi con otra gente... Pero no pienso que seas gay porque me ha quedado muy claro que te encantan las mujeres, no una, todas. No sé qué pensar de ti, solo que eres un poco desconcertante.

-Cierto, me gustan las mujeres... Con respecto a las duchas en la cultura asiática es normal que los hombres se duchen juntos, no es que tenga alguna clase de fijación con tocarte –comentó Jackson comenzando a hacerse preguntas en su mente.

-Eso aclara mucho, no tengo esa costumbre y mis compañeros nos miraban raro aunque... Bueno, es igual, deberíamos dormir –dijo Mark que casi se le escapa una pequeña anécdota de su noviazgo con JB, pero claro, Jackson no podía saber que era gay o seguramente se iría así que tuvo que callarse y se separó de él.

-Buenas noches Mark.

Por el contrario, Jackson lo pegó de nuevo contra su cuerpo y le dejó un beso en la frente, al cabo del rato Mark puso la mano en su pecho y se durmieron tras un rato de fingir que dormían. Mientras se perdían en sus sueños, el brazo del americano terminó por rodear al menor de forma inconsciente.


See the light (MARKSON)Where stories live. Discover now